(CNN) – Altos ejecutivos del sector de las telecomunicaciones se reunieron el viernes en la Casa Blanca con responsables de seguridad nacional de Estados Unidos, en un momento en el que crece la preocupación por una larga campaña de ciberespionaje china dirigida contra algunas de las figuras políticas estadounidenses de más alto nivel.
Los hackers se infiltraron en algunos de los principales proveedores de telecomunicaciones estadounidenses para espiar llamadas telefónicas y mensajes de texto, y ha resultado difícil expulsarlos de algunas redes, según personas informadas sobre el asunto.
Las reuniones fueron una oportunidad para que los ejecutivos de telecomunicaciones asesoraran al Gobierno sobre cómo reforzar sus defensas contra los sofisticados ataques informáticos, según la Casa Blanca. Los grupos también intercambiaron información sobre la operación.
El ciberataque se perfila como uno de los mayores retos cibernéticos y de seguridad nacional a los que se enfrenta el Gobierno entrante de Donald Trump.
En otro indicador de las crecientes preocupaciones sobre la campaña de ciberespionaje, se ha programado una sesión informativa clasificada para todos los senadores el 4 de diciembre, después de que el Congreso regrese del receso el próximo mes, de acuerdo con un asistente del Senado.
Es “de lejos” el “peor hackeo de telecomunicaciones en la historia de nuestra nación”, dijo a CNN el senador Mark Warner, demócrata de Virginia y presidente de la Comisión de Inteligencia.
Pero aún se está investigando el alcance total del hackeo, a quién afecta y su impacto en la seguridad nacional.
El FBI ha notificado a menos de 150 víctimas, la mayoría en la zona de Washington, según Warner. No obstante, es probable que todas esas víctimas hayan llamado o enviado mensajes de texto a numerosas personas, lo que significa que el número de registros a los que accedieron los piratas informáticos es probablemente mucho mayor. Los piratas podrían escuchar las llamadas de objetivos concretos durante determinados periodos de tiempo, según Warner.
Funcionarios estadounidenses y ciberexpertos privados llevan la cuenta del número de empresas de telecomunicaciones que han sufrido ataques. Los proveedores estadounidenses de banda ancha e Internet AT&T, Verizon y Lumen han sido blanco de los ataques, según informó anteriormente CNN.
Los hackers han atacado las comunicaciones telefónicas de altos cargos de los partidos Republicano y Demócrata, incluidos el presidente electo Donald Trump, el vicepresidente electo J. D. Vance, Jared Kushner y Eric Trump, según ha informado CNN.
China ha negado las acusaciones de hackeo.
Las agencias de inteligencia estadounidenses también cuentan con amplias capacidades de pirateo informático y han apuntado al sector de las telecomunicaciones de China, según los documentos filtrados por el excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional Edward Snowden hace más de una década.
Las autoridades estadounidenses llevan años dando la voz de alarma sobre el programa de piratería informática de China, que según el director del FBI, Christopher Wray, es mayor que el de todos los demás grandes países juntos.
Pero esas advertencias se han hecho más graves en el último año a medida que aumenta la preocupación por una posible invasión china a Taiwán.
Los piratas informáticos vinculados al Gobierno chino “no se detendrán porque forma parte de sus objetivos nacionales generales y la cibernética se ha convertido en una de sus palancas más poderosas de poder nacional”, dijo Morgan Adamski, director ejecutivo del Comando Cibernético de EE.UU., la unidad cibernética ofensiva y defensiva de las Fuerzas Armadas, en un discurso el viernes.
El Gobierno estadounidense, incluido el Comando Cibernético, ha llevado a cabo operaciones ofensivas y defensivas centradas en “degradar e interrumpir” las operaciones cibernéticas de China en todo el mundo, dijo Adamski en la conferencia CYBERWARCON en Arlington, Virginia.