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Investigación de CNN contradice reporte del Ejército de Israel
04:42 - Fuente: CNN

(CNN) – Jihad Abu Watfa se encontraba entre los escombros de un oscuro tramo de carretera costera al suroeste de la Ciudad de Gaza cuando vio que se acercaban tanques militares israelíes. Comenzó a grabar con su teléfono justo cuando una intensa ráfaga de disparos pasó ante sus ojos.

“Estamos sitiados, tenemos un tanque al lado y nos está atacando”, se oye decir a Abu Watfa en el video, que compartió con CNN.

El joven de 27 años estaba rodeado de otros cientos de palestinos que se habían reunido para una entrega de ayuda el 29 de febrero, cuando los soldados israelíes que acompañaban al convoy humanitario abrieron fuego. Más de 100 personas murieron y 700 resultaron heridas, según el Ministerio de Sanidad de Gaza.

La tragedia, conocida entre los palestinos como la “masacre de la harina”, es uno de los sucesos con más víctimas mortales ocurridos en Gaza desde que Israel lanzó su ataque contra en el enclave tras el atentado terrorista de Hamas del 7 de octubre. Se produjo después de más de un mes en el que Israel negó la entrada de ayuda a la Ciudad de Gaza y al norte del enclave, y siguió lo que Naciones Unidas ha denominado “un patrón de ataques israelíes” contra civiles que buscaban desesperadamente alimentos, en medio de niveles de inanición sin precedentes.

CNN recogió testimonios y videos de 22 testigos presenciales, muchos de los cuales habían viajado desde otras ciudades de Gaza con la esperanza de encontrar algo de comer para sus familias. Cuando el convoy atravesó un puesto de control israelí en la calle Al Rashid, la principal ruta norte-sur designada por el ejército israelí para la ayuda humanitaria, los sobrevivientes recordaron a los soldados israelíes abriendo fuego contra la multitud que intentaba desesperadamente alcanzar la ayuda alimentaria. Muchos dijeron que no se dejaron intimidar por las balas, creyendo que si no morían intentando conseguir la harina, en cambio morirían de hambre.

Una foto tomada por Abdallah Dalee en las primeras horas del 29 de febrero muestra a una multitud de personas esperando a la luz de las hogueras a que los camiones de ayuda crucen al norte de Gaza. Crédito: Cortesía de Abdallah Dalee

Funcionarios gazatíes e israelíes han ofrecido versiones contradictorias de lo ocurrido aquella noche. Las autoridades sanitarias gazatíes afirmaron que decenas de personas habían muerto en el tiroteo y que los heridos habían sido atendidos en hospitales por heridas de bala, mientras que el ejército israelí dijo que la mayoría de la gente había muerto pisoteada en una “estampida” por la ayuda alimentaria o había sido atropellada por los camiones de ayuda que se alejaban del tumulto.

Mark Regev, asesor especial del primer ministro de Israel, declaró inicialmente a CNN que las fuerzas israelíes no habían estado implicadas. El contralmirante Daniel Hagari, portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), declaró poco después que los soldados no habían disparado directamente contra los palestinos que buscaban ayuda, sino que habían efectuado “disparos de advertencia” al aire.

El 8 de marzo, tras una investigación interna, las FDI hicieron pública una cronología en la que se sugería que el convoy de ayuda comenzó a cruzar el norte de Gaza acompañado de sus tanques a las 4:29 a.m. Un minuto después, a las 4:30 a.m., las FDI afirmaron que sus efectivos efectuaron “disparos de advertencia” hacia el este para dispersar a la multitud antes de disparar contra “sospechosos” que, según ellos, suponían una amenaza. A las 4:45 horas, los militares dijeron que habían efectuado más disparos de advertencia.

Pero el análisis de CNN de docenas de videos de la noche y testimonios de testigos oculares arroja dudas sobre la versión israelí de los hechos. Las pruebas, revisadas por expertos forenses y en balística, indican que los disparos automáticos comenzaron antes de que las FDI dijeran que el convoy había comenzado a cruzar el puesto de control y que los disparos se efectuaron a corta distancia de la multitud que se había congregado en busca de alimentos.

Las FDI aún no han respondido a las preguntas de CNN sobre estas conclusiones.

Disparado mientras intentaba conseguir comida

Khader Al Za’anoun, periodista en Gaza de la agencia de noticias oficial palestina Wafa, declaró a CNN en aquel momento que la mayoría de las víctimas se produjeron al ser embestidas por camiones de ayuda humanitaria cuando intentaban escapar de los disparos israelíes.

Al Za’anoun, que se encontraba en el lugar de los hechos y fue testigo del incidente, declaró que el caos y la confusión que provocaron los atropellos de los camiones comenzaron cuando los soldados israelíes empezaron a disparar.

