Miembros del público llegan como parte de una marcha de protesta antes de la publicación del informe de la Comisión Real de Investigación sobre el Abuso en el Cuidado en el Parlamento el 24 de julio de 2024 en Wellington, Nueva Zelandia Hagen.

(CNN) – El primer ministro de Nueva Zelandia, Christopher Luxon, expresó su pesar este miércoles después de que una investigación pública descubriera que unos 200.000 niños, jóvenes y adultos vulnerables sufrieron abusos en centros estatales y religiosos durante los últimos 70 años.

Casi uno de cada tres niños y adultos vulnerables bajo cuidado desde 1950 hasta 2019 experimentó algún tipo de abuso, según el informe, un hallazgo que podría dejar al gobierno enfrentando miles de millones de dólares en nuevos reclamos de compensación.

“Este es un día oscuro y triste en la historia de Nueva Zelandia como sociedad y como Estado, deberíamos haberlo hecho mejor, y estoy decidido a que lo hagamos”, dijo Luxon en una conferencia de prensa.

El 12 de noviembre se presentará una disculpa oficial, añadió.

El primer ministro Christopher Luxon habla durante la presentación del informe de la Comisión Real de Investigación sobre el Abuso en la Atención el 24 de julio de 2024 en Wellington, Nueva Zelandia.

El informe de la Comisión Real de Investigación habló con más de 2.300 supervivientes de abusos en Nueva Zelandia, que tiene una población de 5,3 millones de habitantes. La investigación detalló una serie de abusos en la asistencia estatal y religiosa, incluidas violaciones, esterilizaciones y descargas eléctricas, que alcanzaron su punto álgido en la década de 1970.

Según el informe, los miembros de la comunidad indígena maorí eran especialmente vulnerables a los abusos, así como las personas con discapacidades mentales o físicas.

Líderes civiles y religiosos lucharon para encubrir los abusos, trasladando a los agresores a otros lugares y negando su culpabilidad, por lo que muchas víctimas murieron antes de que se hiciera justicia, añade el informe.

“Es una vergüenza nacional que cientos de miles de niños, jóvenes y adultos sufrieran abusos y desatención al cuidado del Estado y de instituciones religiosas”, afirmaba el informe.

En él se formulan 138 recomendaciones, entre ellas pedir disculpas públicas al Gobierno de Nueva Zelandia, así como al papa y al arzobispo de Canterbury, jefes de las iglesias católica y anglicana respectivamente, que ya han condenado anteriormente los abusos a menores.

La gente llega al Parlamento en Wellington, Nueva Zelandia, el miércoles 24 de julio de 2024.

También pedía que el gobierno creara una Agencia de Cuidados Seguros encargada de supervisar el sector, así como una nueva legislación que incluyera la notificación obligatoria de sospechas de abusos, incluidas las confesiones religiosas.

El informe estimaba que el coste medio de por vida para un sobreviviente de abusos, es decir, lo que los neozelandeses considerarían actividades normales y cotidianas, ascendería en 2020 a unos 857.000 dólares neozelandeses (US$ 511.200,50) por persona, aunque no aclaraba la cuantía de las indemnizaciones disponibles para los sobreviviente .

Luxon dijo que creía que la indemnización total debida a los sobreviviente podría ascender a miles de millones de dólares.

“Estamos abriendo las conversaciones sobre indemnizaciones y estamos llevando a cabo ese trabajo con grupos de supervivientes”, dijo.

La investigación también recomendó pagos a las familias que han sido atendidas por sobreviviente de abusos debido al trauma intergeneracional que sufrieron, así como la revisión de las indemnizaciones pagadas en casos anteriores de abusos a menores, incluida la unidad estatal de adolescentes de Lake Alice.

“El elemento más importante es reconocer y agradecer a los supervivientes la realidad y la verdad de sus vidas”, dijo Tracey McIntosh, socióloga de la Universidad de Auckland.