(CNN) – Amy Mazur pasa los días festivos y las vacaciones con sus hijos y el papá de sus hijos, incluso después del divorcio.
“Es mucho menos estresante para mis hijos… y para mí misma”, dice Mazur, trabajadora social clínica en Brooklyn, Nueva York.
La relación con su exmarido no es la imagen que suele pintarse de la vida después del divorcio, pero es lo que mejor funciona para su familia, dice. El matrimonio había comenzado en la edad adulta temprana y cuando dejó de funcionar para las personas en las que se habían convertido, dijo que encontraron una manera de quererse y apoyarse mutuamente sin dejar de estar casados.
Según datos recientes, los índices de divorcio en Estados Unidos tienden a la baja, pero la disolución del matrimonio sigue siendo una experiencia común y perturbadora.
Probablemente, la mayoría de las personas no se casan pensando en el divorcio, pero para quienes se encuentran en esa situación, hay formas de fomentar la compasión mutua y, en última instancia, construir algo más fuerte, según los expertos.
Llorar la pérdida
Según Rebecca Hendrix, terapeuta matrimonial y familiar de Nueva York, un divorcio puede ser amistoso pero aún así estar marcado por la pérdida y el dolor.
Está la pérdida de la vida que se ha construido, incluida la casa en la que vivían juntos, el nombre que podían haber compartido y las rutinas que habían desarrollado, añadió. Y luego están los lazos afectivos.
“Es tu familia. Te has unido a esta persona, para bien o para mal, aunque discutas todo el tiempo”, dice Hendrix. “Incluso si la relación ha seguido su curso y juntos no son felices, sigues unido a esta persona”.
Uno de los mayores obstáculos a los que se enfrenta la terapeuta matrimonial y familiar Marissa Nelson, que vive en Washington, es el dolor por la pérdida de la visión que tenían de su vida.
Como con cualquier otro tipo de pérdida, es importante encontrar apoyo para atravesar las emociones que acompañan al duelo, como la ira, la tristeza y la dificultad para llegar a la aceptación, explica Hendrix.
El apoyo puede venir de un terapeuta, un líder religioso, amigos, un grupo de apoyo para divorciados o incluso libros y medios de comunicación que te hagan sentir menos solo, añadió.
Es incluso mejor si puedes pedirle a tu red de apoyo cosas específicas que podrían ayudarte a superar el duelo, dijo Hendrix. Una cena semanal recurrente o un paseo con un amigo dos o tres veces por semana para salir de casa pueden ayudar mucho, añadió.
“Ponerse en contacto con algunos amigos y decirles: ‘Hola, estoy pasando por un momento difícil. Me vendría muy bien un poco de apoyo’ es un paso enorme para mucha gente”, dijo Hendrix.
Crear una nueva relación juntos
La pérdida no es lo único que surge del divorcio: las parejas también pueden crear una nueva relación entre sí, dijo Hendrix.
“Pueden crear cualquier tipo de divorcio que quieran crear si lo cocrean juntos”, dijo.
Para algunas personas eso puede ser una amistad, pero para otras puede no ser posible. En esos casos, aún es posible esforzarse por lograr una dinámica amable y de colaboración, sobre todo si hay hijos de por medio, explica Mazur.
Los excónyuges “pueden reunirse en una especie de pareja”, dijo Hendrix. “Puede que no hayamos sido los mejores en una relación, pero podemos asociarnos para dividir nuestras vidas o averiguar cómo coparentar a nuestros hijos”.
Mazur recomienda trabajar con un terapeuta para averiguar cómo superar los sentimientos difíciles que acompañan al divorcio para construir una relación nueva y más funcional. Y asegúrate de dar a tu expareja espacio y gracia en lugar de forzar una nueva sensación de cercanía inmediatamente, añade.
Las parejas que se divorcian pueden llegar a diferentes etapas emocionales en momentos distintos, por lo que es tu trabajo “mantener la clase”, dijo Mazur.
“Sigue devolviendo con buena voluntad. Mantén limpio tu lado de la calle. Siempre”, afirma. “No te preocupes por lo que estén haciendo… y sigue volviendo”.
Cómo cuidar a los niños después del divorcio
Si en el final del matrimonio hay niños presentes, su experiencia debe ser una prioridad, dijo Mazur.
La crianza por separado es muy diferente de la crianza en pareja, porque hay que tomar decisiones juntos y, al mismo tiempo, lidiar con el propio dolor, dijo Nelson.
Y el hecho de que ya no estén juntos no significa que uno de los progenitores deba tomar decisiones sobre la crianza de los hijos de forma unilateral e informar al otro progenitor, añadió Mazur.
Hay muchas preguntas que aún deben responder juntos, dijo Nelson, algunas de las cuales se negociarán en un acuerdo de custodia. ¿Cómo pasan las vacaciones? ¿Qué hacen con los cumpleaños? ¿Qué pasa cuando empiezas a salir con alguien? ¿Cuándo está bien presentar a una nueva pareja?
Recurrir a un mediador que ayude a navegar juntos por el nuevo sistema de crianza puede ser uno de los enfoques más eficaces, sobre todo cuando los padres aún están curándose de las heridas y el enfado, explica.
Los copadres deben recurrir a la terapia o a adultos de apoyo en sus vidas para trabajar esos sentimientos y no expresarlos a los niños, dijo Mazur.
“Tus hijos te observan. Se dan cuenta de todo”, dijo Mazur. “Y es de su madre o de su padre de quien están hablando”.
El objetivo para ambos padres debe ser dejar que sus hijos sepan que son amados y que todavía tienen una familia, agregó.
“Quieren poder ir juntos a las obras de teatro del colegio y estar tranquilos e ir a tomar un helado todos juntos después”, dijo Mazur. “No tienen que ser vacaciones juntos —aunque eso también está muy bien—, pero necesitan saber que siguen teniendo lo que tienen los demás”.
Puntos positivos
Puede que el divorcio no sea algo que querías, pero puedes encontrar formas de sacar algo bueno de él, dijo Mazur.
“Siempre que se atraviesa una crisis, una tragedia o un trauma como este, la única forma de superarlo es encontrarle un sentido”, afirma.
Tal vez el significado es dejar de lado la desconexión, la ira y el drenaje de energía que vino con su matrimonio que termina, dijo Nelson. Encontrar el crecimiento podría ser volver a conectar con quién eres, con tus valores y con lo que quieres en otra relación, añadió.
El divorcio puede motivar alguna reflexión sobre las formas en que deseas hacer cambios o incluso lanzar la primera llamada que alguna vez quisiste hacer a un terapeuta, dijo Hendrix.
“En la vida, los momentos de dolor son los que más nos ayudan a crecer”, dijo. Puedes seguir adelante viendo tu “divorcio como un catalizador para una vida extraordinaria”.