(CNN) – Los estadounidenses, en particular los “millennials” y aquellos con ingresos más bajos, están cada vez más sobrecargados financieramente: la morosidad en tarjetas de crédito y préstamos para automóviles no solo ha superado los niveles pre pandemia de covid-19, sino que es la más alta en más de una década.
Durante el cuarto trimestre, la deuda de los hogares estadounidenses alcanzó un nuevo máximo de US$ 17,5 billones, 1,2% más que los tres meses anteriores, según el último Informe Trimestral sobre Deuda y Crédito de los Hogares del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, publicado este martes.
Los saldos de deuda aumentaron en todos los ámbitos, y los saldos de tarjetas de crédito aumentaron US$ 50.000 millones hasta alcanzar un nuevo máximo nominal de US$ 1,13 billones (cuando se ajustan a la inflación, los saldos aún no han superado los niveles observados en 2008).
Los saldos más altos pueden atribuirse al crecimiento de la población, un aumento en el gasto en línea, el creciente costo de los automóviles nuevos y usados , así como a la actividad de los consumidores que impulsa la economía. Y si bien los crecientes niveles de deuda durante el cuarto trimestre no deberían ser una sorpresa (el gasto durante las fiestas navideñas generalmente genera saldos de tarjetas de crédito más elevados), los investigadores de la Reserva Federal de Nueva York dicen que están vigilando de cerca hasta qué punto los estadounidenses se están quedando atrás.
La tensión financiera está aumentando en un momento en que la deuda se ha vuelto muy cara. Los estadounidenses, que ya están agobiados por casi tres años de alta inflación, ahora tienen que lidiar con tasas de interés dolorosamente altas.
“Las transiciones de tarjetas de crédito y préstamos para automóviles a la morosidad siguen aumentando por encima de los niveles previos a la pandemia”, dijo en un comunicado Wilbert van der Klaauw, asesor de investigación económica de la Reserva Federal de Nueva York. “Esto indica un aumento del estrés financiero, especialmente entre los hogares más jóvenes y de bajos ingresos”.
Durante el cuarto trimestre, 8,52% anualizado de los saldos de tarjetas de crédito y 7,69% de los saldos de préstamos para automóviles entraron en mora, marcando las tasas anualizadas más altas desde el segundo trimestre de 2011 y el cuarto trimestre de 2010, según muestran los datos de la Reserva Federal de Nueva York.
Las tasas generales de morosidad siguen siendo relativamente bajas, gracias principalmente al buen desempeño de los préstamos hipotecarios y estudiantiles, dijeron investigadores de la Reserva Federal de Nueva York.
Las hipotecas, que representan la mayor parte de la deuda total, se vieron favorecidas por una clase de prestatarios de mayor calidad y el auge de la refinanciación de la era de la pandemia. La morosidad de los préstamos estudiantiles no se informará a las agencias de crédito hasta finales de este año como parte de los esfuerzos de alivio de la deuda estudiantil de la administración Biden.
Un “mal presagio”
Si bien las tasas de morosidad de los préstamos estudiantiles pueden ser las más bajas registradas, los investigadores de la Reserva Federal de Nueva York creen que la reanudación de los pagos contribuyó a un aumento del estrés financiero, especialmente para los adultos de entre 30 y 39 años.
Como tal, las cosas podrían empeorar mucho antes de mejorar, dijo a CNN Matt Schulz, analista jefe de crédito de LendingTree.
“Aunque hemos alcanzado un pico de inflación, parece que la inflación no ha desaparecido (…) Las tasas de interés siguen siendo altas, la morosidad está aumentando y muchas personas no han comenzado a pagar completamente sus préstamos estudiantiles, porque aún no necesariamente han tenido que hacerlo”, dijo en entrevista.
“Hay muchas razones para creer que el futuro cercano será bastante difícil en lo que respecta a la deuda”, añadió.
Pero cuánto empeore podría depender de lo que esté sucediendo en este momento. A principios de año, los estadounidenses suelen controlar el gasto y concentrarse en pagar la deuda de tarjetas de crédito que acumularon durante las vacaciones.
Las cifras del primer trimestre se informan el 7 de mayo.
“Históricamente, vemos que la deuda, en particular la de tarjetas de crédito, cae en el primer trimestre, y cuando se mantuvo básicamente estable en el primer trimestre de 2023, fue un muy mal presagio de lo que nos esperaba”, dijo. “Va a ser realmente interesante observar cuáles son las cifras del primer trimestre para 2024 y si volvemos a ver esa caída o si vemos una repetición de lo que vimos en 2023”.