(CNN) – Salvo un viaje puntual a Europa, lo más lejos que Jessica Gee viajó en su infancia fue a Walt Disney World, en Florida, con su familia.
Sin embargo, en los últimos ocho años, la influencer de viajes, conocida como “The Bucket List Mom”, ha visitado más de 90 países diferentes con su marido empresario Garrett y sus tres hijos Dorothy, Manilla y Calihan.
“Nunca tuve la idea en mi cerebro de ‘quiero viajar alrededor del mundo’”, dice Gee, de Denver, Colorado, a CNN Travel. “Nunca se me pasó por la cabeza. Pero cuanto más salgo, más quiero ver”.
Según Gee, todo cambió cuando su esposo, a quien conoció durante una misión de servicio de la iglesia en Vladivostok, Rusia, vendió su aplicación a Snapchat por 54 millones de dólares en 2014 y decidió dejar su trabajo de escritorio.
Una oportunidad única
“Estábamos en una situación extraña en la que quizá no se ponen muchos veinteañeros”, admite Gee. “Teníamos un nuevo patrimonio y no sabíamos qué hacer. Así que decidimos dejarlo todo a un lado y ver qué había en el mundo”.
La pareja, casada desde 2009, tenía ganas de conocer otras culturas y “aprender un poco”.
“Aún nos sentíamos muy jóvenes e ingenuos”, añade Gee.
Pronto empezaron a planear un largo viaje por el sudeste asiático y decidieron abrir una página de Instagram, The Bucket List Family, para recopilar sus aventuras.
“Sinceramente, creo que se juntaron las habilidades creativas de Garrett y mi experiencia en marketing”, explica Gee, que estudió publicidad en la universidad. “Ahora lo hago con mi propia vida”.
Después de poner el dinero de la adquisición en ahorros, vendieron sus muebles y la mayoría de sus pertenencias, recaudando alrededor de US$ 45.000, y se fueron a recorrer el mundo con Dorothy y Manilla, Callihan nació mientras estaban de viaje, en agosto de 2015.
Inicialmente habían planeado pasar unos meses viajando, visitando Tailandia, Singapur, Nueva Zelandia y Australia, así como las islas del Pacífico Fiyi y Tonga, pero tras regresar brevemente a Estados Unidos, decidieron que querían continuar.
“El pequeño viaje se convirtió en tres años a tiempo completo”, añade Gee, que acaba de publicar una guía de viajes, The Bucket List Family Travel, en colaboración con National Geographic.
La familia visitó decenas de países de todo el mundo, como Alemania, Marruecos, Japón, Brasil, Guatemala y Dominica.
Los favoritos de la familia
Gee incluye Belice entre sus principales destinos “familiares”, y describe este país centroamericano como un buen “destino de iniciación” para las familias residentes en Estados Unidos que no están preparadas para aventurarse demasiado lejos.
También recomienda la “increíble” Alaska para quienes busquen aventuras al aire libre para sus hijos.
“Tienes la pesca, la fauna, las ballenas y los osos”, dice. “Es ideal para niños un poco mayores, a partir de cinco años. Pero yo llevé a mi hijo de dos años y se la pasó genial”.
A Gee también le impresionó mucho Rwanda, en África Oriental, un destino que no quería visitar por sus ideas preconcebidas.
“Había visto Hotel Rwanda y eso era todo lo que sabía”, explica. “Estaba nerviosa y asustada. Y acabó siendo el destino que más me cambió la vida”.
Después de pasar tanto tiempo en movimiento, Gee está acostumbrada a los viajes largos y, de hecho, le resultan más fáciles que los de corta duración, y explica que a menudo se siente agotada después de tomarse una semana de vacaciones.
“Cuando viajo durante un mes o más, me acostumbro a la rutina”, dice, y añade que lleva más o menos la misma cantidad de cosas en la maleta, independientemente de si viaja durante un mes, seis meses o quince días.
Pasó todo su tercer embarazo “viviendo de una maleta” antes de dar la bienvenida a su hijo Calihan en 2018.
“No me había dado cuenta del costo que supone volar para tu cuerpo”, dice Gee. “Así que se agravó [debido a mi embarazo]”.
“Quizá también se debiera a que era mi primer embarazo con más de 30 años, pero me dolían la espalda y el cuerpo.
Pero al mismo tiempo, fuimos a tantos sitios en esos nueve meses que me encantaron”.
Una gran aventura
Gee se asegura de que sus hijos se sientan involucrados en sus planes de viaje antes de salir a cualquier parte, haciendo que ayuden a empacar sus mochilas, mientras enmarca todo, incluso un vuelo de larga distancia, como una “gran aventura”.
“En cuanto se sientan en el avión, están encantados de sacar el juguete, el libro y la merienda que guardaron en la maleta”, explica.
Según Gee, una de las mejores maneras de hacer que viajar con niños pequeños sea lo menos doloroso posible es “elegir la mejor actitud”.
