(CNN Español) – Javier Milei boquiabierto se aferra a las manos de quienes lo sujetan para mantener el equilibrio. Está en andas de un hombre que pega saltitos festivos junto a otros que lo rodean con idéntico fervor, mientras él sonríe y canta a coro con los demás “Am Israel Jai”, una plegaria judía que en castellano significa “el pueblo de Israel vive”.
El video en vertical del presidente argentino es una de las últimas imágenes que deja el viaje de tres días del mandatario a Israel. Milei está en el Muro de los Lamentos junto a un grupo de religiosos. Lleva puesto su clásico abrigo de cuero negro y un kipá en la cabeza.
Durante su estadía en Israel, Milei no evitó pronunciarse sobre la guerra entre este país y Hamas. De hecho, hizo todo lo contrario. Y no pidió un alto al fuego, como lo hicieron otros líderes internacionales, sino que manifestó su apoyo a la “legítima defensa de Israel”.
Además, se refirió a Hamas como “una expresión del nazismo en el siglo XXI” y reiteró sus intenciones de colocar al grupo islamista dentro de la lista de agrupaciones reconocidas como terroristas y de mudar la embajada argentina de Tel Aviv a Jerusalén, algo que ya había prometido durante la campaña electoral.
Esto último causó la reacción de Hamas, que en un comunicado expresó su repudio a la medida. “Condenamos y deploramos enérgicamente el anuncio del presidente de Argentina sobre su intención de trasladar la embajada de su país en la entidad nazi-sionista (Israel) a Jerusalén”, dijo Hamas.
Por su parte, Benjamín Netanyahu, celebró las intenciones del presidente argentino. Según información oficial del gobierno de Israel, el Primer Ministro agradeció el apoyo. “Estoy encantado de darle la bienvenida a Israel, presidente Milei, y a su delegación. Usted es un gran amigo del Estado judío. Estamos encantados con su decisión de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y trasladar su puesto diplomático allí, y también, por supuesto, una embajada”, señaló.
Solo cinco países del mundo tienen su embajada en Jerusalén: Honduras, Guatemala, Kosovo, Papua Nueva Guinea y Estados Unidos, que trasladó su sede diplomática en 2017, bajo el mandato del expresidente Donald Trump.
Si bien Israel declaró a Jerusalén como su capital, se trata de un territorio en disputa con el pueblo palestino y, salvo las exepciones mencionadas, el resto de las embajadas internacionales se encuentran en Tel Aviv.
¿Cuáles son las intenciones de Milei?
“El viaje a Israel es parte de su diplomacia ideológica -dice a CNN el analista político Marcos Novaro-. “En Davos lo hizo con su discurso doctrinario y ahora porque, así como asumen muchos otros sectores de derecha, las guerras en Israel y Ucrania representan la vanguardia de Occidente”.
El 10 de diciembre de 2023, día de la asunción del presidente de Argentina, el doctor en Relaciones Internacionales y profesor de la Universidad Torcuato Di Tella, Juan Gabriel Tokatlian, señalaba en un artículo publicado en el diario Clarín que, “siendo candidato de La Libertad Avanza, Milei enunció una combinación de hiper-occidentalismo, anti-comunismo, desdén por el multilateralismo y fuerte personalismo”. Sin embargo, dejaba un interrogante acerca de cómo sería su política internacional.
En este sentido, Novaro considera que, si bien Milei influye en la política internacional como “sacerdote de la derecha extrema”, marca una diferencia con la política que se construye desde el mismo Gobierno. “La diplomacia profesional en manos de la canciller Diana Mondino lleva adelante una política mucho más pragmática”, subraya.
Como afirma Novaro, Milei y una parte del Gobierno ya le bajaron el tono a algunos de sus exabruptos y promesas de campaña. En este sentido, el ahora presidente argentino, que en campaña se había dirigido en términos insultantes al papa Francisco y se había puesto taxativamente en la vereda de enfrente de China y Brasil, bajó el tono de estos enfrentamientos tras la victoria electoral.
Además de intercambiar cartas con Xi Jinping, no hubo una ruptura en los lazos comerciales con Brasil ni con China. Aunque cabe recordar que el expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, asistió a la ceremonia de toma de mando del 10 de diciembre en Buenos Aires.
“Milei aspira a tener un papel global y ser un referente a nivel mundial”, concluye Novaro.