“La mayoría de las personas que murieron fueron embestidas por los camiones de ayuda durante el caos y mientras intentaban escapar de los disparos israelíes”, declaró Al Za’anoun.

El ejército de Israel difundió imágenes del incidente grabadas con un dron, afirmando que mostraban una estampida en la que los palestinos eran pisoteados y que los tanques estaban allí para “asegurar el convoy”, pero la calidad y la edición del video dificultan la confirmación de sus afirmaciones.

Las imágenes muestran a cientos de personas reunidas en torno a los camiones de ayuda en la calle Al Rashid. Muchas personas parecen correr y otras se alejan arrastrándose, en un intento de buscar cobertura. Pero falta el momento crucial en el que se capta lo que provocó la dispersión de la multitud. A continuación, el video muestra cuerpos en el suelo -aunque no está claro si están vivos o muertos- en un lugar geolocalizado por CNN cerca del puesto de control.

El video del dron, grabado con visión nocturna, es el único disponible que ofrece una visión clara de la multitud. Por lo menos, muestra lo difícil que habría sido disparar con cierto grado de precisión a lo que las FDI describieron como “sospechosos” entre la multitud que rodeaba el convoy.

Las FDI denegaron a CNN la solicitud de las imágenes íntegras y sin editar de los drones del 29 de febrero.

Los videos filmados en las horas previas al incidente mortal, entre las 2 y las 3 de la madrugada y geolocalizados por CNN, muestran a personas reunidas en la playa y al borde de la carretera a unos 900 metros del puesto de control. Se pueden ver grupos sentados alrededor de hogueras, mientras otros pasean por la playa. Todo parece tranquilo.

Testigos presenciales dijeron a CNN que habían empezado a reunirse en previsión de la llegada de alimentos (los convoyes de ayuda suelen viajar de noche para evitar verse inundados por multitudes en ruta), pero que los camiones ni siquiera habían cruzado el umbral del puesto de control cuando los tanques israelíes empezaron a disparar.

En un video grabado por el testigo ocular Belal Mortaja, que fue compartido directamente con CNN, se oyen disparos y se ve a gente huyendo, instando a otros a huir, advirtiendo de la presencia de un tanque. El video fue grabado a las 4:22 a.m., siete minutos antes de que las FDI dijeran que el convoy había cruzado al norte de Gaza.

Abu Watfa, de 27 años, declaró a CNN que empezó a grabar justo después de oír disparos. Los metadatos del video mostraban que fue grabado a las 4:28 a.m., dos minutos antes de que las FDI dijeran que habían realizado disparos de advertencia.

Robert Maher, experto en acústica de disparos de la Universidad Estatal de Montana en Estados Unidos, que analizó las imágenes para CNN, afirmó que las ráfagas indicaban un intenso tiroteo automático a 600 disparos por minuto. Richard Weir, investigador principal de la división de Crisis y Conflictos de Human Rights Watch (HRW), corroboró también esta afirmación.

Abu Watfa continuó filmando y a las 4:30 a.m., el video muestra un camión circulando por la carretera, y balas trazadoras viajando desde el suroeste, donde se encontraban los tanques israelíes. Una de las balas rebota en el aire.

En relación con las balas trazadoras, Weir declaró a CNN que era difícil saber de dónde procedía el proyectil debido a la escasa iluminación. Sin embargo, la trayectoria del proyectil era plana y parecía dirigirse hacia el suelo a menos de 180 grados antes de rebotar en el aire.

“Si el cañón del arma está inclinado hacia abajo y no horizontalmente o hacia arriba, la trayectoria del proyectil se desplazará mucho más rápidamente hacia el suelo de lo que lo haría con una caída de bala normal”, añadió.

Otro video de otro lugar de la calle Al Rashid, publicado por Al Jazeera, también muestra balas trazadoras horizontales, probablemente procedentes del suroeste, que se desplazan de izquierda a derecha mientras una gran multitud se reúne alrededor de los camiones. También se oyen disparos.

A pesar de los disparos, Abu Watfa dijo que estaba decidido a conseguir ayuda para sus hijos y que no quería irse con las manos vacías.

“Corría entre miles de personas; de repente, la gente caía y resultaba herida. Las FDI estaban ocupadas disparando. Corrí hacia el primer camión, pero no pude sacar nada de él”, dijo, y añadió que consiguió abrirse paso hasta el tercer camión y salir con una bolsa de harina.

“Tomé la bolsa de harina y me fui (al) lado del camión, los disparos se estaban produciendo a mi alrededor y se habían intensificado”.

Las secuelas: “Sangre mezclada con ayuda”

A medida que se hacía de día, las secuelas del tiroteo se hicieron visibles. Los videos mostraban cadáveres, algunos con heridas en la cabeza y el pecho, esparcidos por la costa. Se podía ver a gente atendiendo a los muertos, colocándolos encima de la plataforma de carga de un camión, cubiertos con sábanas manchadas de sangre.

