(CNN) – Una botella de litro de aceite de oliva cuesta 6,73 euros, el medio kilo de pan de sándwich 2,50 euros, un frasco de mermelada 2, 76 euros. Esta podría ser la lista de precios de un supermercado en Madrid, pero no lo es. Los valores corresponden a los comercios en Buenos Aires y retratan la paridad con esa ciudad europea en los costos de productos que componen la canasta alimentaria de millones de argentinos, de acuerdo con una comparación de precios hecha por CNN en Español.
Los valores de venta al público son similares, pero los salarios en Argentina equivalen, en promedio, a una novena parte. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en el tercer trimestre de 2023 el salario medio de la población con ingresos en Argentina fue de 193.281 pesos, el equivalente a 149 euros si se toma en cuenta la cotización del euro paralelo en el mercado paralelo (en la segunda semana de enero, de unos 1.292 pesos por euro), y 205 si se toma como referencia el cambio oficial (que al momento de hacer este informe alcanzaba los 941 pesos por dólar para la venta).
Por su parte, en España las últimas cifras disponibles de ingreso medio son casi 10 veces más altas que el salario de un argentino. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) de 2022 que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE), el salario medio fue de 2.128,4 euros brutos al mes (que equivalen cerca 2,8 millones de pesos según la cotización del euro paralelo).
Si se toma como referencia la Ciudad de Buenos Aires, el salario promedio es un poco más alto que el nacional: asciende a 262.142 pesos (202 euros), de acuerdo a las últimas estadísticas oficiales, correspondientes al tercer trimestre de 2023.
Según los convenios laborales que establecen un salario mínimo, en el caso de España, para principios del 2024 ese número fue de 1.134 euros brutos al mes. En Argentina de acuerdo con el convenio colectivo, ese piso salarial es de tan solo 156.000 pesos mensuales (unos 120 euros).
“Hay que entender que hoy lo que tenemos en Argentina, producto de las fuertes regulaciones cambiarias que hacen que la población no pueda comprar dólares, es que vos tengas una brecha entre un dólar que podríamos llamar hoy comercial y un dólar financiero”, explica Juan Manuel Telechea, economista y director del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación German Abdala, un centro de estudios que declara entre sus objetivos el fortalecimiento de las organizaciones sindicales. “Eso genera una distorsión muy importante entre los precios locales. Y después está la comparación con el tema de los sueldos en Argentina. Entonces uno ve que se da esta paradoja de que, cuando uno compara algunos precios, algunos productos salen lo mismo acá que en España o en un país europeo. Sin embargo, hoy Argentina tiene, en dólares, el salario mínimo más bajo de la región, aproximadamente unos 250 dólares medidos al tipo de cambio oficial. Si utilizáramos el tipo de cambio financiero sería todavía más bajo”.
Según Telechea, “Argentina viene ya con más de 10 años de estancamiento y de un nivel de actividad económico muy malo, que eso se traduce en salarios que no alcanzan ni siquiera a tener un poder de compra decente”.
Los precios van por autopista, los salarios por las escaleras
En Argentina los salarios no se actualizan al ritmo de la inflación. Solo entre los últimos cuatros meses de 2023 —de septiembre a diciembre—, el Índice de Precios al Consumidor acumuló casi el 73% de aumento mientras que la última actualización salarial básica que se acordó en septiembre (es decir con un aumento escalonado para los meses de septiembre, octubre, noviembre y diciembre) fue del 32%.
Pero, con una inflación durante enero del 20,6% y todavía a la espera de una nueva reunión del Consejo del Salario que actualice los pisos en las percepciones de los trabajadores, la brecha entre los ingresos y los gastos en la canasta alimenticia se hace cada vez más grande.
Según Tellechea, “es un círculo vicioso que está compuesto por estos tres grandes componentes: precios, salarios y tipos de cambio y la única manera de resolverlo es cortando el problema raíz, que es bajar la inflación. Para eso necesitas, por un lado, tener dólares, necesitas tener financiamiento, tenés que reducir el déficit fiscal”. El economista dice que además existe “un componente de excesiva cantidad de pesos circulando y en el medio vos tenés que ir a hacer un balance con los salarios para que obviamente puedan acompañar a la inflación sin que eso sea un problema, porque, por un lado, si no acompañan, tenés un límite social que es un problema muy grave. Y si uno quiere hacer que eso se recupere muy rápido, probablemente termine empeorando la situación porque la inflación termina incrementándose. Ya hace más de diez años que diferentes gestiones no le encontraron la vuelta y veremos qué sucede ahora”.
Cuando se compara algunos productos básicos que se consiguen en el supermercado se pueden ver lo similares que son en precio a aquellos que se pueden conseguir en un comercio en Barcelona. Según pudo registrar el equipo de CNN en Español, en cuanto a similitudes de producto y cantidad, un paquete de fideos en Argentina cuesta 1.130 pesos (0,87 euros) mientras en España 0,83 euros. Un paquete de arroz en Buenos Aires vale 2.995 pesos (2,31 euros) mientras que en Barcelona cuesta 1,30 euros. Un frasco de mermelada tiene un precio de 3.575 pesos (2,76 euros) comparado con el valor de 1,65 euros en España, siempre tomando en cuenta la cotización de la moneda en el mercado de cambios paralelo.
Según explica Telechea, este fenómeno no debería extenderse en el tiempo por lo retrasados que están los tipos de cambio: “Este mes ha quedado bastante rezagado, pero eso se va a tener que corregir en un momento porque es muy difícil que por un periodo largo de tiempo el dólar pueda mantenerse tan por debajo”.
Sin embargo, es optimista respecto de lo que pueda pasar de acá en adelante con la brecha entre el salario real de los trabajadores y los precios de los productos: “Yo creo que la duda principal va a estar en los salarios. Lo que vemos hasta ahora en las primeras paritarias es que están logrando recuperar parte del poder de compra perdido, con lo cual yo te diría que el resultado ideal sería que los tres vayan en línea y que veamos que a fin de año tenemos niveles similares de precios y de salarios comparados con España y el resto de Europa”, concluye el economista.