(CNN) — Dos adolescentes se encuentran detenidos en relación con el tiroteo del miércoles tras mitin de celebración del Super Bowl de los Chiefs de Kansas City, —que dejó una mujer muerta y más de 20 heridos— fueron acusados el jueves, de acuerdo con funcionarios judiciales de Missouri.
La Oficina de Justicia Juvenil dijo que los adolescentes enfrentan cargos relacionados con armas de fuego y resistencia a la autoridad, y que actualmente están en el Centro de Detención de Menores.
“Se prevé que se presenten cargos adicionales en el futuro a medida que continúe la investigación del Departamento de Policía de Kansas City”, dijo la Oficina en un comunicado.
Mientras la policía continuaba su investigación, una multitud se reunió para llevar a cabo una vigilia el jueves por la noche en una plaza adyacente al hospital Children’s Mercy, donde se encuentran hospitalizados varios niños que resultaron heridos durante el tiroteo. Los líderes de la iglesia rezaron mientras la gente sostenía velas que iluminaban la oscura y fría tarde de invierno.
La sombría reunión contrastó marcadamente con la del día anterior, cuando aproximadamente 1 millón de personas se reunieron a unos pasos de Union Station, en el centro de Kansas City, para el desfile y la manifestación para celebrar el campeonato de los Chiefs, una fiesta en la que los sonrientes atletas de la NFL saludaron a los aficionados y desfilaron en autobuses de dos pisos.
Después del tiroteo, CNN habló con cuatro hospitales que recibieron a 29 pacientes que estaban en la multitud. Los funcionarios del hospital dijeron que 19 de ellos fueron tratados por heridas de bala.
A última hora de la mañana de este viernes, solo un paciente seguía en el hospital Children’s Mercy, dijo la portavoz Marlene Bentley.
CNN informó anteriormente que el hospital infantil recibió 12 pacientes tras el tiroteo, incluido un adulto y 11 niños, de entre 6 y 15 años. Nueve niños tuvieron heridas de bala, afirmó Stephanie Meyer, jefa de enfermería del hospital.
Este viernes, los Chiefs, en asociación con otros grupos, dijeron que el equipo lanzó un fondo de respuesta de emergencia y ha contribuido con US$ 200.000 para ayudar a las víctimas del tiroteo y sus familias.
El incidente del miércoles fue al menos el tiroteo masivo número 48 en Estados Unidos en lo que va de año, según Gun Violence Archive, que al igual que la CNN contabiliza aquellos en los que hay cuatro o más heridos de bala, sin incluir al autor.
También marcó el segundo tiroteo en un año en una importante celebración de un título deportivo en Estados Unidos, luego de que dos personas resultaran heridas en junio cuando los fanáticos de Denver abandonaban un desfile de los Nuggets de la NBA.
En el tiroteo de Kansas City murió la DJ de la estación de radio, Lisa López-Galván, dijo KKFI 90.1 FM. Lisa murió tras recibir un disparo en la manifestación, según informó la emisora. López-Galván es recordada por su familia como “una madre muy amorosa, atenta y devota” y una líder en su comunidad, dijo su hermano, Beto López, a Anderson Cooper de CNN el jueves.
La policía informó inicialmente el miércoles que detuvo a tres personas después del tiroteo. La portavoz de la policía de Kansas City, Alayna González, le dijo más tarde a CNN en un correo electrónico que “se determinó que uno de ellos no estaba involucrado”.
La jefa de policía, Stacey Graves, informó el jueves que aún no está claro cuántas personas estuvieron involucradas en el tiroteo del miércoles. “No tengo un número específico de personas que perpetraron la violencia que se desarrolló”, dijo Graves en una conferencia de prensa el jueves.
Ahora que la investigación continúa, las balas y casquillos dejados en el lugar son clave para determinar si existe una posible conexión con las personas bajo custodia, así como con otros posibles sospechosos, dijo una fuente policial a CNN. Los investigadores de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos también analizarán si las balas o casquillos coinciden con alguna de esas armas de fuego o con alguna arma en las bases de datos, según la fuente.
