(CNN) –– La misión Juice, de la Agencia Espacial Europea, está a punto de alcanzar dos hitos históricos en su largo viaje para estudiar la posible habitabilidad de las lunas heladas de Júpiter.
La nave Juice, o Jupiter Icy Moons Explorer, que se lanzó en abril de 2023, realizará este lunes y martes el primer sobrevuelo sucesivo de la Luna y la Tierra y la primera maniobra de asistencia gravitatoria doble. Este proceso servirá como una honda que permitirá que la gravedad de la Tierra frene la trayectoria actual de Juice y la redirija para sobrevolar Venus en agosto de 2025.
Luego, Juice podrá tomar un atajo a través del sistema solar y encaminarse para llegar a Júpiter y sus lunas en julio de 2031.
Juice pasará por primera vez por la luna de la Tierra el 19 de agosto a las 5:16 p.m. ET, y luego pasará por la Tierra casi 25 horas después, a las 5:57 p.m. ET del 20 de agosto. La agencia espacial proporcionará un seguimiento animado de la nave espacial, y algunas personas con binoculares o telescopios en el sudeste asiático podrán ver a Juice mientras vuela directamente sobre la Tierra.
Mientras tanto, las dos cámaras de Juice tomarán fotografías durante el sobrevuelo y las enviarán a la Tierra, para luego ser publicadas en el sitio de la agencia.
Pero las maniobras pioneras también son increíblemente atrevidas y desafiantes, y un pequeño error podría hacer que Juice desvíe su rumbo y la misión acabe.
“Es como pasar por un pasillo muy estrecho, muy, muy rápido: pisar el acelerador al máximo cuando el margen al costado del camino es de apenas milímetros”, explicó Ignacio Tanco, gerente de Operaciones de la Nave Espacial de Juice, en un comunicado.
Riesgo alto, recompensa alta
En promedio, Júpiter se encuentra a 800 millones de kilómetros de la Tierra, por lo que llegar hasta allí sin un cohete enormemente potente ni miles de litros de combustible a bordo requiere una cuidadosa planificación de la misión. Y el plan para el viaje de Juice se viene gestando desde hace 20 años.
Al usar la gravedad de planetas como la Tierra y Venus se pueden hacer los ajustes necesarios en la trayectoria de Juice para ponerlo en la dirección correcta y a la velocidad óptima que le permita llegar a Júpiter y entrar en órbita sin pasar zumbando por el planeta.
Las asistencias gravitacionales pueden acelerar o desacelerar las naves espaciales, dependiendo de cómo se utilicen, y permiten conservan combustible y equipar las naves espaciales con una gran cantidad de instrumentos científicos.
El doble paso por la Tierra y la Luna ralentizará a Juice lo suficiente para que pueda sobrevolar Venus y obtener un impulso de energía el próximo año antes de dar dos vueltas alrededor de nuestro planeta para conseguir más impulsos, según la agencia.
Los pequeños ajustes en el patrón de vuelo de Juice permitieron que la nave espacial llegue a la Luna y a la Tierra en el momento y a la velocidad adecuados, para acercarse de manera extrema a ambas. Juice pasará primero a 700 kilómetros de la superficie de la Luna y luego volará a 6.807 kilómetros de la superficie de la Tierra.
La gravedad de la Luna desviará ligeramente la trayectoria de Juice para que reciba una asistencia gravitatoria mucho mayor de la Tierra. Pero cada detalle del doble sobrevuelo debe salir a la perfección.
“Para una asistencia gravitacional típica, las operaciones de la nave espacial deben ser sumamente precisas”, dijo Angela Dietz, ingeniera de operaciones de la nave espacial Juice, en un comunicado. “Para un sobrevuelo doble, deben ser exactas”.
Los operadores que utilizan estaciones terrestres en todo el mundo seguirán de cerca los datos de Juice antes, durante y después del sobrevuelo para realizar los ajustes necesarios en cualquier momento.
El equipo de control de vuelo entrenó y ensayó para el sobrevuelo en caso de que, si ocurre alguna anomalía, puedan volver a poner a Juice en ruta rápidamente.
“Nunca antes se había intentado un sobrevuelo de la Luna a la Tierra”, afirmó Dietz. “Existen riesgos, pero todos los sistemas a bordo de Juice han sido probados rigurosamente y estamos bien preparados”.
Aunque Juice fue diseñada para explorar las zonas frías y oscuras del sistema solar cerca de Júpiter, estará más cerca del sol durante el sobrevuelo y deberá inclinar sus paneles solares para evitar el sobrecalentamiento. La nave espacial también apuntará su antena de alta ganancia hacia el sol para que actúe como escudo térmico, mientras que su antena de baja ganancia permanecerá apuntada hacia la Tierra para retransmitir las comunicaciones durante el sobrevuelo.
Una oportunidad
Los telescopios y observatorios estuvieron siguiendo el acercamiento de Juice durante todo el verano.
El 6 de julio, un objeto activó los sistemas de alerta automatizados de la NASA y la ESA que monitorean la presencia de asteroides potencialmente peligrosos. Se estima que el objeto tenía 50 metros de diámetro y estaba a punto de pasar muy cerca de la Tierra y la Luna.
Pero en realidad se trataba de Juice y, dado que tiene grandes paneles solares reflectantes, la nave espacial parecía mucho más grande y brillante, como un asteroide. Las agencias confirmaron que Juice no representa ningún riesgo para la Tierra o la Luna durante su paso.
Juice también activará sus 10 instrumentos científicos durante el doble sobrevuelo para calibrarlos antes de llegar a Júpiter. Además de probar los instrumentos, el equipo de la misión también podría hacer algunos descubrimientos sobre la Tierra y la Luna mientras los instrumentos estén en funcionamiento.
El equipo RIME, a cargo del instrumento Radar for Icy Moon Exploration, está ansioso por recopilar datos sobre el ruido electrónico dentro de la nave espacial que parece perturbar el instrumento. Esta podría ser una de las pocas oportunidades de medir cualquier impacto en el instrumento antes de que llegue a Júpiter.
Durante el sobrevuelo, RIME tardará ocho minutos en realizar observaciones mientras los demás instrumentos se apagan o entran en modo silencioso, y esos datos podrían ayudar al equipo de la misión a solucionar el problema del ruido.