(CNN Español) – El Gobierno de Panamá deportó este viernes a 130 migrantes de India que habían entrado de forma irregular al país por la selva del Darién. El vuelo fue financiado por el Gobierno de EE.UU. a un costo de US$ 700.000, según informó el director del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Roger Mojica, en conferencia de prensa.
Esta es la primera deportación de migrantes extracontinentales, destacó Mojica, y la sexta, desde que inició su mandato el presidente de Panamá, José Raúl Mulino, el pasado 1 de julio, fecha en la que se firmó un memorando de entendimiento y cooperación con EE.UU., para deportar a migrantes que entran de forma irregular por Darién.
El vuelo con migrantes de India, en el que se deportó a 125 hombres y cinco mujeres, es el cuarto pagado por el Gobierno de EE.UU., en este caso con un costo de US$ 700.000, aseguró Marlen Piñeiro, funcionaria de la Embajada de EE.UU. en Panamá, y quien detalló que Panamá financió los otros dos vuelos.
Por ahora se han devuelto a migrantes de Colombia, Ecuador e India, y según el director de Migración de Panamá, los mismos se han logrado con base en las coordinaciones a través de relaciones diplomáticas, por lo cual, por ahora no es posible deportar a migrantes venezolanos, al no haber relaciones diplomáticas con Venezuela.
En este caso, a los migrantes venezolanos se les brinda asistencia humanitaria y se les permite seguir su camino, excepto que sea captado con antecedentes o alertas, a través del perfilamiento migratorio, explicó Mojica.
Situación migratoria y derechos humanos
El director de Migración de Panamá informó que, hasta este viernes, más de 240.000 personas entraron al país por la frontera con Colombia en lo que va del año, y que con las medidas adoptadas por el Gobierno de Panamá, que incluye el cierre de cinco trochas de acceso a la selva, hay una disminución de 29 a 30%, aseguró en la conferencia de prensa.
En cuanto a las quejas de migrantes ecuatorianos, deportados la semana pasada, y que aseguraron haber sido maltratados en Panamá, el director de Migración, Roger Mojica, negó los señalamientos, dijo que se respetan los derechos humanos y que se ejerce la ley cumpliendo las normas nacionales e internacionales.
Detalló que el uso de esposas es una medida de seguridad, tratándose de un vuelo, y cuidando la posibilidad de amotinamiento.
Al respecto, Piñeiro, en representación de la Embajada de EE.UU. en Panamá, aseguró que hace visitas sin avisar, de forma sorpresiva, a los campamentos y centros temporales migratorios, y que da fe del respeto a los derechos humanos y la dignidad de estas personas.