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CNN visita un "pueblo fantasma" de China que refleja la rápida evolución del país
01:42 - Fuente: CNN

(CNN) – Las autoridades de ciudades chinas con problemas de liquidez están reclamando a las empresas el pago de impuestos que se remontan a años, y en algunos casos a décadas, en un intento de tapar el agujero que la crisis inmobiliaria ha abierto en sus finanzas.

Al menos ocho grandes empresas que cotizan en bolsa en China han revelado que han recibido demandas para pagar impuestos históricos, que en un caso se remontan a la década de 1990, en un hecho que ha causado un gran revuelo en internet y dañado la ya frágil confianza empresarial.

V V Food & Beverage, el mayor productor de leche de soja del país, declaró la semana pasada que una de sus filiales había recibido un requerimiento de pago por un total de 85 millones de yuanes (US$ 11,7 millones) del gobierno de la ciudad de Zhijiang, en la provincia central de Hubei.

La oficina tributaria de Zhijiang declaró haber descubierto recientemente que la empresa no había presentado declaraciones de impuestos durante 16 años, de 1994 a 2009, según informó la compañía en un comunicado fechado el 12 de junio.

El fabricante de bebidas no es el único en caer en la aparente redada fiscal. Al menos otras siete empresas que cotizan en bolsa han reportado demandas similares en los últimos meses. En algunos casos, las empresas han tenido que suspender la producción y despedir a trabajadores porque no podían absorber las elevadas facturas y sanciones fiscales.

La campaña sugiere que los gobiernos locales están buscando otra forma de llenar sus arcas, ya que se enfrentan a una creciente presión financiera debido a la persistente caída del sector inmobiliario y a la debilidad económica. Las autoridades también han hecho públicos sus esfuerzos por colaborar más estrechamente con la policía para encontrar a los infractores fiscales, lo que ha causado aún más alarma.

“Los gobiernos locales chinos se enfrentan a una intensa presión para cumplir sus objetivos de recaudación, especialmente en un contexto de ralentización económica y retos fiscales más amplios”, afirma Craig Singleton, investigador principal sobre China de la Fundación para la Defensa de las Democracias, organización no partidista.

Los gobiernos regionales han dependido durante mucho tiempo de la venta de terrenos como principal fuente de ingresos, que se utilizan para pagar desde carreteras hasta asistencia sanitaria. Pero una crisis inmobiliaria desde 2021 ha mermado esa fuente de financiación.

En el último año, los gobiernos locales han recurrido a medidas extraordinarias para recaudar efectivo o recortar gastos, como multar a restaurantes por servir pepino rallado sobre fideos sin licencia o recortar las subvenciones a los combustibles en pleno invierno.

Una respuesta “extrema”

Los gobiernos locales de China solían contar con el sector inmobiliario como principal fuente de ingresos.

Después de que la campaña fiscal se hiciera viral en las redes sociales, la Administración Estatal de Impuestos emitió el martes un comunicado para calmar los ánimos.

Reconoció que algunas autoridades fiscales habían estado inspeccionando empresas en busca de posibles conductas indebidas, pero negó que hubiera puesto en marcha “ninguna inspección fiscal a escala nacional, sectorial o centralizada.”

“Entendemos perfectamente las preocupaciones de la comunidad empresarial y del público”, añadió.

Esta admisión ha suscitado especulaciones en Internet esta semana sobre la posibilidad de que la creación de “Centros de Combate Conjunto de Policía e Impuestos” en algunas partes del país se traduzca en políticas fiscales mucho más agresivas. Estos centros, que permiten a la policía local y a las autoridades fiscales compartir información y personal, se pusieron a prueba por primera vez en la ciudad de Yichun, en la provincia suroriental de Jiangxi, en 2021.

Y el intento del gobierno central de tranquilizar a la población ha chocado con las medidas represivas locales, causando confusión y miedo.

Investigar posibles impuestos atrasados de hace 20 o 30 años parece “extremo”, dijo Frank Tian Xie, profesor de la Universidad de Carolina del Sur Aiken.

“Si esas empresas efectivamente debían impuestos antes, ¿por qué la autoridad no fue a por ellas de inmediato? … ¿Por qué no es la negligencia del gobierno en la recaudación de impuestos lo que ha provocado este fiasco?”, afirmó.

Los pagos resultantes, incluidos los impuestos adeudados, las multas y los intereses, podrían ser “exorbitantes” y provocar la quiebra de muchas empresas, advirtió.

Las campaña plantean “graves riesgos para las empresas, ya de por sí agobiadas por los problemas operativos y las presiones económicas externas”, afirmó Singleton. “Esto podría propagarse por la economía, exacerbando potencialmente las pérdidas de empleo y mermando la confianza de los inversores”.

Beijing ha intentado tranquilizar al sector privado durante el último año. Las empresas se han mostrado cada vez más reacias a pedir préstamos o invertir, después de que años de medidas reguladoras enérgicas y estrictas restricciones de Covid minaran su confianza.

Golpe a las ganancias

Hasta ahora, los objetivos de las investigaciones han sido empresas privadas de diversos sectores.

V V ha advertido de que su cuenta de resultados podría verse afectada. El año pasado, el vendedor de leche de soja obtuvo un beneficio neto de sólo 209 millones de yuanes (US$ 29 millones). Y aún no sabe cuánto debe en concepto de multas, que podrían ser superiores a los US$ 11,7 millones de la factura fiscal.

El miércoles pasado, Ningbo Bohui Chemical Technology, productor de aditivos y fueloil ligero, dijo que había tenido que suspender la producción por “dificultades operativas de liquidez”. La restricción de caja se hizo pública poco después de que el gobierno de Ningbo pidiera a la empresa que pagara impuestos por uno de sus productos vendidos entre julio de 2023 y marzo de 2024. La empresa dijo que eso “afectaría” a sus beneficios netos en unos 500 millones de yuanes (US$ 69 millones).

Más tarde, la oficina de impuestos dijo que el gravamen se impuso tras la actualización de una norma nacional el año pasado. La empresa dijo que no debería haber estado sujeta al impuesto.

“(Los nuevos impuestos) tendrán un impacto adverso significativo en el rendimiento de la empresa en 2023 y en la producción y operaciones futuras”, dijo Bohui en un comunicado en marzo. “La empresa pasará de beneficios a grandes pérdidas en 2023”.

Zangge Mining, un productor de cloruro de potasio en la provincia occidental de Qinghai, dijo en abril que había recibido una demanda del gobierno de la ciudad de Golmud para pagar impuestos atrasados de 2019 a 2023. Incluyendo las multas, la empresa necesitaba pagar una cantidad total de 480 millones de yuanes (US$ 66 millones).

PKU Healthcare, con sede en Chongqing, Shunho New Materials, con sede en Shanghái, ChinaLin Securities, con sede en Shenzhen, y Yixintang Pharmaceutical Group, con sede en Yunan, también han pagado facturas de impuestos a los gobiernos locales que se remontan hasta siete años atrás, según declaraciones separadas realizadas en marzo y abril. Las cantidades abonadas oscilan entre los 8 millones de yuanes (US$ 1,1 millones) y los 310 millones de yuanes (US$ 43 millones).

La primera empresa que informó de esta tendencia este año fue LianTronics, un importante fabricante de pantallas LED. Dijo en enero que el gobierno de Shenzhen había solicitado el pago de 19,8 millones de yuanes (US$ 2,7 millones) en impuestos atrasados de 2017 y 20,2 millones de yuanes (US$ 2,8 millones) en multas.

Steven Jiang, Hassan Tayir y Fred He, de CNN, contribuyeron con el reportaje.