Roma (CNN) – Un juez en Italia condenó a cadena perpetua a un hombre de 23 años por el homicidio a puñaladas de su exnovia, un acto atroz de feminicidio que ha puesto la violencia contra las mujeres en el punto de mira en ese país.
Filippo Turetta, quien admitió haber matado a Giulia Cecchettin, de 22 años, en noviembre de 2023, una semana antes de que se graduara en la Universidad de Padua, fue declarado culpable el martes, con atenuantes, ante un tribunal de Venecia por homicidio, tenencia ilícita de armas, secuestro y ocultación de cadáver. También se le condenó a pagar una indemnización a la familia de la víctima, además de cubrir sus gastos legales.
En el sistema penal italiano, los veredictos y las sentencias suelen ser dictados por un panel de jueces o por jueces y jurados legos al mismo tiempo.
Después de asesinarla, dijo que metió su cuerpo en bolsas de basura, la arrojó a un barranco y se dio a la fuga. Fue detenido en Alemania 10 días después de la desaparición de Cecchettin.
Turetta, que estaba presente en el tribunal, no mostró ninguna emoción, con la mirada fija en el escritorio que tenía delante y flanqueado por sus abogados cuando se leyó el veredicto. El padre de Cecchettin, Gino, que también estaba en la sala, no miró al asesino de su hija. La madre de Cecchettin murió por una enfermedad en 2022. Tras el veredicto, Gino Ceccettin dijo sentirse extraño.
“No estoy más aliviado o más triste de lo que estaba antes del veredicto”, dijo. “Como padre, nada ha cambiado”.
El fiscal jefe Andrea Petroni pidió cadena perpetua, que en Italia no supera los 30 años, basándose en circunstancias agravantes como que Turetta se había procurado cuchillos, cinta adhesiva, una pala, bolsas negras de basura, cuerdas y un calcetín mojado para sofocar los gritos de Cecchettin. Guardó los objetos en su auto durante varios días antes de atraer a su exnovia a su coche con la falsa promesa de que dejaría de acosarla y que podrían ser solo amigos, declaró ante el tribunal.
Turetta testificó en su juicio, que duró 10 semanas, en el que admitió haberla matado y ocultado su cadáver. Admitió haber escrito un plan que incluía una lista de lo que necesitaba para hacerlo, e hipotetizó cómo llevaría a cabo el asesinato, pero insistió en que no tenía intención de hacerlo. “Estaba enojado, tenía muchos pensamientos, sentía resentimiento porque habíamos vuelto a discutir, porque fue un periodo terrible, porque quería que volviéramos y así… no sé”, testificó.
“En cierto modo me hizo sentir bien escribir esta lista para desahogarme, hipotetizar sobre esta lista que me tranquilizaba, para pensar que las cosas podían cambiar. Era como si aún no tuviera que definirlo, pero lo había descargado”.
Debate sobre la violencia
El abogado de Turetta, Giovanni Caruso, argumentó que su cliente no debía ser condenado a una cadena perpetua “inhumana y degradante”. “No es Pablo Escobar”, dijo Caruso al tribunal, refiriéndose al famoso narcotraficante colombiano asesinado en 1993.
El tribunal también escuchó una lista escrita por Cecchettin titulada “15 razones por las que debería dejar a Filippo”, que su familia encontró. Entre ellas, “Se quejaba cuando ponía menos corazones de lo habitual [en los mensajes]” y “Tiene ideas extrañas sobre tomarse la justicia por mano propia por traiciones, torturas, cosas así”. También escribió: “Necesita saberlo todo, incluso lo que dices de él a tus amigos y al psicólogo”.
El caso ha agitado el debate sobre la violencia contra las mujeres, así como sobre lo que se considera en gran medida un fracaso en su prevención. Una mujer es asesinada por su novio, marido o expareja cada tres días en Italia, según las estadísticas del gobierno. En el año transcurrido desde el homicidio de Cecchetin han muerto más de 106 mujeres. La más joven fue una niña de 13 años, presuntamente arrojada por un balcón por su novio de 15 a principios de noviembre. Giulia Cecchettin fue la víctima número 105 de 2023.
La hermana de Cecchetin, Elena, y su padre han lanzado una campaña para combatir la violencia llamada Fundación Giulia Cecchettin y responsabilizan al gobierno de Giorgia Meloni por no haber hecho lo suficiente, más allá de elaborar un folleto para describir los signos de una relación abusiva. Los miembros del gobierno de Meloni han insistido en que el patriarcado ya no es un problema en Italia. “Giulia fue asesinada por un hombre italiano respetable y blanco”, escribió Elena Cecchetin en las redes sociales, y añadió: “¿Qué hace el gobierno para prevenir la violencia?”.