(CNN Español) – Un debate apretado y sin un claro ganador. Así transcurrió el tercer y último encuentro entre los candidatos a la presidencia de México, pues aunque todos atacaron no se abundó en los temas importantes, según analistas consultados por CNN.
Claudia Sheinbaum, de la coalición oficialista Morena-PT-PVEM; Xóchitl Gálvez, de la coalición opositora PAN-PRI-PRD; y Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, participaron en el tercer ejercicio, denominado República segura y con justicia.
Para el analista político David Mendoza, los tres candidatos se mantuvieron en una misma postura, sin marcar diferencias sustanciales.
“Creo que tanto Máynez como Sheinbaum concluyeron bien su participación y sabían que el cierre del debate era importante para llamar abiertamente al voto, mientras que Gálvez se mostró menos preparada”, opinó.
El experto en Comunicación Política añadió que se esperaba más de Gálvez, senadora con licencia, teniendo en cuenta que horas antes había encabezado un mitin multitudinario en el centro de la Ciudad de México que, según cifras de las autoridades, acudieron 95.000 personas.
“Gálvez debió haber cerrado con mucha más enjundia o con el mismo nivel con lo que hizo en la mañana. También tiene que ver la dificultad que de pronto tiene esta candidata que está en una coalición muy compleja y diversa, y que finalmente le faltó fuerza. Y esto es algo que toma en cuenta la ciudadanía”, precisó.
Mendoza señaló que Gálvez mantuvo su dinámica de atacar a Sheinbaum y logró hacer que su oponente se molestara en ciertas ocasiones con sus ataques y señalamientos.
En cambio, según el analista, Sheinbaum “estuvo más tranquila en contraste con sus participaciones anteriores, más articulada porque conoce las ventajas que tiene y el apoyo de toda la estructura gubernamental de Morena y del presidente Andrés Manuel López Obrador”, indicó.
El también experto en Gobernabilidad consideró que después de este tercer debate la diferencia en las encuestas entre Sheinbaum y Gálvez podrían reducirse, aunque todo se definirá el 2 de junio.
La encuesta más reciente de la empresa Mitofsky en viviendas —aplicada del 3 al 6 de mayo a 1.600 adultos residentes en todo el país y con credencial para votar— reveló que Sheinbaum, exjefa de Gobierno de la Ciudad de México, sigue a la cabeza de las preferencias electorales con más de 23,8 puntos porcentuales de ventaja en términos brutos, frente a Gálvez, de la coalición Fuerza y Corazón por México, un leve descenso con respecto a la anterior medición, en abril.
El candidado de MC incluso aprovechó el debate para rechazar la idea del “voto útil” y defender sus propuestas, en un aparente disparo indirecto contra quienes en las últimos semanas lo han llamado a declinar su candidatura y apoyar a Gálvez. De hecho, por momentos Álvarez Máynez pareció más duro con Gálvez que con Sheinbaum.
“Ni los debates ni los candidatos estuvieron a la altura”
Analistas consultados por CNN consideraron que ni la ronda de debates ni los candidatos estuvieron a la altura de lo que merecen los ciudadanos. Señalaron que el formato de los debates limitó el diálogo y que, para futuros debates, convendría invertir menos tiempo en explicar el método y la logística del formato. Además, opinan que la intervención de los moderadores debe ser más activa, aunque esto implique interrumpir a los candidatos, en pro de conseguir una respuesta concreta a las preguntas.
Para Mendoza, uno de los grandes pendientes en estos debates es permitir que haya un intercambio frontal de ideas entre los candidatos, al estilo de lo que se hace en países como Estados Unidos.
Este tercer debate presidencial contemplaba inicialmente un segmento cara a cara, en el que los candidatos se hicieran preguntas frentales sobre los temas previstos (política social, inseguridad y crimen organizado, migración y política exterior y democracia, pluralismo y división de poderes). Sin embargo, los representantes de los partidos impugnaron el formato argumentando que las reglas eran ambiguas. Al final, los candidatos respondieron a preguntas formuladas de antemano y por escrito por sus contendientes.
“Debería haber un formato mucho más libre con personas y personajes. Yo diría que pudieran realmente generar dentro del espectador esa emoción. Nuevamente vuelvo a subrayar este aspecto emocional, porque el ciudadano quiere ver a la persona, no quiere ver a esa estructura rígida, esta estructura que no voltea a ver a su oponente”, puntualizó.
–Valeria Ordóñez Ghio contribuyó a esta publicación.