(CNN) – La sonda lunar china Chang’e-6 abandonó este martes la cara oculta de la Luna, con lo que da un paso más hacia la culminación de una ambiciosa misión que subraya el ascenso del país como superpotencia espacial.
En un momento simbólico antes del despegue, China también se convirtió en el primer país en desplegar su bandera nacional en la cara oculta de la Luna, que mira permanentemente en dirección opuesta a la Tierra.
La sonda, que transporta las primeras rocas lunares recogidas en la cara oculta de la Luna, despegó y entró en órbita lunar a primera hora de este martes, hora de Beijing, tras haber recogido muestras con éxito durante los dos días anteriores, según un comunicado de la Administración Nacional Espacial China (CNSA).
Se calcula que su viaje de regreso a la Tierra durará unas tres semanas, y se espera que aterrice en la región china de Mongolia Interior hacia el 25 de junio.
El regreso con éxito de las muestras daría a China una ventaja en el aprovechamiento de los beneficios estratégicos y científicos de la exploración lunar ampliada, un campo cada vez más competitivo que ha contribuido a lo que el jefe de la NASA, Bill Nelson, llama una nueva “carrera espacial”.
Esta es la segunda vez que China recoge muestras de la Luna, después de que la Chang’e-5 trajera rocas de la cara cercana en 2020.
Antes este año, Nelson pareció reconocer que el ritmo de China –y las preocupaciones sobre sus intenciones– estaban impulsando la urgencia estadounidense de regresar a la Luna, décadas después de sus misiones tripuladas por el Apolo.
Una foto publicada por la CNSA este martes y que es tendencia en la plataforma china Weibo, similar a X, muestra la superficie perforada con una forma parecida al carácter chino “zhong”, o “medio” en inglés, el primer carácter de la palabra china para “China”.
La sonda Chang’e-6 resistió “la prueba de las altas temperaturas” y recogió las muestras perforando la superficie lunar y recogiendo el suelo y las rocas con un brazo mecánico, dijo la CNSA.
Tras recoger las muestras, Chang’e-6 extendió un brazo robótico para izar la bandera china, según una animación publicada por la CNSA.
La bandera, hecha de roca volcánica basáltica, fue diseñada para resistir la corrosión y las temperaturas extremas de la cara oculta de la Luna, con vistas a futuras misiones lunares, explicó un ingeniero de Chang’e-6 a la cadena estatal CCTV.
La roca “fue triturada, fundida y estirada en filamentos de un tercio del diámetro de un cabello humano, luego hilada y tejida en tela”, explicó el ingeniero Zhou Changyi.
“La superficie lunar es rica en basalto”, añadió Zhou. “Como vamos a construir una base lunar en el futuro, lo más probable es que tengamos que convertir el basalto en fibras y utilizarlo como material de construcción”.
Misión histórica
Chang’e-6 aterrizó con éxito el domingo por la mañana en la cuenca del Polo Sur-Aitken, la cuenca de impacto más antigua de la Luna, formada hace unos 4.000 millones de años. Se trata de la segunda vez que una misión alcanza con éxito la cara oculta de la Luna, después de que China completara esa hazaña histórica por primera vez en 2019 con su sonda Chang’e-4.
Si todo va según lo previsto, la misión –que comenzó el 3 de mayo y se espera que dure 53 días– podría ser un hito clave en el impulso de China para convertirse en una potencia espacial dominante.
Los planes del país incluyen el aterrizaje de astronautas en la Luna para 2030 y la construcción de una base de investigación en su polo sur, una región que se cree contiene hielo de agua.
Según los expertos, las muestras recogidas por el módulo de aterrizaje Chang’e-6 podrían proporcionar pistas clave sobre el origen y la evolución de la Luna, la Tierra y el sistema solar, mientras que la misión en sí proporciona datos importantes y práctica técnica para avanzar en las ambiciones lunares de China.
“La enigmática cara oculta lunar es tan diferente de la cara visible lunar en tantos aspectos que, sin las muestras devueltas, los científicos lunares no pueden comprender plenamente la Luna como un cuerpo planetario completo”, dijo James Head, profesor emérito de la Universidad Brown que colaboró con los científicos chinos que dirigen la misión. “Las muestras devueltas por Chang’e 6 permitirán dar grandes pasos en la resolución de estos problemas”.
La cara oculta de la Luna está fuera del alcance de las comunicaciones normales, lo que significa que Chang’e-6 también debe depender de un satélite que fue lanzado a la órbita lunar en marzo, el Queqiao-2.
China planea lanzar otras dos misiones de la serie Chang-e a medida que se acerca a su objetivo de 2030 de enviar astronautas a la Luna.
Carrera espacial
Varios países están ampliando sus programas lunares, cada vez más centrados en garantizar el acceso a los recursos y la exploración del espacio profundo.
El año pasado, India alunizó por primera vez una nave espacial en la Luna, mientras que la primera misión de alunizaje de Rusia en décadas acabó en fracaso cuando su sonda Luna 25 se estrelló contra la superficie lunar.
En enero, Japón se convirtió en el quinto país en colocar una nave espacial en la Luna, aunque su módulo de alunizaje Moon Sniper tuvo problemas de potencia debido a un ángulo de alunizaje incorrecto. Al mes siguiente, IM-1, una misión financiada por la NASA y diseñada por la empresa privada Intuitive Machines, con sede en Texas, alunizó cerca del polo sur lunar.
Este alunizaje, el primero de una nave espacial de fabricación estadounidense en más de cinco décadas, es una de las misiones comerciales previstas para explorar la superficie lunar antes de que la NASA intente devolver allí a astronautas estadounidenses tan pronto como en 2026 y construir su campamento base científico.