Kyiv, Ucrania (CNN) – La población civil de la ciudad de Jersón, en el sur de Ucrania, vive con la esperanza de que llueva torrencialmente, la única condición meteorológica que impide el sobrevuelo de los drones rusos, según afirman.
Los ataques de drones contra la gente común que vive aquí han aumentado abruptamente desde el comienzo del otoño, y los residentes han informado de ataques de drones rusos contra peatones, coches, autobuses e incluso una ambulancia, según funcionarios locales.
Y los informes sobre heridos sugieren que los drones apuntan a civiles, en algunos casos alcanzando a ancianos y niños.
La semana pasada, una mujer de 76 años sufrió heridas graves cuando su coche fue alcanzado en un distrito urbano y residencial del centro de Jersón, según la administración militar local. En otro ataque perpetrado en octubre en las afueras de la ciudad, en el suburbio de Antonivka, las autoridades declararon que una mujer de 69 años murió cuando un dron arrojó explosivos sobre un autobús público.
Las autoridades afirmaron que, desde principios de septiembre, al menos 14 personas han muerto a manos de drones, y que otros 222 adultos y tres niños resultaron heridos.
“No les importa a quién disparan. Abuela, abuelo, no importa. Hombre, mujer, da igual”, dijo Tetyana Yakovleva, de 47 años, trabajadora de una fábrica y voluntaria humanitaria del suburbio de Antonivka. Los residentes han apodado a la calle que conduce allí “la carretera de la muerte”, ya que está a corta distancia de las fuerzas rusas cercanas y fue en su día un punto clave de los combates.
Jersón es la mayor ciudad ucraniana situada en la línea del frente y fue la primera gran ciudad en caer bajo ocupación rusa, a principios de marzo de 2022, permaneciendo en manos enemigas hasta que fue liberada ocho meses después. En junio del año pasado, partes de la ciudad se inundaron cuando se destruyó la presa de Nova Kajovka, a unos 60 kilómetros río arriba del Dnipro, en territorio controlado por Rusia. En la actualidad, la amenaza de ocupación sigue acechando al otro lado del río, donde las posiciones militares rusas están literalmente a la vista.
Yakovleva permaneció en su pueblo durante la ocupación y ha resultado herida en múltiples ocasiones desde el comienzo de la guerra, incluso por metralla. Recientemente, un dron atacó un refugio en el que trabajaba como voluntaria, ayudando a proporcionar ayuda humanitaria a los civiles.
“El dron se cernió sobre nosotros, estuvo sobrevolándonos durante mucho tiempo. Y luego arrojó una granada junto a la puerta”, dijo Yakovleva a CNN. “Todos estábamos conmocionados”.
“Da mucho miedo… Miramos al cielo antes de salir. Nos aseguramos de que no haya zumbidos”, añadió. “El mal tiempo ahora es suerte para nosotros”.
Dos fuentes de las Fuerzas Armadas Ucranianas que operan en la región de Jersón no pudieron dar a CNN ningún razonamiento militar detrás de los ataques de drones rusos. “Es sólo para aterrorizar a los lugareños”, dijo una de las fuentes militares.
Rusia atacó la zona con más de 2.700 aviones no tripulados en septiembre y ya había lanzado 1.500 este mes hasta el 17 de octubre, según el jefe de la administración militar de la región de Jersón, Oleksandr Prokudin.
Difícil de combatir
La frecuencia de los ataques y el pequeño tamaño de los drones los hacen difíciles de desbaratar para las fuerzas ucranianas. Los drones también se mueven a gran velocidad, lo que hace casi imposible que los civiles escapen si están en el punto de mira.
“Muchos de estos drones operan en longitudes de onda y a altitudes muy por debajo de los sistemas de defensa antiaérea. Además, son demasiado pequeños”, afirmó Kateryna Stepanenko, analista sobre Rusia del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un grupo de reflexión con sede en Washington. Stepanenko afirmó que la “simple aglomeración” de drones rusos, muchos de los cuales son pequeñas unidades comerciales fáciles de desplegar, está ejerciendo una enorme presión sobre los sistemas de detección ucranianos.
El ISW descubrió que los ataques con drones en la región de Jersón aumentaron notablemente hacia mediados de julio de 2024. Eso coincide con el momento en que las fuerzas ucranianas empezaron a retirarse de las posiciones en el lado oriental del río ocupado por Rusia, en la aldea de Krynky, a principios de julio de 2024.
