(CNN) – Winston Churchill, a menudo considerado el mejor líder británico, dimitió a los 80 años debido a sus crecientes problemas de salud. Keir Starmer, el nuevo líder del Reino Unido, quiere obligar a los legisladores de la Cámara Alta a dimitir a la misma edad. ¿Significa esto que cree que los octogenarios como el presidente Joe Biden deberían retirarse de la política?
“Obviamente, en Estados Unidos, es el pueblo estadounidense el que debe decidir quién quiere que sea su presidente”, declaró Starmer a Jake Tapper, de CNN, en una entrevista exclusiva al margen de la cumbre de la OTAN en Washington, una semana después de convertirse en primer ministro del Reino Unido.
A pesar de las crecientes dudas sobre la agudeza mental de Biden y su aptitud para un segundo mandato, Starmer dijo que el presidente de 81 años había estado “en buena forma” cuando los dos se reunieron para conversar, pero “por supuesto” lo diría si estuviera preocupado por él.
En la entrevista en el programa The Lead de CNN, Starmer también reafirmó el “apoyo inquebrantable” de su nuevo gobierno a la alianza de la OTAN, describió al rey Carlos III como “increíble” y habló de cómo “arrastró” a su partido de vuelta al centro de la política británica, una hazaña que le ayudó a propinar al Partido Conservador la peor derrota de su historia en las elecciones de la semana pasada.
Starmer, de 61 años, es el último de una serie de líderes mundiales a los que se ha preguntado si Biden es demasiado viejo para hacer campaña y gobernar con eficacia. Pero habló positivamente de sus conversaciones en la cumbre del miércoles.
“Teníamos programados 45 minutos. Probablemente estuvimos más de una hora, cubrimos mucho terreno y él estaba en buena forma”, dijo Starmer a Tapper.
Starmer dijo que las conversaciones fueron “una oportunidad realmente buena” para él de “hablar con el presidente sobre la relación especial” entre sus dos países. Dijo que Biden “merece crédito” por presidir una cumbre que el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, ha descrito como un éxito.
Los comentarios de Zelensky se produjeron antes de que Biden presentara erróneamente al líder ucraniano como “presidente Putin”, teniendo que corregirse apresuradamente. En una rueda de prensa más tarde, el jueves por la noche, Biden también llamó erróneamente a su vicepresidenta, Kamala Harris, “vicepresidenta Trump” al hablar de si podría vencer al expresidente.
Sobre su plan para obligar a los legisladores de la Cámara de los Lores -que fiscaliza al Gobierno y hace recomendaciones sobre las leyes- a dimitir después de cumplir 80 años, Starmer dijo que la política tenía “más que ver con el tamaño” de la cámara alta no electa que con la aptitud de los políticos de edad avanzada.
“Nuestra segunda cámara es la mayor del mundo. Tenemos más de 800 miembros. Tenemos que reducir su tamaño”, afirmó.
Starmer no es el único que intenta restar importancia a la edad de Biden. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, que asiste a la cumbre en una posición debilitada con su país en el limbo político después de unas elecciones parlamentarias anticipadas, dijo que Biden se mantuvo “al mando” y “claro en los temas que conoce bien”.
Tapper también pidió a Starmer que aclarara los comentarios hechos por David Lammy, un político laborista de larga trayectoria que se convirtió en secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido la semana pasada.
En 2018, Lammy calificó al entonces presidente Donald Trump –que también cumplirá 80 años en el cargo si es reelegido para un segundo mandato en noviembre– de “sociópata que odia a las mujeres y simpatiza con los neonazis” y de “profunda amenaza para el orden internacional”.
Starmer dijo que su gobierno “trabajará con quien sea elegido” en noviembre, pero subrayó: “Soy progresista y somos partidos hermanos con los demócratas”.
Los comentarios de Starmer coincidieron con sus anteriores declaraciones sobre una posible presidencia de Trump; el año pasado dijo a la BBC que “tendría que hacer que funcionara”, aunque eso no significa que “estaríamos de acuerdo en todo”.
Preguntado por las amenazas de Trump de abandonar la OTAN y llegar a un acuerdo con Putin, probablemente poniendo fin a la guerra en Ucrania en términos favorables a Rusia, Starmer elogió la “claridad de propósito” que otros miembros han mostrado en la alianza durante la cumbre. También dijo que el Reino Unido sigue “absolutamente comprometido” a aumentar su gasto en defensa al 2,5%, por encima de la directriz de la OTAN del 2%, pero no proporcionó un calendario para ello.
“Mi posición como primer ministro del Reino Unido no puede ser más clara, que es un apoyo inquebrantable a la OTAN”, dijo. “Fuimos orgullosamente uno de los países que estuvo presente en la fundación de la OTAN… Estamos orgullosos de esa historia”.
Giro al centro
Hace una semana, Starmer condujo al Partido Laborista a una victoria histórica, obteniendo una mayoría de 172 escaños en la Cámara de los Comunes y poniendo fin a 14 años de gobierno conservador.
Pero, casi de inmediato, la victoria de Starmer fue calificada de vacía y su mandato de frágil, y los críticos señalaron la relativamente baja participación de los laboristas en el voto popular, a pesar de su imponente victoria en el sistema electoral británico de mayoría relativa.
A la pregunta de si su victoria se debió más a la ira contra los conservadores que al entusiasmo por los laboristas, Starmer respondió diciendo que su equipo merecía elogios por dar la vuelta al partido después de que sufriera una derrota estrepitosa en 2019 bajo el liderazgo izquierdista de Jeremy Corbyn.
“Me hice cargo del Partido Laborista hace cuatro años y medio. Acabábamos de tener el peor resultado en unas elecciones generales desde 1935. Los pesimistas decían: ‘El Partido Laborista nunca volverá a ganar unas elecciones generales’. Los optimistas decían: ‘Puede que sí, pero tardarán diez años’”, explicó Starmer.
“Yo dije: ‘No, vamos a hacerlo en una legislatura. Pero tenemos que ser implacables, tenemos que ser férreos, vamos a cambiar el Partido Laborista, vamos a darle la vuelta y a asegurarnos de que sea un partido que siempre diga: el país primero, el partido después’”.
Dijo que había conseguido reconducir a su partido hacia el centro, huyendo de los extremos.
“Los británicos son razonables, tolerantes: no les gusta mucho la extrema izquierda, no les gusta mucho la extrema derecha. Y eso lo subestimamos”, dijo. “Una de las frases que utilicé en las elecciones fue que necesitamos una política que toque más ligeramente la vida de la gente. Y eso es muy importante en el Reino Unido”.
Aunque descartó intentar volver a entrar en la Unión Europea, Starmer dijo que quería “recomponer” la relación del Reino Unido con el bloque. La “misión número uno” de Starmer, dijo, es devolver a la nación el crecimiento económico, prácticamente estancado desde la crisis financiera de 2008.
Starmer ha suavizado su opinión sobre la monarquía británica, tras haber hablado alguna vez de abolirla, y dijo que esperaba con impaciencia su audiencia semanal con el rey Carlos III, ahora que se ha convertido en primer ministro.
“Siempre es valioso escuchar lo que tiene que decir. Está increíblemente interesado en la política, en los asuntos de todo el Reino Unido y en los asuntos mundiales”, dijo Starmer. “Son un intercambio de opiniones franco y realmente bueno, y que continúen”.