(CNN Español) – En diciembre de 2023, China era el segundo socio comercial de Argentina, según indicaban los datos oficiales. El 10 de ese mes, Javier Milei llegó a la Casa Rosada, y la situación empezó a cambiar. Ya durante la campaña, el entonces candidato a presidente señalaba sus diferencias ideológicas con algunos países del mundo a los que consideraba comunistas, entre ellos China. “No solo no voy a hacer negocios con China, no voy a hacer negocios con ningún comunista”, sentenció durante un reportaje con el periodista Tucker Carlson en septiembre de 2023.
Las diferencias con China se sostuvieron durante estos casi seis meses que lleva el Gobierno de Milei.
En un esfuerzo diplomático, a fines de abril su ministra de Relaciones Exteriores, Diana Mondina, viajó a China en busca de establecer puentes con Beijing y potenciar la relación bilateral, no solo para recuperar intensidad en el comercio, sino también en el marco de la negociación para renovar los vencimientos de junio y julio de un préstamo que nació del entendimiento entre los bancos centrales de ambos países en 2009, un swap que forma parte de las reservas internacionales contabilizadas por Argentina. Sin embargo, no se llegó a un acuerdo durante la visita de Mondino, y una de las posibilidades es que el país deba pagar esas cuotas con dólares propios.
A días de volver de ese viaje, la canciller desató una controversia cuando dijo que una inspección que el Gobierno realizó en la base espacial que China tiene en la provincia de Neuquén no pudo establecer que incluyera militares, ya que “son chinos, son todos iguales”, una descripción considerada ofensiva. Posteriormente, negó ante medios de comunicación locales que hubiera intención discriminatoria en sus palabras.
Efectos en el comercio
A esas discrepancias se sumó en los últimos meses una caída de China en su posicionamiento como socio comercial argentino. En marzo de 2024, perdió el segundo lugar a manos de la Unión Europea (UE). El último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos de Argentina (Indec) correspondiente a abril da cuenta de una retirada simbólica: China ya no está en el podio de los socios comerciales de Argentina y ahora ocupa el cuarto lugar, luego de Brasil, la UE y Estados Unidos.
El cambio de rumbo en la intensidad comercial se vio reflejado ya en la comparación entre enero y febrero de este año, los dos primeros meses completos de Milei como presidente. Es que Argentina pasó de exportar US$ 454 millones a China en enero a venderle por US$ 391 millones en febrero, casi un 14% menos. En el mismo lapso, de importar US$ 1.012 millones en enero, pasó a comprar productos del gigante asiático por solo US$ 730 millones en el segundo mes de 2024, una disminución de casi el 28%.
Entre marzo y abril, se aprecia una estabilización de los valores comercializados entre los dos países, pero no alcanzó para que China no perdiera terreno entre los socios. Las exportaciones argentinas a ese destino alcanzaron los US$ 310 millones en marzo, mientras que las importaciones representaron US$ 713 millones.
Para tomar dimensión de lo que significa esta retracción, hay que tomar en cuenta que las exportaciones argentinas crecieron 9,8% en lo que va 2024 y las importaciones cayeron 23,8%. De esos totales, China explica el 6,5% de las exportaciones y 17,9% de las importaciones.
“Algunas expresiones agraviantes para el sistema político que impera en China generaron el disgusto de sus autoridades”, reflexiona Diego Guelar, exembajador argentino en ese país (2015 y 2019), que puede justificar la caída de la preponderancia del gigante asiático como socio comercial.
No obstante, Guelar sostiene que existen otras razones que pueden sumarse para explicar qué está pasando en la relación de intercambio entre los dos países. Entre ellos, destaca la propia dinámica interna de Argentina. “La recesión, así como el impuesto país, afectaron negativamente las importaciones provenientes de China. Además, la caída de los precios de la carne impactó en las exportaciones”, explica el experto.
Conocedor a fondo del vínculo entre las dos naciones, el exembajador argentino en China deja por otro lado una puerta abierta a una recuperación del lazo. “La autorización de los eventos biotecnológicos del maíz y la apertura del mercado de trigo son señales de una actitud positiva, tendiente a hacernos reflexionar sobre la enorme conveniencia de honrar nuestra relación estratégica bilateral”.