(CNN) – Cuando la empresa de scooters eléctricos para la que trabajaba Matt Gialich tuvo que interrumpir la producción por escasez de platino, un componente clave del microprocesador que traduce las órdenes de los mandos al motor, se lanzó a la búsqueda de metales.
Gialich, cuyo amor por el espacio le llevó de niño a la ingeniería y a trabajar en la empresa de lanzamiento de satélites Virgin Orbit antes de su quiebra, empezó a preguntarse cómo extraer el metal de los asteroides. Los científicos creen que estos trozos de desechos celestes, que son subproductos del nacimiento del sistema solar hace 4.500 millones de años, son ricos en metales que escasean en la Tierra.
En 2022, Gialich y José Acain, que cuenta con casi una década de experiencia en SpaceX y la NASA, fundaron AstroForge. Ahora, la startup con sede en California intenta hacer realidad la minería de asteroides.
La empresa no está sola. Se espera que la transición hacia una energía limpia dispare la demanda de recursos minerales, y el interés por extraerlos de fuentes hasta ahora inexplotadas, como el fondo oceánico y el espacio, es cada vez mayor. Empresas de todo el mundo han recaudado decenas de millones de dólares para probar tecnologías de extracción de asteroides.
Algunos dicen que la idea es una fantasía descabellada y prohibitivamente cara. Pero Gialich, de 38 años, cree que pronto podría ponerse en práctica. “Salir a buscar recursos al espacio es el Santo Grial”, afirma. “Creo que por fin estamos en este punto de inflexión en el que podemos asumirlo”.
¿Proyecto inalcanzable?
Gialich no tiene problemas en admitir que los planes de su empresa son ambiciosos. “Vamos a tener muchos fracasos”, dice.
En resumen, AstroForge pretende enviar al espacio una pequeña refinería capaz de extraer minerales de un asteroide y traer a la Tierra los metales valiosos, dejando el resto. La empresa busca metales del grupo del platino (MGP) en asteroides de tipo M o metálicos, que se utilizan en todo tipo de productos, desde joyas hasta catalizadores que filtran los gases de escape de los automóviles o fármacos contra el cáncer.
Los MGP, como el platino y el iridio, también son materias primas fundamentales para las tecnologías emergentes de energías limpias. Por ejemplo, se espera que la producción de hidrógeno verde impulse un importante crecimiento de la demanda de estos minerales. Pero las reservas terrestres son limitadas y están concentradas geográficamente.
Aunque parece una trama sacada directamente de la última temporada de la serie de Apple TV+ “For All Mankind”, que implicaba un elaborado plan para aprovechar un asteroide y traerlo a la órbita de la Tierra para su explotación minera, Gialich dice que “eso no es lo que estamos haciendo en absoluto”.
El pasado mes de abril, AstroForge lanzó su misión inaugural, denominada Brokkr-1, enviando al espacio un satélite en miniatura equipado con un sistema de refinería del tamaño de dos barras de pan. La nave llevaba material precargado similar a un asteroide que planeaba vaporizar y separar en componentes elementales mientras estuviera en órbita.
No todo salió según lo previsto, y la demostración de la refinería aún no ha ocurrido. Pero Gialich afirma que la empresa ha aprendido muchas cosas, por ejemplo, cómo funcionaría el equipo suministrado por los proveedores y si la máquina podría sobrevivir al despegue y enviar señales desde el espacio.
La refinería, patentada por AstroForge, ya se ha probado en condiciones similares a las del espacio. Esto convierte a AstroForge en la única empresa con una refinería capaz de convertir asteroides de tipo M en MGP en el espacio, añade.
Este año, una nave espacial de AstroForge viajará a la Luna en una misión de la empresa estadounidense de exploración espacial Intuitive Machines. Pero ya allí, AstroForge utilizará su propio sistema de propulsión para volar junto a un asteroide que considere metálico, comprobará su composición y tomará fotografías. (Gialich declinó especificar a cuál asteroide apunta). Si esta misión tiene éxito, AstroForge se convertirá en la primera empresa comercial en aventurarse en el espacio profundo. También podría proporcionar las primeras imágenes de alta resolución de un asteroide metálico.
Alto riesgo, alta recompensa
El interés por los asteroides, tanto para comprender mejor los orígenes de la Tierra como su composición, que podría sentar las bases para su explotación minera, se está disparando, y los expertos afirman que la explotación minera de asteroides puede ser solo cuestión de tiempo.
Dan Britt, director del Centro de Ciencias de la Superficie Lunar y de Asteroides de la Universidad de Florida Central, que no participa directamente en AstroForge, reflexiona: “Supongo que cabe preguntarse si [los humanos] están totalmente locos por hacer esto. La respuesta es que quizá sea un poco pronto, pero no estamos totalmente locos”.
La agencia espacial japonesa JAXA y la NASA ya han traído a la Tierra muestras de asteroides, lo que demuestra, al menos hasta cierto punto, que es posible.
China tiene previsto lanzar una misión en 2025 para recoger muestras de un asteroide cercano a la Tierra, mientras que la Agencia Espacial de Emiratos Árabes Unidos planea explorar el cinturón de asteroides con una misión cuyo lanzamiento está previsto para 2028.
