(CNN) – La próxima vez que el expresidente Donald Trump celebre un mitin de campaña, será la primera vez que lo haga como delincuente convicto.
Cuándo sucederá, aún está por verse. Una de las innumerables incógnitas de cara a unas elecciones sin precedentes que se han hecho más extraordinarias por los acontecimientos de la semana pasada.
El veredicto de culpabilidad de 34 cargos emitido el jueves por un jurado de Manhattan, la primera condena penal de un expresidente, cayó como una bomba en el panorama político estadounidense. La campaña de Trump se había preparado durante mucho tiempo para este resultado, predispuso a su candidato y a sus seguidores para una conclusión desfavorable y presentó el caso como un espectáculo político. Pero ahora que ha llegado el veredicto, la incertidumbre acecha detrás de cada decisión.
Nadie puede decir con certeza cómo responderán los votantes a este momento histórico, ni cómo sopesarán la condena de Trump frente a otros factores, como su opinión sobre el presidente Joe Biden o cuestiones que afectan a su bolsillo o a su salud personal, como la inflación y el acceso al aborto.
Incluso si la decisión del jurado no conmoviera a los indecisos, no está claro si se inclinarán por un candidato enardecido y un partido que busca venganza.
El instinto de Trump para atacar cuando se ve acorralado en una esquina se manifestó este viernes en la reacción que dejó entrever cómo pretende seguir adelante después del veredicto.
En un discurso libre y lleno de agravios de 33 minutos en la Torre Trump, el expresidente repasó sus frases habituales de los discursos de campaña sobre la seguridad fronteriza y la gestión de Biden del país antes de arremeter contra las personas que consideraba responsables de su riesgo legal. Trump comparó a Juan Merchán, el juez que supervisa el caso, con un “demonio”, y calificó al testigo estrella de la acusación, su exabogado Michael Cohen, de “saco de basura”.
Trump continuó afirmando que Biden estaba detrás del caso del dinero por silencio de Nueva York, una afirmación que repite regularmente sin pruebas.
Al concluir sus declaraciones, el expresidente dio a entender que estaba dispuesto a pasar a la campaña electoral después de haber pasado los últimos dos meses en gran parte atado a un tribunal de Manhattan.
“El 5 de noviembre es el día más importante de la historia del país”, declaró Trump este viernes, un día después de decir que las elecciones darían “el verdadero veredicto”.
No está claro, sin embargo, cuándo planea Trump llevar este mensaje a la calle. Su agenda está notablemente vacía, sin ningún acto público anunciado, un calendario diseñado para acomodar las deliberaciones del jurado que podrían haber continuado indefinidamente.
En su lugar, se espera que Trump pase el fin de semana en su club de golf de Bedminster, Nueva Jersey, según dijeron a CNN dos fuentes familiarizadas con su agenda. A finales de la próxima seman
a, comienza un viaje de recaudación de fondos de la costa oeste con paradas en California
El caso del dinero por silencio también está lejos de terminar y seguirá planeando sobre la temporada política. Trump y su abogado, Todd Blanche, han indicado que apelarán, un proceso que podría durar más que la propia campaña. También sigue en vigor una orden de silencio que limita las declaraciones de Trump durante el proceso judicial.
Merchan ha fijado la fecha de la sentencia para el 11 de julio, cuatro días antes de que los republicanos se reúnan en Milwaukee para designar oficialmente a Trump como candidato en su convención nacional. El equipo legal del expresidente está indeciso sobre si pedir a Merchan que mueva la fecha, informó CNN este jueves, dejando la puerta abierta a que su sentencia se convierta en un punto focal de la convención del partido.
Aprovechar el drama legal
Trump ha aprovechado sus problemas legales desde que un gran jurado de Nueva York, en marzo de 2023, emitió la primera de las cuatro acusaciones al expresidente. Las acusaciones reunieron eficazmente a los votantes republicanos en torno a la tercera candidatura de Trump a la Casa Blanca y lo ayudaron a superar la bien financiada competencia en las primarias del gobernador de Florida, Ron DeSantis, la exgobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley y otros que pensaban que el partido podría estar listo para pasar página del expresidente.
En los discursos de campaña por todo el país durante el último año, Trump se ha apoyado en sus casos para reunir a sus partidarios e incluso llegar a nuevos públicos. Ha sugerido que su foto policial, tomada tras ser procesado en Georgia por intentar anular el resultado de las elecciones estatales de 2020, atraería a los votantes negros. El pasado fin de semana, Trump intentó conectar con una multitud libertaria mencionando los cargos a los que se enfrenta.
“Así que, si antes no era libertario, seguro que ahora sí lo soy”, dijo.
Sin embargo, la campaña tiene la intención de enviar mensajes sobre su condena en el futuro, y lo hará con una nuevo potencia. El equipo de Trump aprovechó rápidamente la indignación de los republicanos por el veredicto de este jueves. Una oleada de llamamientos para recaudar fondos ayudó a conseguir casi 53 millones de dólares en donaciones en las 24 horas posteriores a que el jurado anunciara su decisión, dijo su campaña.
En todo Washington, los aliados de Trump, algunos de ellos que compiten por ser su compañero de fórmula, respondieron el viernes con una serie de crecientes llamamientos a tomar represalias en su nombre.
El representante de Ohio Jim Jordan, presidente de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes, exigió que el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, y Matthew Colangelo, un abogado de la oficina del fiscal, testifiquen la próxima semana “sobre la persecución política sin precedentes del presidente Trump”. Varios senadores republicanos, incluidos los aspirantes a la vicepresidencia Marco Rubio de Florida y JD Vance de Ohio, firmaron una carta en la que señalaban que no trabajarían con el Gobierno de Biden para aprobar leyes, confirmar a sus nominados judiciales o aumentar el gasto no relacionado con la seguridad.
Vance, durante una aparición el viernes en Fox News, prometió “contraatacar” con investigaciones sobre los demócratas y sus donantes y también citando a Merchan y a su hija. La hija del juez, presidenta de una consultora de campaña que trabaja con candidatos demócratas, se convirtió en blanco de los ataques de Trump antes de que Merchan la incluyera en su orden de silencio.
“Tenemos que llegar al fondo de la cuestión y, cuando descubramos una irregularidad, tenemos que ser capaces de castigarla”, afirmó Vance. “Ese es el único lenguaje que creo que esta gente va a entender”.
La campaña de Trump ya está dejando claro que tiene la intención de criticar a los republicanos considerados poco leales en este momento.
Cuando Larry Hogan, exgobernador de Maryland y candidato republicano al Senado, pidió a los estadounidenses que “respetaran el veredicto y el proceso legal”, el jefe de campaña de Trump, Chris LaCivita, respondió en las redes sociales: “Acaba de terminar tu campaña”.
LaCivita también respondió al Comité Nacional de los Republicanos Universitarios por publicar en las redes sociales “Hay que respetar el resultado de este juicio”.
“Las opiniones son como los c****”, escribió LaCivita. “Todo el mundo tiene uno”.
Kristen Holmes de CNN contribuyó a este informe.