CNN entrevistó a siete sobrevivientes que fueron tratados de sus heridas en lo que era el hospital más grande de Gaza, Al-Shifa. Entre ellos se encontraba Jihad Abd Rabu, que tenía una venda alrededor del pecho donde le habían disparado; una bala le había alcanzado el hombro izquierdo. Dijo que le alcanzaron los disparos de madrugada, pero que tuvo que esperar hasta el amanecer para que alguien acudiera en su ayuda.

Un grupo de personas llora en el exterior del hospital Al-Shifa de la Ciudad de Gaza a uno de los palestinos muertos durante el reparto de ayuda el 29 de febrero. Crédito: AFP/Getty Images

Otro sobreviviente, Hamouda Zamil, dijo a CNN que le dispararon después de que le dieran una bolsa de harina del convoy. “En cuanto llevé la bolsa de harina y empecé a caminar, ellos (las FDI) me dispararon”, dijo. “Empecé a pedir a la gente que me ayudara, ellos (la gente) me abandonaron”.

El Dr. Amjad Aliwa, médico de Al-Shifa, dijo a CNN que había ido a la calle Al Rashid a por comida para su familia, y presenció cómo la gente entraba en pánico cuando los militares israelíes empezaron a disparar. Contó que la gente empezó a empujarse para llegar a los camiones, y que a algunos los empujaron delante de ellos, y en el caos recibió un disparo en el muslo izquierdo. Dijo que se vendó rápidamente la pierna antes de volver al hospital para atender a los numerosos heridos que habían sido trasladados allí.

Georgios Petropoulos, que dirige la suboficina de coordinación humanitaria de la ONU en Gaza, estimó que había visto al menos 200 heridos atendidos, incluso por heridas de bala, pero no especificó cuántos.

CNN localizó parte de la ayuda del convoy en Ummah Welfare Trust, una organización benéfica musulmana de ayuda y desarrollo con sede en Bolton, al norte de Inglaterra. Entre los videos y fotos de las secuelas, se podían ver cajas de cartón con el logotipo de la organización sin fines de lucro esparcidas por el suelo, salpicadas de sangre.

“Mohammed Ahmed, miembro del consejo de administración, declaró a CNN en una entrevista en la sede de la organización unas semanas después del mortal incidente. “Es la primera vez en 20 años de trabajo en este campo que veo sangre mezclada con ayuda”.

Ahmed explicó que la organización benéfica ya había logrado entregar ayuda en el sur de Gaza con anterioridad, pero que ésta era la primera vez que intentaban llegar al norte. “Estábamos muy, muy emocionados y contentos de haberlo conseguido por fin”, afirmó.

Una caja de ayuda ensangrentada encontrada en el lugar de los hechos con la inscripción "Ummah Welfare Trust" proporcionó una pista sobre una de las organizaciones de ayuda detrás de la entrega del 29 de febrero. Crédito: Ummah Welfare Trust

La alegría duró poco. Aun así, Ahmed dijo que la tragedia no disuadiría al equipo de volver a intentarlo porque no tienen “otra opción”.

“La gente va a morir de hambre, por la hambruna, por la situación desesperada, o morirá por disparos indiscriminados o asesinatos selectivos”, afirmó.

Mientras la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos, UNRWA, afirma que Israel le impide realizar entregas de ayuda en el norte de Gaza y las organizaciones benéficas llenan cada vez más ese vacío, el ataque del 29 de febrero plantea serias dudas sobre si el ejército israelí puede facilitar la distribución segura de una ayuda que se necesita desesperadamente.

Entre el 25 de enero y el 21 de marzo, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) documentó informes de al menos 26 ataques contra civiles que esperaban suministros muy necesarios en la rotonda de Al Nabulsi, en la calle Al Rashid, y en la rotonda de Al Kuwaiti, en la calle Salaheddin, en la Ciudad de Gaza.

El 26 de febrero, tres días antes del mortal incidente de la calle Al Rashid, unos videos compartidos con CNN por testigos presenciales mostraban intensos disparos de tanques contra civiles palestinos reunidos para una entrega de ayuda en el mismo tramo, cerca del puesto de control.

En otro video publicado en Internet el 28 de febrero en la misma zona, se puede ver a un hombre que lleva una bolsa de harina al hombro después de que se escuche una ráfaga de disparos seguida de personas heridas que son sacadas del lugar en mantas. Se vuelve hacia la persona que filma y dice: “Tengo que morir (por la harina), tenemos que morir en Gaza y sentirnos humillados por una bolsa de harina”.

– Khader Al Za’anoun, periodista de Wafa, la agencia de noticias oficial palestina, fue testigo presencial de los sucesos del 29 de febrero. Posteriormente, realizó entrevistas como colaborador de este reportaje. Abeer Salman, Julie Zink y Oscar Featherstone de CNN contribuyeron con información adicional.