(CNN) – Días después de que Hezbollah e Israel intercambiaran algunos de los ataques transfronterizos más intensos de los últimos años, las autoridades estadounidenses se muestran tímidamente esperanzadas de que la amenaza de un conflicto de mayor envergadura entre ambos bandos se haya evitado, al menos por ahora, aunque siguen vigilando de cerca a Irán para ver si ataca objetivos israelíes.
EE.UU. considera que Hezbollah, el más poderoso, capaz e independiente de los grupos respaldados por Irán en toda la región, no desea ahora una guerra a gran escala con Israel, según funcionarios actuales y anteriores de EE.UU., incluso cuando se ha enzarzado en una larga serie de ataques relativamente contenidos a través de la frontera.
Hezbollah sintió que tenía que responder al asesinato por parte de Israel de uno de sus más altos comandantes, Fu’ad Shukr, el mes pasado. Pero los analistas afirman que los objetivos elegidos por Hezbollah eran militares, lo que apunta a un claro esfuerzo del grupo por señalar que su respuesta era proporcionada y contener el riesgo de escalada.
Eso no quiere decir que las tensiones en el Medio Oriente no sean elevadas. Los funcionarios creen que Irán aún puede responder al asesinato de un alto cargo de Hamas por parte de Israel en Teherán, y que puede haber más ataques de otros grupos respaldados por Irán.
Y la incertidumbre se cierne aún sobre la región mientras el conflicto de Gaza se recrudece, con un creciente número de muertos palestinos y los dos hombres responsables de alcanzar una resolución, el líder de Hamas, Yahya Sinwar, y el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, aún muy distanciados.
Pero el martes, Hezbollah había anunciado que sus represalias habían “terminado”. Las conversaciones sobre un posible alto el fuego en Gaza cojean, pasando de El Cairo a Doha, Qatar, y los intercambios de Hezbollah e Israel han vuelto a los típicos ataques de ojo por ojo a través de la frontera.
La semana pasada existía la preocupación de que un enfrentamiento mayor pudiera desencadenar una guerra más amplia. El sábado por la noche, Israel actuó basándose en información de inteligencia para atacar preventivamente más de 40 puntos de lanzamiento de Hezbollah que, según dijo, estaban preparados para ser utilizados en un ataque mayor. Hezbollah respondió rápidamente, disparando lo que dijo que eran tanto drones de ataque como más de 300 cohetes contra Israel.
Funcionarios estadounidenses dijeron que la rapidez de la respuesta de Hezbollah demostraba que estaba preparado para lanzar un ataque a gran escala, y CNN informó anteriormente que el grupo ya había seleccionado objetivos.
Un oficial militar estadounidense dijo que se esperaba que el alcance original del ataque fuera aproximadamente equivalente a lo que Hezbollah disparó finalmente: más de 300 proyectiles. El ejército israelí dijo que el ataque causó “muy pocos daños”.
Pero casi inmediatamente, Hezbollah utilizó un lenguaje público que parecía destinado a enfriar las tensiones.
Funcionarios y analistas afirman que Hezbollah es muy consciente de que una guerra a gran escala con Israel sería increíblemente destructiva y ofrecería pocas oportunidades de victoria estratégica. La última vez que las dos partes entraron en guerra, en 2006, cientos de miles de personas se vieron obligadas a huir de sus hogares, más de 1.000 libaneses murieron y la infraestructura civil y la economía libanesa resultaron dañadas, todo ello sin una “victoria” o resolución clara.
Ahora, según los analistas, Hezbollah probablemente sabe que carece del apoyo político interno que necesitaría para entrar en una guerra total con Israel, en un momento en que la economía y el sistema político libaneses ya están en ruinas.
“Hay un largo recuerdo de 2006 y de cómo la población culpó personalmente a Hezbollah y [al líder de Hezbollah, Hassan] Nasrallah de lo que ocurrió, y eso que era una época en la que la economía y el sistema político libaneses funcionaban”, dijo Jonathan Panikoff, exanalista de inteligencia estadounidense especializado en la región.