Los niños describen cómo les dispararon
Cash Adams, de 13 años, estudiante de octavo grado, estaba en la manifestación el miércoles con sus primos, esperando obtener un autógrafo de su jugador favorito, Chris Jones, cuando estallaron los disparos, informó KMBC, afiliada de CNN.
El niño, que sufrió un balazo en la pierna, localizó a un oficial de policía de Kansas City. “Sabía que necesitaba llegar a un lugar seguro”, dijo Cash.
Cash detalló que el oficial permaneció con él todo el tiempo, incluso en la tienda de atención médica donde vio entrar a las víctimas gravemente heridas. “Hubo mucho caos, muchos gritos”, relató el menor.
Al menos la mitad de las víctimas del tiroteo son menores de 16 años, señaló Graves en la conferencia de prensa del jueves. El número de víctimas jóvenes en el tiroteo pone de relieve el impacto de la violencia con armas en la juventud estadounidense.
En 2020, las armas de fuego se convirtieron en la principal causa de muerte de niños y adolescentes en EE. UU., superando a los accidentes automovilísticos. El miércoles, los niños pudieron venir a ver a sus héroes del fútbol, ya que los distritos escolares del área metropolitana de Kansas City cancelaron clases para las festividades. Los jugadores todavía estaban en el escenario del mitin de la victoria cuando ocurrió el tiroteo.
Un niño de 10 años que también resultó herido en el tiroteo, Samuel Arellano, le dijo a KSHB, afiliada de CNN, que sabía que esconderse debido a la formación de tirador activo que recibió en la escuela.
“Me mostraron qué hacer: agacharme, esconderme, no correr”, dijo a la estación.
El niño contó que corrió a esconderse detrás de un bote de basura, pero aun así fue alcanzado. “Uno de ellos me alcanzó mientras intentaba mirar a mi abuelo, mi tío y mi prima”, dijo Samuel.
“Se sintió como si lo hubieran apuñalado”, añadió, describiendo la herida que, según su familia, no le alcanzó los pulmones.
“Podrían haber estado a centímetros de todo mi futuro”, añadió el niño.
Las estrellas de la NFL consolaron a los niños mientras se cubrían
Tras el tiroteo, las estrellas de la NFL que habían estado celebrando con los fanáticos se convirtieron en fuentes de consuelo para ellos, especialmente para los niños.
El mariscal de campo de los Chiefs de Kansas City, Trey Smith, dijo que se refugió en un armario con otros cuando escuchó los disparos, y que llevó a un niño a un lugar seguro con él.”Había un niño pequeño delante de mí, así que lo agarré, tiré de él y le dije: ‘Te metes aquí conmigo’”, declaró Smith a ABC.
Después de que las autoridades les permitieran salir del armario, se dirigieron a los autobuses de los equipos, que se llenaron rápidamente con los asustados asistentes. Smith, que había estado llevando un cinturón del campeonato de World Wrestling Entertainment como accesorio durante el desfile del Super Bowl, notó a un niño pequeño que, según dijo, estaba en pánico. Smith dijo que le entregó el cinturón al niño y le dijo: “Oye, amigo, tú eres el campeón. Nadie te hará daño. Nadie va a hacerte daño, hombre. Te cubrimos las espaldas”.
El cornerback de los Chiefs de Kansas City, L’Jarius Sneed, también describió haber tratado de ayudar a los niños que lo rodeaban mientras se refugiaba en el sótano de un edificio, le dijo el jugador a Hannah Storm de ESPN el jueves. “Traté de consolarlos en esa situación. Solo decirles que todo está bien. Simplemente frotarles la espalda y decirles: ‘Todo va a estar bien’”, dijo. “Es muy triste”, le dijo a ESPN. “Solo para los niños. Están tratando de celebrar algo, un gran logro para nosotros. Solo estábamos tratando de celebrarlo con ellos, y que eso suceda es muy trágico”.
Ray Sanchez, Dakin Andone, Shimon Prokupecz, Josh Campbell, Chris Boyette, Andi Babineau, Rebekah Riess, Sara Smart, Jamiel Lynch, Jillian Sykes, Kyle Feldscher, Matias Grez, Amanda Jackson, Raja Razek, Sarah Dewberry, Hannah Rabinowitz, Holmes de CNN Lybrand y Sara Smart contribuyeron a este informe.