“Los niños se alimentan al 100% de la actitud de los padres”, dice. “Así que cuando las cosas son cansinas, agotadoras y estresantes, solo tienes que animarte y ser positivo. Porque si tú estás de mal humor, ellos también”.
Aunque intenta planificar todos los aspectos de sus viajes, incluida la programación de vuelos durante las horas de siesta y asegurarse de que su equipaje está listo, Gee ha aprendido de la experiencia a tener siempre un plan de reserva.
“Las cosas pueden salir mal”, dice. “Pierdes el equipaje o se cancela un vuelo. Son contratiempos. Tener que lidiar con eso y con los niños y sus necesidades siempre ha sido lo más difícil”.
La cuenta de Instagram de The Bucket List Family ha acumulado casi tres millones de seguidores a lo largo de los años, y desde entonces han lanzado exitosas cuentas de YouTube y TikTok, con los ingresos obtenidos de las asociaciones con diferentes empresas que ayudan a costear sus viajes.
Gee reconoce que su situación es única y que hay muchos padres que no pueden permitirse viajar por todo el mundo con sus hijos.
En “The Bucket List Family Travel” da consejos para ahorrar dinero, como intercambios de casas y aplicaciones para hacer presupuestos, y anima a las familias a averiguar qué quieren hacer en cuanto a viajes y luego intentar “que sea asequible”.
“Muchas veces se trata simplemente de encontrar un parque nacional y acampar o hacer senderismo”, dice. “O ver si se puede trabajar lo suficiente para ganar algo de tiempo fuera durante un periodo prolongado”.
La familia Gee incluye el “servicio” entre sus objetivos de viaje, y hacen todo lo posible por incorporar a sus viajes actividades como el voluntariado en un orfanato.
“Viajar suele ser un empeño egoísta. Tomarse el tiempo de mirar fuera de uno mismo y de su propia familia y ver a quién se puede servir localmente será una gran bendición”, escribe Gee.
Después de tres años de estar en movimiento a tiempo completo, la familia de cinco regresó a Estados Unidos, y compró un bungalow en Hawai, en 2018.
Lista de deseos cambiante
“Lo único que extrañamos cuando estamos de viaje es la comunidad”, dice Gee. “Extrañábamos a los amigos y a la familia, y queríamos que nuestros hijos practicaran deporte y lo experimentaran. Así que decidimos asentarnos e intentar tener lo mejor de ambos mundos”.
Desde entonces han seguido viajando en familia, y hace poco pasaron todo un verano en África.
Pero permanecer en un mismo lugar durante mucho tiempo ha resultado ser una especie de adaptación para sus hijos, sobre todo para su hijo Manilla, que tenía unos 11 meses cuando emprendieron el viaje por primera vez.
“Estaba acostumbrado a dormir en una cama diferente cada noche o cada dos noches [cuando volvimos]”, explica. “Así que cada noche dormía en una habitación distinta de la casa. Para él fue una adaptación extraña saber que no íbamos al aeropuerto y que nos quedábamos en casa”.
Aunque Gee hace todo lo posible por programar sus viajes durante las vacaciones escolares, hay excepciones ocasionales, como una próxima visita a la Antártida.
“Tenemos clases de refuerzo para que no pierdan el ritmo”, dice. “Y nos llevamos el trabajo escolar con nosotros.
E incluso durante el verano, cuando no tienen deberes, llevamos esos libros extra e intentamos que les resulte emocionante”.
Según Gee, la lista de cosas que hacer en familia ha cambiado con los años, ya que todos se han convertido en grandes aficionados a la vida salvaje, así que cosas como ver a los “pandas en China” y a los “orangutanes en Borneo” han pasado a ocupar los primeros puestos.
“Lo que más me gusta hacer con mi familia es ir de safari”, añade. “Ya lo hemos hecho un puñado de veces. Pero para mí no hay nada mejor que estar en un entorno en el que cada día ocurre algo nuevo. Te levantas y no sabes lo que vas a ver, y luego ves estos animales y la vida salvaje y cómo todos viven juntos y dependen unos de otros. Suena muy cursi, pero es literalmente el círculo de la vida. Vivirlo y ser testigo de ello con mi familia es precioso”.
Gee aconseja a otros padres deseosos de viajar más con sus hijos que intenten salir de su zona de confort y “salgan a explorar”, ya sea “una semana al año o toda la vida”.
“Creo que cuanto más sales y experimentas cosas, más crece tu lista de deseos”, dice Gee.
“Creo que muchas familias estadounidenses tienen sus vacaciones a las que van. Para mí fue Disney World. Y me encanta Disney World, no me malinterpretes. Pero [es importante] poder salir y ver el mundo y darse cuenta de que hay mucho más ahí fuera”.
Esta historia fue publicada originalmente el 8 de febrero del 2024 y ha sido actualizada este domingo 11 de febrero