(CNN) – La respuesta de Estados Unidos al ataque con drones en Jordania que mató e hirió a miembros del servicio estadounidense el domingo probablemente será más poderosa que los anteriores ataques de represalia estadounidenses en Iraq y Siria, dijeron funcionarios a CNN, aunque el Pentágono y la Casa Blanca se están cuidando de no revelar los planes.
El presidente Joe Biden enfrenta una presión cada vez mayor para responder de forma que detenga definitivamente estos ataques. Los combatientes respaldados por Irán han atacado instalaciones militares estadounidenses en Iraq y Siria más de 160 veces desde octubre, y varios legisladores republicanos han pedido que Estados Unidos ataque directamente dentro de Irán para enviar un mensaje claro.
Pero el mayor reto al que se enfrenta ahora el gobierno de Biden es cómo responder al ataque con aviones no tripulados, el más letal contra las fuerzas estadounidenses en la región desde el atentado de Abbey Gate, en el que murieron 13 militares estadounidenses en los últimos días de la retirada de Afganistán, sin desencadenar una guerra regional.
En los últimos meses, Estados Unidos ha llevado a cabo varios ataques contra depósitos de armas de grupos respaldados por Irán en Iraq y Siria. Hasta la fecha, ninguno de esos ataques ha disuadido a los combatientes, cuyos 165 atentados han causado heridas a más de 120 militares estadounidenses en toda la región desde octubre.
El teniente general retirado Mark Hertling afirmó que las muertes de miembros de las fuerzas armadas estadounidenses “ciertamente cruzaron la línea roja del presidente”, y tanto funcionarios como analistas esperan una respuesta más contundente que no se limite necesariamente a un país o a un día. Pero los funcionarios han sugerido que es poco probable que Estados Unidos ataque dentro de Irán.
El secretario de Estado de EE.UU. Antony Blinken, dijo que el ambiente en el Medio Oriente es tan peligroso como lo ha sido en la región “desde al menos 1973, y podría decirse que incluso antes”.
Blinken añadió que la respuesta de EE.UU. “podría ser multinivel, llegar por etapas y mantenerse en el tiempo”.
El gobierno de Biden podría decidir golpear de nuevo a los grupos extremistas en Iraq, Siria o ambos países, y también podría dirigirse contra la cúpula de las milicias regionales. Al menos en un caso, a principios de enero, Estados Unidos atacó a un alto cargo de Harakat al-Nujaba, una organización iraní que ha atacado a fuerzas estadounidenses. Un ciberataque ofensivo es otra opción, según señalaron los funcionarios.
Un funcionario estadounidense dijo que Estados Unidos está teniendo cuidado de no ser demasiado específico sobre el origen del avión no tripulado o qué combatientes lo lanzaron, con el fin de preservar algún elemento de sorpresa cuando Estados Unidos responda. Las autoridades estadounidenses solo han dicho que el grupo Kataib Hezbollah, respaldado por Irán, parece haber apoyado el ataque.
“No estamos descartando nada”, dijo un funcionario de defensa estadounidense a CNN.
“No buscamos una guerra con Irán”
Aún así, golpear a Irán es una de las opciones menos probables en este momento, dijeron los funcionarios. Los funcionarios de Biden dijeron repetidamente el lunes que EE.UU. no quiere entrar en guerra con Irán, lo cual sería el resultado probable de un ataque estadounidense dentro de las fronteras del país.
“No buscamos una guerra con Irán. No buscamos un conflicto más amplio en el Medio Oriente”, declaró el lunes a CNN John Kirby, coordinador de comunicaciones estratégicas del Consejo de Seguridad Nacional. “De hecho, todas las medidas que ha tomado el presidente han sido diseñadas para desescalar, para intentar bajar las tensiones”.
Aunque Estados Unidos considera a Irán responsable en última instancia de los atentados, dado el apoyo financiero y militar de Teherán a sus grupos subsidiarios, aún no hay indicios de que Irán dirigiera explícitamente el mortífero ataque del domingo o pretendiera que fuera una escalada deliberada contra Estados Unidos, según dijeron múltiples fuentes a CNN.
El gobierno iraní también ha negado estar implicado.
“No creo que esto fuera una escalada”, dijo un funcionario estadounidense. “Es el mismo tipo de ataque que han hecho 163 veces antes y en la 164 tienen suerte”.
El ataque tuvo muchas de las características de los más de 160 ataques anteriores de los combatientes respaldados por Irán, dijeron los funcionarios, la única diferencia es que este golpeó con éxito un contenedor de vivienda en la base de EE.UU., llamado Torre 22, el domingo temprano, cuando los miembros del servicio estaban todavía en sus camas y tenían poco tiempo para evacuar.
El dron también voló bajo, lo que le permitió eludir las defensas aéreas de la base, y se acercó a la base casi al mismo tiempo que un dron estadounidense regresaba de una misión. Según las autoridades, esto pudo causar confusión y retrasar la respuesta.
“Sabemos que estos grupos están apoyados por Irán y, por tanto, tienen sus huellas en esto, pero no puedo decirles más en términos de quién lo dirigió”, dijo Sabrina Singh, subsecretaria de prensa del Pentágono, en una sesión informativa este lunes.
Sin embargo, si Estados Unidos intenta reducir la tensión mediante ataques de represalia proporcionados y limitados, podría ser percibido como débil ante Irán y sus aliados, dijo Jon Alterman, director del Programa de Medio Oriente en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
“Si todo es deliberado y proporcionado, se crea un incentivo para que la gente llegue hasta la línea roja y se asegure de saber exactamente dónde está esa línea roja”, dijo Alterman a CNN.
Irán lleva años invirtiendo en grupos regionales, desde Hezbollah en Líbano hasta los hutíes en Yemen, pasando por los grupos combatientes en Iraq y Siria. Teherán ha suministrado a estos apoderados, conocidos informalmente como el “eje de la resistencia”, dinero, armas, entrenamiento y suministros mientras busca ampliar su influencia en el Medio Oriente y presionar a Estados Unidos para que se desvincule de la región.
“En los últimos tres meses, Irán se ha beneficiado profundamente de sus años de inversión en el eje de la resistencia”, afirmó Alterman. Teherán ha observado cómo las protestas antiestadounidenses y antiisraelíes se extendían por el Medio Oriente tras el inicio de la guerra entre Israel y Hamas. Irán se ha acercado cada vez más a Rusia y China, y los funcionarios iraquíes han empezado recientemente a pedir en voz más alta el fin de la presencia militar estadounidense en el país.
Estas son medidas de victoria para Irán.
“Todos los mensajes que se ven hablan del temor a una escalada por parte del Gobierno”, dijo un ex alto cargo militar que ha seguido de cerca la evolución de los acontecimientos en la región. “Hemos conseguido frenarnos a nosotros mismos”.