(CNN) – Manifestantes ambientalistas rociaron con pintura naranja la estructura prehistórica más famosa del Reino Unido, Stonehenge, un día antes de que grandes multitudes se reúnan allí para el solsticio de verano.
Un video publicado en X por Just Stop Oil muestra a dos de los activistas del grupo rociando el monumento con extintores.
“Los manifestantes de Just Stop Oil exigieron que el gobierno entrante firme un tratado legalmente vinculante para eliminar gradualmente los combustibles fósiles para 2030”, publicó el grupo en X.
La acción tuvo lugar alrededor de las 12:00 horas, hora local (7 a.m. ET) en el antiguo sitio cerca de Salisbury en el suroeste de Inglaterra, dijo la policía de Wiltshire en un comunicado. La policía arrestó a los dos manifestantes “bajo sospecha de dañar el antiguo monumento”, según el comunicado.
La cuenta oficial de Stonehenge X describió el incidente como “extremadamente perturbador”.
“Se arrojó pintura en polvo de color naranja contra varias piedras de Stonehenge. Obviamente, esto es extremadamente perturbador y nuestros curadores están investigando el alcance del daño”, decía la publicación. El sitio permanece abierto, según English Heritage, que lo gestiona.
Los manifestantes eran un estudiante de Oxford de 21 años y un hombre de Birmingham de 73 años, dijo Just Stop Oil en un comunicado de prensa.
Anticipándose a la reunión de personas en Stonehenge prevista para el jueves para conmemorar el día de luz solar más largo del hemisferio norte, English Heritage publicó las “condiciones de entrada”.
“Stonehenge es Patrimonio de la Humanidad, un Monumento Antiguo Programado y muchos lo consideran un lugar sagrado. Pedimos que todos los asistentes lo respeten y los que celebran en torno a él”, dice el sitio web.
En respuesta al incidente de X, el primer ministro británico, Rishi Sunak, escribió: “Just Stop Oil es una vergüenza”.
El mismo grupo fue noticia el mes pasado cuando dos manifestantes rompieron el cristal que protegía la Carta Magna, un famoso manuscrito británico del siglo XIII, en el Museo Británico de Londres.
Los activistas climáticos han estado organizando protestas cada vez más resonantes, muchas de las cuales han implicado ataques a obras de arte de alto valor, como la Mona Lisa y los “Girasoles” de Van Gogh.