(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y altos cargos de su equipo de seguridad nacional, tratando de contener el riesgo de una guerra regional más amplia tras una oleada de misiles y drones iraníes dirigidos contra Israel, comunicaron a sus homólogos que EE.UU. no participará en ninguna acción ofensiva contra Irán, según funcionarios estadounidenses familiarizados con el asunto.
En una conversación con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a última hora del sábado, Biden trató de presentar la exitosa intercepción por parte de Israel de la ofensiva iraní como una gran victoria, con la sugerencia de que era innecesaria una mayor respuesta israelí.
Biden dijo al primer ministro israelí en su llamada telefónica que debería considerar el sábado como una victoria porque los ataques de Irán habían sido en gran parte infructuosos y demostraban la superior capacidad militar de Israel, dijo un alto funcionario del gobierno.
John Kirby, el portavoz de seguridad nacional de la Casa Blanca, dijo este domingo que la capacidad de evitar daños generalizados era una demostración de la “superioridad militar” de Israel y la prueba de que Irán no era la “potencia militar que dicen ser”.
“Esto fue un éxito increíble, lo que realmente demuestra la superioridad militar de Israel e, igual de crítico, su superioridad diplomática, que tienen amigos en la región, que tienen en todo el mundo que están dispuestos a ayudarles”, dijo Kirby a Jake Tapper de CNN en “State of the Union”.
El secretario de Defensa, Lloyd Austin, pidió a su homólogo israelí, el ministro Yoav Gallant, que notificara a EE.UU. con antelación cualquier posible respuesta al ataque iraní, según otro funcionario estadounidense.
Aunque los funcionarios estadounidenses insistieron a sus homólogos en que la decisión final sobre cómo responder a Irán corresponde a Israel, Biden ha tratado de evitar una escalada más amplia del conflicto.
Este domingo, Netanyahu tenía previsto convocar una reunión con los líderes del Grupo de los Siete para debatir una “respuesta diplomática unida”, haciendo hincapié en acciones no militares que limitaran las posibilidades de una guerra más amplia.
“Le dije que Israel había demostrado una notable capacidad para defenderse y derrotar incluso ataques sin precedentes, enviando un claro mensaje a sus enemigos de que no pueden amenazar eficazmente la seguridad de Israel”, afirmó Biden en un comunicado tras su conversación con Netanyahu.
Sigue siendo una incógnita si Netanyahu seguirá el consejo de Biden. Las represalias iraníes se produjeron en un momento de profunda tensión entre ambos por la guerra de Gaza. A lo largo de ese conflicto, han quedado al descubierto los límites de la influencia estadounidense en la toma de decisiones israelí.
La decisión de Irán de disparar armas desde su propio territorio hacia Israel agudiza significativamente la enemistad que desde hace tiempo existe entre ambos países. Es probable que desde dentro de Israel se ejerza presión política para que se dé algún tipo de respuesta.
Kirby dijo que el ataque -el primero lanzado desde suelo iraní contra Israel- no tenía por qué constituir el inicio de una guerra regional más amplia.
“No creemos que lo sea ni que tenga que serlo”, dijo a Tapper, señalando que tanto EE.UU. como Israel tenían una buena idea de lo que Irán planeaba hacer con antelación.
Gallant advirtió este domingo de que la confrontación con Irán “aún no ha terminado”. Se espera que las opciones de respuesta del país se discutan en detalle durante una reunión del gabinete de guerra de Israel.
El comandante del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, Hossein Salami, advirtió que Teherán responderá directamente si Israel toma represalias, diciendo que se ha creado una “nueva ecuación”.
Catherine Nicholls y Tamar Michaelis, de CNN, contribuyeron a la información.