Análisis (CNN) – Momentos después de que Donald Trump fuera puesto a salvo tras un fallido intento de magnicidio en un mitin el sábado, algunos de sus partidarios se dirigieron al área de prensa con obscenidades mientras señalaban a los periodistas como culpables.
“¡Esto es culpa de ustedes!”, gritó enfáticamente un asistente, señalando a periodistas individuales mientras se acercaba a la línea de la valla que los separaba de los asistentes.
“¡Es culpa suya!”, exclamó otro.
La reportera de Axios Sophia Cai, que citó a algunos de los asistentes advirtiendo a la prensa de que “son los siguientes” y de que su “hora está llegando”, informó que incluso algunos asistentes al mitin intentaron romper las barreras que establecían el área de prensa, pero que fueron detenidos por el personal de seguridad.
Inmediatamente después del horrible atentado contra la vida de Trump, que se saldó con la trágica muerte de un asistente al mitin y heridas graves a otros dos, los medios de comunicación se han erigido rápidamente entre algunos partidarios de Trump como un órgano al que atribuir culpas.
Mientras que la campaña de Trump instó a su personal a “condenar todas las formas de violencia” y dijo que “no tolerará la retórica peligrosa en las redes sociales”, algunos de los partidarios del expresidente en los medios partidarios al movimiento MAGA (Make America Great Again) de Trump arremetieron con vehemencia contra la prensa por sus duros reportajes sobre Trump, que han hecho sonar la alarma sobre cómo serían cuatro años más bajo su mandato.
A lo largo del ciclo de campaña, las organizaciones de noticias, entre otras cosas, han informado extensamente sobre los planes de Trump para deformar el Gobierno federal para sus propios fines, incluida la búsqueda de venganza contra sus oponentes políticos.
Esa información se enfrenta ahora a un escrutinio, en el que algunos partidarios de Trump la culpan de crear una atmósfera cargada que dio paso al intento de magnicidio, mientras que la mayoría mira más allá de la retórica incendiaria del propio expresidente.
Inmediatamente después del atentado, las principales personalidades de los medios de comunicación condenaron el tiroteo, subrayando que la violencia contra un candidato político es un atentado contra la propia democracia. Los principales comentaristas liberales también expresaron su repulsa en términos contundentes. Rachel Maddow, de MSNBC, la personalidad liberal más reconocida del país, dijo que no tenía “palabras adecuadas para describir lo asqueada y horrorizada” que estaba.
“No *no* *no* *no* hay solución violenta a ningún conflicto político estadounidense”, escribió Maddow en Threads. “Estoy agradecida de que el expresidente vaya a estar bien, y miserablemente triste y enojada por las otras personas heridas y asesinadas. Este es un día muy oscuro”.
La reacción de la prensa y de las figuras liberales de los medios de comunicación contrastó fuertemente con la forma en que las personalidades de los medios de la derecha han respondido tras los atentados contra demócratas. En lugar de subir el volumen o avivar el fuego de las teorías conspirativas de falsa bandera, como han hecho altas figuras de la derecha tras los atentados contra Paul Pelosi y Gabrielle Giffords, instaron a la calma.
Sin embargo, la actitud contra la prensa en los círculos de MAGA ha aumentado incuestionablemente. A pesar de la exactitud de la información de los medios de comunicación sobre Trump, los partidarios del expresidente han pasado a vilipendiar y convertir en chivos expiatorios a los periodistas por el atroz ataque, enviando las actitudes antimedios a cotas alarmantes.
“A diario, MSNBC le dice a su audiencia que Trump es una amenaza para la democracia, un autoritario en espera y un aspirante a dictador si nadie lo detiene”, escribió en X el locutor de radio conservador Erick Erickson. “¿Qué pensaban que podría pasar?”.
Donald Trump Jr. arremetió contra CNN, The Washington Post y la prensa en general por la reciente cobertura de su padre.
“Los demócratas y sus amigos en los medios sabían exactamente lo que estaban haciendo con la m**** de ‘literalmente Hitler’”, escribió en X.
A poco más de 100 días de las elecciones de noviembre, la incendiaria postura hacia la prensa es motivo de preocupación entre los ejecutivos de los medios de comunicación y ha estimulado el debate en las redacciones sobre las precauciones de seguridad, especialmente con la Convención Nacional Republicana que comenzará el lunes. Este evento de cuatro días, que ya era motivo de preocupación en materia de seguridad antes del atentado, reunirá a decenas de periodistas, junto a miles de partidarios de Trump.
“Los periodistas siempre están entre los primeros en correr hacia una crisis, y estamos trabajando a toda máquina para mantener a todos a salvo”, dijo un ejecutivo de noticias. “Esa es la prioridad absoluta”.