(Reuters) – Cuando el Real Madrid se impuso al Girona por 3-0 en el Estadi Montilivi en septiembre, parecía que el equipo catalán había aterrizado y que sus atrevidas aspiraciones al título de LaLiga habían sido una quimera.
Sin embargo, más de cuatro meses después de aquella derrota, el club que muchos pensaban que con toda probabilidad se vería inmerso en la lucha por el descenso sigue compitiendo con el Real Madrid de Carlo Ancelotti, un equipo repleto de estrellas, del que le separan dos puntos.
El Girona lleva 15 partidos de liga sin perder desde aquel revés, con 11 victorias, y el sábado puede desbancar al Real Madrid del primer puesto si logra una memorable victoria en el estadio Santiago Bernabéu.
Míchel, entrenador del Girona, ha querido restar importancia a la posibilidad de que su equipo rompa el statu quo del fútbol español al conquistar el título sólo siete años después de que el humilde club jugara por primera vez en LaLiga.
Al fin y al cabo, el último club que ganó la competición aparte del Real Madrid, el Barcelona o el Atlético de Madrid fue el Valencia, hace 20 años, y no se le considera un equipo modesto.
Sin embargo, para los neutrales y para quienes ansían cambios, el desafío del Girona a la élite ha supuesto un soplo de aire fresco.
El Girona forma parte del mismo City Football Group que el Manchester City, campeón de Inglaterra y de Europa, pero opera en otro universo en términos de potencia financiera.
Míchel ha confeccionado una plantilla joven con un estilo ofensivo muy atractivo.
Goles en abundancia
Es probable que el delantero ucraniano Artem Dovbyk, ausente en el empate a 0-0 de la semana pasada en casa contra la Real Sociedad, juegue en esta ocasión. Es el máximo goleador de LaLiga con 14 goles esta temporada, los mismos que Jude Bellingham, del Real Madrid, mientras que el total del Girona, 52, no tiene parangón en el torneo.
El extremo brasileño Sávio también ha cosechado buenas críticas y se marchará al Manchester City al final de la temporada, pero la principal baza del Girona es su unidad y espíritu de equipo, propios de un club de una ciudad de ferviente patriotismo catalán.
El sentimiento de injusticia también podría alimentar su deseo este fin de semana, después de algunas decisiones controvertidas contra la Real Sociedad.
El VAR anuló un gol de Yangel Herrera por fuera de juego, a pesar de que la infracción se había cometido 37 segundos antes.
El centrocampista Herrera también fue amonestado, por lo que se perderá el choque del sábado junto con el experimentado defensa Daley Blind, mientras que Míchel estará ausente de la banda tras ser expulsado por expresar su frustración.
Cuando se acercaba el final del empate, los aficionados del Girona corearon el tradicional cántico “Así, así, así gana el Madrid”.
El Real Madrid también empató el pasado fin de semana, 1-1 en casa contra el Atlético de Madrid, cuarto clasificado, y tiene quebraderos de cabeza en defensa.
Nacho es baja casi segura por un problema muscular, mientras que Antonio Rudiger arrastra una lesión de rodilla. David Alaba y Éder Militão también siguen de baja, por lo que el Real Madrid presentará una defensa inédita para hacer frente al ataque más potente de LaLiga.
Pero Ancelotti ya lo ha visto todo.
“Somos líderes, podemos dar un golpe en la mesa el próximo sábado”, dijo el italiano.
El Barcelona, tercero a ocho puntos de la cabeza, tratará de mantener vivas sus remotas opciones al título el domingo en casa ante un Granada en apuros, mientras que el Atlético, a 10, visita al Sevilla.