Es posible que las fuerzas rusas hayan pasado de atacar a las fuerzas ucranianas en Krynky a atacar la orilla occidental del río Dnipro en Jersón, según declaró Stepanenko a CNN.
Los analistas afirman que las fuerzas rusas parecen estar desplegando un gran número de drones por varias razones, una de las cuales es la presión por demostrar que mantienen el fuego, para evitar ser trasladadas a otro lugar.
“Al menos en parte, existe el elemento de que estas fuerzas intentan demostrar que están haciendo algo, para que no se les arrastre a otra línea del frente, como la dirección de Pokrovsk”, dijo Stepanenko. “También es para experimentar con los nuevos drones que tienen”.
Resulta inquietante que varios blogueros rusos se hayan jactado en Internet de ataques mortales con drones.
Varias cuentas de blogueros militares rusos en Telegram publicaron sobre una “Zona Roja” no oficial en Jersón a principios de septiembre, declarando que “todas las infraestructuras críticas” y “cualquier movimiento de vehículos se considerará un objetivo legítimo”.
Después de eso, hubo un aumento de los videos publicados en Telegram que parecían mostrar a civiles ucranianos siendo atacados o huyendo de drones, con comentaristas rusos burlándose de ellos.
Un video filmado desde arriba, geolocalizado por CNN, muestra el lanzamiento de un artefacto explosivo sobre una mujer ucraniana que monta en bicicleta en Antonivka, con comentarios que la insultan y afirman que “la encontrarán” porque es hija de un soldado ucraniano. El artefacto detona muy cerca de ella, pero sigue pedaleando.
Otro video aéreo publicado en internet muestra a un hombre vestido de civil que intenta esconderse de un dron bajo un árbol. CNN no pudo geolocalizar el video, pero la cuenta rusa de Telegram que lo publicó escribe un blog sobre la región de Jersón en concreto. El bloguero afirmó que muestra a un miembro de las Fuerzas Armadas ucranianas y se burló del hombre por arrastrarse a cuatro patas.
La ISW informó que canales no oficiales rusos de Telegram han afirmado que sus fuerzas están intentando destruir todos los vehículos para que las fuerzas ucranianas no puedan moverse. “Pero si miras las imágenes, en realidad muestran muchos vehículos civiles” siendo alcanzados, dijo Stepanenko.
Aunque el ejército ruso no ha hecho ningún comentario oficial sobre la “Zona Roja” de Jersón, los civiles de la región dijeron a CNN que están al tanto de la declaración y tienen miedo de convertirse en objetivo de los drones rusos.
Es como un safari contra nosotros
Dirigir intencionadamente ataques contra infraestructuras civiles y contra civiles que no participan directamente en las hostilidades se considera crimen de guerra según el derecho internacional.
Kyiv, sus aliados occidentales, la Corte Penal Internacional y las Naciones Unidas han acusado repetidamente a Rusia de atacar a civiles ucranianos. A lo largo de la guerra, Rusia ha negado repetidamente las acusaciones, a pesar de las pruebas sustanciales que demuestran lo contrario.
Mientras tanto, los residentes de la región de Jersón dicen que ningún objetivo parece estar fuera de los límites.
El lunes, una ambulancia fue alcanzada por un ataque ruso con drones en una zona urbana de Jersón, hiriendo a dos paramédicos. Se trata del segundo ataque con drones contra una ambulancia en las últimas semanas, ya que a principios de octubre se produjo otro impacto a unos 24 kilómetros al sur de la ciudad. Una mujer de 49 años y el conductor de la ambulancia, de 60, resultaron gravemente heridos, según la administración militar de la región.
“En los últimos meses ha sido imposible salir de casa”, dijo Natalya, de 46 años, otra residente de Antonivka, que pidió ser identificada sólo por su nombre de pila por motivos de seguridad. Resultó herida en el mismo ataque contra el refugio de ayuda humanitaria que Tetyana Yakovleva.
“Aquí sobrevivimos a la ocupación. También sobrevivimos a la inundación. Pero estos ataques de drones son insoportables”, dijo Natalya a CNN. “Es como un safari contra nosotros”.
– Katy Ling de CNN contribuyó con este reportaje.