(CNN) – La entrevista de Tucker Carlson con Vladimir Putin aún no se ha publicado en Internet, pero ya está cumpliendo las órdenes del líder autoritario ruso.
En un video publicado en X anunciando la entrevista el martes, la primera que Putin concede a un personaje de los medios de comunicación occidentales desde el inicio de su invasión a gran escala de Ucrania hace dos años, Carlson, como era de esperar y de forma deshonesta, denigró a la prensa.
El radical de ultraderecha, que ha alabado a autócratas en los últimos años, afirmó que los medios de comunicación anglosajones son “corruptos” y “mienten” a su público al difundir “propaganda de la peor calaña”. (¿Mucha proyección?)
Como supuesto ejemplo del comportamiento manipulador de los medios de comunicación, Carlson acusó a los periodistas de participar en “aduladoras sesiones de ánimo” al entrevistar al líder ucraniano Volodymyr Zelensky, con quien el expresentador de Fox News afirmó que le gustaría sentarse seriamente, pero al que una vez comparó con una rata.
“Al mismo tiempo que nuestros políticos y medios de comunicación han estado haciendo esto, promocionando a un líder extranjero como si fuera una nueva marca de consumo”, dijo Carlson, “ni un solo periodista occidental se ha molestado en entrevistar al presidente del otro país implicado en este conflicto: Vladimir Putin”.
Aunque técnicamente es cierto, Carlson miente por omisión, lo mismo que acusó de hacer a la prensa occidental en el video que difundió en internet. Es cierto que ningún periodista occidental ha entrevistado a Putin desde el inicio de la guerra, pero no es por falta de intentos. La razón es muy sencilla: Putin se ha negado a conceder el acceso, un hecho que debería hacer aún más obvio por qué Carlson, de todas las personas, ha sido bienvenido en el palacio del Kremlin, mientras que a otros se les ha negado.
“¿De verdad cree Tucker que los periodistas no hemos estado intentando entrevistar al presidente Putin todos los días desde su invasión a gran escala de Ucrania?”, comentó retóricamente Christiane Amanpour, de CNN, al ver la afirmación de Carlson. “Es absurdo: seguiremos pidiendo una entrevista, como hemos hecho durante años”.
Incluso el propio portavoz de Putin, Dmitry Peskov, dijo que Carlson se equivocaba rotundamente al respecto.
Preguntado el miércoles si ningún periodista occidental había intentado entrevistar a Putin, Peskov dijo: “No, el señor Carlson se equivoca. En realidad, él no puede saberlo. Recibimos muchas solicitudes de entrevistas con el presidente”. Peskov insinuó la razón por la que Carlson fue seleccionado, diciendo que “tiene una posición diferente al resto” de los medios occidentales.
Mientras tanto, mientras Carlson insinuaba que las organizaciones de noticias estadounidenses no están interesadas en contar la historia rusa, Evan Gershkovich, de The Wall Street Journal, se encuentra en prisión por hacer precisamente eso.
Putin no solo se ha negado a participar en entrevistas con la prensa libre, sino que en los dos últimos años ha emprendido una guerra contra los medios de comunicación, encerrando a periodistas, multando a las grandes empresas tecnológicas por alojar información “falsa” sobre la invasión de Ucrania e impulsando leyes de censura que reprimen a las organizaciones de noticias.
“Es muy sorprendente ver a Carlson justificar su entrevista con Putin y su viaje a Rusia como el trabajo de un periodista, en un momento en que los periodistas occidentales están literalmente en la cárcel por no haber hecho nada malo más que tratar de informar de forma independiente en la Rusia de Putin, por no hablar de los muchos periodistas rusos que se enfrentan a la cárcel o al exilio en el esfuerzo por continuar su trabajo”, dijo a CNN Susan Glasser, escritora de The New Yorker que anteriormente trabajó como co-jefa de la oficina de The Washington Post en Moscú.
“El periodismo real, por desgracia, es un delito en la Rusia de Putin”, añadió Glasser. “¿Reconocerá esto su reportaje desde allí?”.
CNN preguntó a Carlson el martes por qué desprestigiaba a la prensa afirmando falsamente que los periodistas no están interesados en entrevistar a Putin o en informar sobre Rusia. CNN también le preguntó si durante la entrevista había interrogado a Putin sobre el encarcelamiento de Gershkovich. El mensaje quedó sin respuesta.
Carlson afirma estar a favor de un periodismo sin miedo. Y afirma oponerse a quienes se arriman al poder. Pero la personalidad de derecha tiene un largo historial de dar pases libres a quienes comparten su política, al tiempo que se pavonea con Donald Trump (alguien a quien en privado profesa un profundo desprecio).
En los últimos años, ha concedido entrevistas halagadoras al autócrata húngaro Viktor Orbán y al presidente ultraderechista argentino Javier Milei, ofreciéndoles un escenario masivo para impulsar su agenda, y utilizando su plataforma para llevar a la derecha estadounidense más al margen.
Es decir, que no contengan la respiración si creen que Carlson va a poner en aprietos a Putin. Lo que es más probable que ocurra: Carlson humanizará al despiadado autócrata ruso (que es personalmente responsable de innumerables muertes) mientras sirve como un recipiente vacío en el que Putin puede enviar su peligrosa propaganda al público estadounidense.
El peregrinaje de Carlson a Moscú es ya una gran victoria para Putin, cuyos medios de comunicación estatales han publicitado sin descanso el viaje en los últimos días, relatando cada movimiento de Carlson con imágenes de él sentado en un teatro de Moscú viendo un ballet, almorzando en un restaurante ostentoso y accediendo a “Internet Wi-Fi rápido y gratuito”.
Steven Pifer, investigador de la Brookings Institution y antiguo funcionario del Servicio Exterior que durante su carrera en el Departamento de Estado se centró en las relaciones con la antigua Unión Soviética, dijo que Putin utilizará la visita y la entrevista de Carlson “para afirmar que Rusia no está tan aislada políticamente”.
“Es lamentable que un comentarista estadounidense, que probablemente no planteará preguntas desafiantes, esté dando a Putin una salida para sus puntos de propaganda”, dijo Pifer a CNN. “Hay que tener en cuenta que Putin quiere agitar y ampliar las divisiones dentro de Estados Unidos tanto como sea posible”.
Ese puede ser un objetivo que compartan tanto Putin como Carlson.
– Anna Chernova contribuyó a este análisis.