CNNE 1685452 - las exigencias a pedro sanchez tras su periodo de reflexion
¿Qué tan fácil le resultará a Pedro Sánchez seguir al frente del Gobierno de España?
03:10 - Fuente: CNN

(CNN Español) – El período de reflexión que tomó la semana pasada el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, no dejó a nadie indiferente. Cancelar la agenda pública durante cinco días para decidir “si merecía la pena” o no seguir adelante, hizo temer a muchos que se avecinara un cambio brusco en el Ejecutivo.

No obstante, terminó optando por seguir adelante “con más fuerza, si cabe”.

Esta no es la primera vez que Sánchez plantea un giro que afecte el rumbo del Ejecutivo o su carrera política. El episodio anterior La más reciente tuvo lugar el 29 de mayo de 2023, cuando anunció que adelantaba unos meses las elecciones generales, previstas para finales de ese mismo año, dado que su organización política, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), había perdido influencia en la esfera autonómica y municipal en los comicios que se habían celebrado pocas horas atrás.

“Aunque las votaciones de ayer tenían un alcance municipal y autonómico, el sentido del voto traslada un mensaje que va más allá”, manifestaba Sánchez, razón por la que creía que los electores debían indicar qué línea debía seguir a futuro el Gobierno y qué “fuerzas políticas deben liderar esta fase”.

El resultado de esos comicios celebrados el 23 de julio de 2023 son conocidos: el Partido Popular ganó tras reunir más de ocho millones de votos y lograr 137 diputados. Sin embargo, las dificultades del líder de esta formación Alberto Núñez Feijóo, para amasar apoyos que permitieran su investidura facilitó que Sánchez lograra la suya tras obtener el voto de otros siete partidos.

La crisis del PSOE de 2016

Uno de los giros de guión más recordados de Sánchez ocurrió en 2016, cuando España vivió el fin del tradicional bipartidismo entre el PSOE y el PP tras la celebración de dos elecciones generales en poco más de seis meses.

Los comicios generales del 20 de diciembre de 2015 arrojaron un Congreso de los Diputados fuertemente fragmentado en comparación con legislaturas anteriores. Por primera vez, Podemos y Ciudadanos irrumpían en la Cámara Baja, haciendo que ninguna formación obtuviera los diputados necesarios para gobernar en solitario.

Ante ese escenario, el candidato del PP y ganador de esos comicios, Mariano Rajoy, intentó sin éxito tejer alianzas y convencer al PSOE de formar una coalición. Una opción que Sánchez, secretario general de los socialistas, rechazó para buscar apoyos entre las nuevas fuerzas que ganaban escaños en el Parlamento. Lo intentó hasta el punto de presentarse en marzo de 2016 a un debate de investidura, aunque no logró la confianza de la mayoría de la Cámara Baja.

La falta de acuerdos para investir a candidato alguno llevó a una repetición electoral el 26 de junio de 2016. Mariano Rajoy, de nuevo candidato por el PP, vencía en esos comicios al lograr 137 diputados. Un resultado que, nuevamente, le impedía gobernar si no llegaba a acuerdos con el resto de las formaciones.

Llegados a este punto, algunos sectores críticos dentro del PSOE propusieron facilitar con su abstención la investidura de Rajoy. Pero Sánchez se negaba y seguía apostando por “un gobierno alternativo”.

Eso hizo que las divisiones y las tensiones aumentaran dentro del partido, cuestionando el liderazgo de Sánchez. El líder socialista reunió al Comité Federal del partido a principios de octubre para plantear la necesidad de celebrar unas primarias en las que se escogiera a un secretario o secretaria general que aunara la voz de los socialistas.

Pero su propuesta fue descartada, llevándolo a renunciar al cargo de secretario general. Pocos días más tarde, cuando el Parlamento celebraba el debate de investidura de Rajoy y en el que PSOE se iba a abstener para facilitar que lograra la presidencia del Gobierno, Sánchez renunció también a su acta de diputado.

“A partir del lunes, cojo mi coche para recorrer todos los rincones de España y escuchar a quienes no han sido escuchados, que son los militantes y los votantes de izquierdas de nuestro país”, anunció acto seguido a renunciar a su escaño.

Varios meses después y tras la celebración de primarias, la militancia volvió a reelegir a Sánchez como secretario general del partido en mayo de 2017.