El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, se disculpó con la nación en sus primeros comentarios públicos desde que su intento fallido de imponer la ley marcial sumió al país en el caos político y provocó llamados para su destitución.
“Esta declaración de ley marcial de emergencia surgió de mi desesperación como el máximo responsable de los asuntos del estado”, dijo Yoon en un discurso de dos minutos.
“Lo siento profundamente y me disculpo sinceramente con los ciudadanos que deben haber estado muy conmocionados”, dijo Yoon, agregando que “causó ansiedad e inconvenientes” a los ciudadanos surcoreanos.
Yoon, que se espera que enfrente una votación de juicio político en el parlamento este fin de semana, dijo que “no evitará la responsabilidad legal y política relacionada con esta declaración de ley marcial”.
Refiriéndose a los rumores de que se volverá a invocar la ley marcial, Yoon dijo que “no habrá en absoluto un segundo intento de enmienda constitucional”.
“Confiaré a mi partido métodos para estabilizar la situación política, incluido el resto de mi mandato… Pido disculpas a los ciudadanos por las preocupaciones que he causado”, concluyó Yoon mientras bajaba de un podio y hacía una reverencia.
Yoon declaró la ley marcial en un discurso televisado no anunciado el martes por la noche, acusando al principal partido de oposición de simpatizar con Corea del Norte y de “actividades antiestatales”. Citó una moción del Partido Demócrata, que tiene mayoría en el parlamento, para destituir a los principales fiscales y rechazar una propuesta de presupuesto del Gobierno.
Sin embargo, en solo seis horas, el líder se vio obligado a dar marcha atrás, después de que los legisladores forzaran su entrada más allá de los soldados en el parlamento para anular unánimemente el decreto.
La declaración de una emergencia militar, aunque de corta duración, fue recibida con conmoción e ira en todo el país, que sigue profundamente marcado por la brutalidad de la ley marcial impuesta durante décadas de dictadura militar antes de ganar una larga y sangrienta lucha por la democracia en la década de 1980.
La presión sobre Yoon ha aumentado en los días posteriores, con manifestantes y figuras de la oposición exigiendo su destitución, y el apoyo tambaleándose incluso dentro de su propio partido y el Ejército.
En un giro extraordinario el viernes, el líder del propio partido gobernante de Yoon dijo que el presidente necesita ser suspendido inmediatamente de sus funciones para proteger al país de un “grave peligro”.
Esta es una historia en desarrollo y se actualizará.