“Creo que al final habrá una guerra importante”, añadió. “Pero soy escéptico de que vaya a ocurrir [ahora], desde una perspectiva de intención”.
Vigilando de cerca a Irán
Aunque los funcionarios de Washington han especulado con que Irán y Hezbollah podrían coordinar sus respuestas a Israel por el asesinato del líder de Hamas y del comandante de Hezbollah, algunos analistas afirman que las dinámicas son distintas. Hezbollah, según los funcionarios, tiene un interés mucho más directo en responder a Israel y de hecho, durante semanas, los funcionarios han dicho a CNN que estaban más preocupados por la reacción de Hezbollah que por la de Irán.
En abril, Irán lanzó una salva masiva de misiles y drones contra Israel en respuesta al asesinato israelí de un alto comandante iraní en lo que Irán consideraba un complejo diplomático.
Pero el asesinato del líder de Hamas Ismail Haniyeh en Teherán fue diferente. El régimen iraní estaba “avergonzado”, dijo una fuente familiarizada con la inteligencia estadounidense, porque el asesinato mostró enormes lagunas en la seguridad iraní, pero en última instancia, esta persona y otras dijeron, Haniyeh no era iraní.
Aunque Irán puede estar recibiendo presiones de algunos de los grupos que respalda para que adopte una postura más agresiva contra Israel, los funcionarios estadounidenses creen que todavía está decidiendo cómo y si responder, y que es profundamente reacio a arriesgarse a una posible guerra regional entablando un conflicto directo con Israel.
“La cuestión tiene que ver con la vergüenza y el restablecimiento de la disuasión, pero no tanto con la retribución real”, dijo Panikoff. “Hay más variables que podrían frenar a Irán debido a quién mató realmente Israel”.
Aún así, Estados Unidos no ha descartado la posibilidad de que Irán pueda lanzar todavía un ataque contra Israel.
“Tenemos que asumir que Irán sigue en posición y preparado, en caso de que esa sea una decisión que tomen, que es por lo que seguimos manteniendo una postura de fuerza muy firme en la región”, dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, a los periodistas el lunes cuando se le preguntó si había una evaluación actualizada sobre la probabilidad de que Teherán ataque directamente a Israel.
Conversaciones de alto el fuego en Gaza
Puede que por ahora se haya evitado lo peor, pero los funcionarios estadounidenses siguen profundamente preocupados de que la posibilidad de una guerra regional más amplia no haga más que crecer sin una resolución del conflicto en Gaza.
Las autoridades han dicho en público y en privado que los ataques del fin de semana tuvieron poco impacto en las conversaciones de alto el fuego que se llevan a cabo en El Cairo.
“No, no hubo ningún impacto en las conversaciones en El Cairo, y ciertamente estamos contentos de verlo”, dijo Kirby, y agregó que “sigue habiendo avances y nuestro equipo en el terreno continúa describiendo las conversaciones como constructivas”.
Pero incluso si los acontecimientos del fin de semana no dañaron las conversaciones, todavía están disminuyendo las esperanzas de que esas discusiones produzcan la paz, incluso cuando los funcionarios del Gobierno de Biden continúan expresando optimismo.
Kirby señaló que todas las partes, incluido Hamas, están representadas en las conversaciones y que las discusiones han podido avanzar con más especificidad a medida que trabajan para llegar a un acuerdo.
“Creo que es seguro decir que los temas de los que van a hablar son de una naturaleza mucho más detallada y específica de lo que normalmente hemos podido hablar”, dijo. “Por ejemplo, un tema que los grupos de trabajo deberán desarrollar es el intercambio de rehenes y prisioneros que Israel mantiene”.
Aun así, Israel ha dejado claro que tras una pausa inicial de seis semanas en los combates, una pausa puede ser solo eso –una pausa– y no está dispuesto a aceptar un alto el fuego permanente.