La NASA tiene una nave espacial en ruta hacia el asteroide Psyche, que orbita alrededor del Sol entre Marte y Júpiter, pero no llegará hasta 2029. Según algunas estimaciones, el hierro del asteroide de 225 kilómetros de ancho, rico en metales, tiene un valor de US$ 10.000 trillones, más que el valor de toda la economía mundial. (Gialich afirma que los científicos de la NASA han sido excelentes aliados, aportando una experiencia inestimable a AstroForge).
Algunos miembros de la comunidad científica se muestran escépticos ante la posibilidad de que el sector privado pueda permitirse la extracción de asteroides. La misión Osiris-Rex de la NASA, la primera misión estadounidense que recogió una muestra de asteroide y la trajo de vuelta a la Tierra, costó cientos de millones de dólares, sin contar el costo de lanzamiento. Su devolución, de tan solo 122 gramos, que aterrizó en un desierto de Utah el año pasado, es la mayor muestra de asteroide jamás recogida.
“En realidad, no se trata de si se puede hacer desde el punto de vista de la física”, dice Gialich. “Es una cuestión de si se puede hacer para que tenga algún sentido monetario”.
Otros lo han intentado y han fracasado. Planetary Resources, por ejemplo, se lanzó en 2012 con el respaldo de inversores de alto perfil, entre ellos el director de “Titanic” James Cameron y el cofundador de Google Larry Page. En 2020, organizó una subasta en línea después de enfrentarse a dificultades de financiación y ser adquirida por una empresa de blockchain. (Los compradores en la subasta de Internet se anotaron artículos como una bañera de plástico llena de cables eléctricos variados y enredados por US$ 10 y un par de guantes aislantes bien usados por US$ 20).
También han cambiado muchas cosas. Empresas privadas como SpaceX han reducido drásticamente el costo de los viajes espaciales. Gialich dice que hoy se sabe más sobre los 1,3 millones de asteroides del sistema solar, por lo que empresas como la suya no tienen que malgastar recursos buscándolos, y que AstroForge ha invertido en desarrollar algoritmos que le permitan compartir viajes y llegar a donde quiere.
“El abaratamiento de los costos de transporte es clave para desarrollar una economía extraterrestre”, afirma Britt, que ha contribuido a cuatro misiones de la NASA, entre ellas un sobrevuelo de un asteroide del Cinturón de Kuiper, un anillo de escombros con forma de dona situado en los confines del sistema solar, y una serie de viajes a asteroides cercanos a Júpiter, y tiene un asteroide que lleva su nombre por sus contribuciones a la investigación de asteroides.
Los cambios han suscitado una oleada de nuevo interés. Otras empresas, como TransAstra, con sede en Los Ángeles, y Origin Space, con sede en China, trabajan en tecnologías capaces de extraer recursos del espacio.
Hasta ahora, AstroForge ha recaudado US$ 13 millones en financiación inicial. Dice que su segunda misión costará menos de US$ 10 millones, lo que significa que la empresa pondrá la mayor parte de sus huevos en la misma cesta. “Se trata de empresas de alto riesgo y grandes recompensas”, afirma Gialich.
Aún no tiene un plan B si las misiones previstas no tienen éxito. “¿A quién le importa? Sales e intentas estas grandes misiones, estas grandes apuestas, y si no funciona, no sé. Supongo que me buscaré un trabajo en algún sitio”, dice. “Solo estoy centrado en el plan A y en intentar que funcione”.
Suministros desde el cielo
Si todo va bien, el objetivo final de la empresa es traer de vuelta unos 1.000 kilogramos de MGP por misión, una carga útil que podría valer unos US$ 70 millones, dependiendo de los metales y de su precio en ese momento.
“Incluso con múltiples contratiempos en nuestro calendario, estamos intentando extraer un asteroide y lo habremos traído de vuelta antes del final de esta década”, afirma Gialich.
Dado que la empresa se centra en asteroides relativamente pequeños, afirma que habrá menos gravedad que superar y, por tanto, menos combustible que quemar.
Su planteamiento de “todo o nada” y menor costo puede ayudar a acercar la minería de asteroides a la realidad.
“Aunque no tengamos éxito y fracasemos como empresa, espero que impulsemos esto un poco”, dice, y demostremos que “se puede hacer mucha más ciencia con mucho menos capital”.
Britt afirma que es probable que la minería de asteroides “acabe ocurriendo” y que la tecnología en el mercado ya es mucho más avanzada que “una servilleta de bar repleta de un montón de ecuaciones y diagramas”.
Pero espera que las tecnologías tengan que avanzar aún más antes de que los inversores estén dispuestos a invertir grandes cantidades de capital en ellas.
“Esa es una de las cosas que están haciendo las empresas emergentes como AstroForge: crear esa nueva tecnología e ingeniería”, afirma Britt.
Es posible que pasen años antes de que sepamos si los intentos de AstroForge tendrán un impacto duradero en el impulso general para extraer minerales del espacio. Pero es probable que se recuerde su enfoque “todo o nada”.
“Espero que, aunque solo sea eso”, dice Gialich, “se nos conozca como una empresa espacial que fue a por todas”.