Nueva York (CNN) – Uno de los problemas de la tecnología es que puede ser muy buena en detectar cuando alguien está haciendo un uso no autorizado de ella. Y no lo digo en el sentido aterrador de la Policía del Pensamiento del Gran Hermano, sino más bien en el malvado sentido legal de obligarnos a pagar por cosas que antes podíamos tener gratis.
Hubo un tiempo en que podías disfrutar de un sábado de compras en Costco (con la tarjeta de socio de tu hermana, por supuesto), antes de ir a un museo (entrada gratuita con tu carné de estudiante caducado de hace 15 años) o disfrutar de un maratón de series (con el acceso a Netflix del exnovio de tu compañera de universidad).
No lo llamarías robar, per se. Gorronear, tal vez. Explotar una laguna en un sistema de cultura comercializada que no has creado, pero en el que te ves obligado a participar, ¿qué puede haber más capitalista que eso?
Pero gracias al perfeccionamiento de la tecnología que las grandes empresas utilizan para controlar las suscripciones, esos días de gorroneo se han acabado.
Este mes, Costco y Disney han seguido el ejemplo de Netflix y anunciaron que van a tomar medidas enérgicas contra los que comparten cuentas.
Así que la próxima vez que quieras reponer tu reserva de almendras cubiertas de chocolate Kirkland, tendrás que tener una suscripción propia que escanees en la puerta. ¿Quieres poner “Frozen” para los niños y tener dos horas para hacer cualquier otra cosa? Necesitarás un nombre de usuario Disney+ asociado a tu hogar.
La tecnología que rastrea tu dirección IP y puede leer tu cara se ha vuelto más sofisticada y, como informó el diario The Wall Street Journal la semana pasada, los minoristas y los servicios de streaming están recurriendo cada vez más a la tecnología de verificación de estado que hace que sea más difícil para la gente reclamar descuentos para estudiantes en servicios como Amazon Prime o Spotify después de la graduación.
La jugada de Netflix
Las medidas contra el uso compartido fueron un gran éxito para Netflix. Durante años, el gigante del streaming hizo la vista gorda ante el uso compartido de contraseñas porque, de este modo, permitía que más personas experimentaran el producto y, lo que es más importante, llegaran a confiar en él.
Netflix siguió creciendo y creciendo hasta 2022, cuando, por primera vez en su historia, la empresa perdió suscriptores y los inversores se asustaron.
No fue solo porque “Virgin River” fuera prácticamente imposible de ver (lo siento, es cierto), sino también porque a Netflix le entró una repentina competencia. Disney, Apple, HBO y Amazon intensificaron sus actividades de streaming. TikTok y YouTube también clavaron sus garras. Y hasta cierto punto, Netflix se vio golpeado por la innegable llamada de “Por fin salir con amigos a bares sin mascarillas”, una actividad muy popular en ese momento.
Así que Netflix sacó provecho de su lealtad a la marca, apostando a que se había hecho indispensable para suficientes espectadores como para que estuvieran dispuestos a desembolsar entre US$ 7 y 15 al mes para mantener su acceso.
Era una apuesta arriesgada, pero pareció dar sus frutos. Netflix sumó 30 millones de suscriptores el año pasado, y más de 9 millones en el primer trimestre de este año.
Por supuesto, que a Netflix le haya funcionado no significa que a los demás les vaya a funcionar. Netflix estaba a años luz de la competencia en streaming, y sus años de producción de contenidos le han dado derecho a pedir a sus clientes que empiecen a cumplir las normas.
El negocio de streaming de Disney -Disney+, Hulu y ESPN+- no empezó a ser rentable hasta el segundo trimestre de este año. Es una marca querida, un nombre que despierta alegría. Pero, ¿ha alcanzado el mismo nivel de audiencia que Netflix? No está claro. (Aunque la segunda temporada de “Andor” parece tener buen desempeño).
En cuanto a Costco, bueno, esto es lo que pasa: las membresías son prácticamente la única forma en que puede existir, y su membresía de nivel de entrada es de sólo US$ 60 al año. (Si te sigue pareciendo caro, busca en Google “códigos de descuento de Costco” y es probable que puedas obtener una membresía por la mitad de esa cantidad; el internet no está totalmente desprovisto de ofertas hoy en día).
Al igual que Netflix, Costco apuesta a que ya estás emocionalmente involucrado en la rutina y la satisfacción de conseguir un armario de papel higiénico que puede durar todo el año.
El año pasado, Costco ingresó US$ 4.600 millones procedentes de las cuotas de sus socios, lo que representa la mayor parte de sus beneficios. La cuota de socio, que subirá US$ 5 el mes que viene, el primer aumento desde 2017, permite a Costco mantener sus precios bajos y a su personal remunerado.
Puede que no exista el almuerzo gratis, pero en Costco hay al menos hot dogs y refrescos a US$ 1,50, lo que, en esta economía, es casi gratis.