El Gobierno federal podría cerrar si los legisladores no aprueban un paquete de financiación antes del final del viernes.
CNN  — 

Los legisladores están bajo una intensa presión ante la posibilidad de que el Gobierno federal cierre en menos de 48 horas y a la necesidad de reponer los fondos de ayuda para desastres.

Este jueves por la noche, la Cámara de Representantes no logró aprobar una propuesta del Partido Republicano para financiar el Gobierno hasta marzo, en medio de la oposición de los principales demócratas.

Los demócratas se negaron a aprobar el acuerdo republicano después de que Donald Trump hundiera un acuerdo bipartidista y enviara a los republicanos a buscar un plan B para satisfacer las demandas de gasto del presidente electo.

La medida del Partido Republicano incluye una extensión de tres meses de financiamiento del Gobierno, una suspensión de dos años del límite de deuda hasta enero de 2027, así como aproximadamente US$ 110.000 millones para ayuda en caso de desastres, según cinco fuentes.

Los demócratas argumentaron que la suspensión de dos años del límite de deuda ayudará a Trump a aprobar su plan fiscal, y no están dispuestos a facilitarle la tarea dada su oposición a ello.

Los republicanos pueden intentar nuevamente aprobar el proyecto de ley a través de una simple mayoría, lo que también sería difícil, pero requeriría menos apoyo demócrata.

Tras la fallida votación, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, culpó a los demócratas y dijo que los líderes republicanos encontrarán otra solución.

“Nos reagruparemos y encontraremos otra solución. Así que estén atentos,” dijo Johnson a los periodistas. No habrá más votaciones la noche del jueves mientras los líderes republicanos se reúnen a puerta cerrada para trazar un nuevo plan.

Esto es lo que los estadounidenses podrían tener que afrontar si el Congreso no llega a un acuerdo antes de la medianoche del viernes:

Ayuda para catástrofes y agricultores

El acuerdo bipartidista alcanzado a principios de semana habría proporcionado casi US$ 100.000 millones para ayudar a los estadounidenses que tratan de recuperarse de múltiples desastres naturales en 2023 y 2024.

Todos los estados del país iban a recibir una parte de los fondos. Se esperaba que estados como Carolina del Norte y Florida, duramente golpeados por los huracanes Helene y Milton a principios de 2024, recibieran la mayor parte de los fondos, según un desglose proporcionado por la diputada Rosa DeLauro, de Connecticut, principal demócrata de la Comisión de Asignaciones de la Cámara de Representantes.

Unos US$ 29.000 millones ayudarían a reponer el Fondo de Ayuda para Catástrofes de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), que ha disminuido tras hacer frente a los dos huracanes, así como a otras catástrofes.

El paquete también incluye US$ 21.000 millones de ayuda a los agricultores, uno de los principales puntos de fricción en las negociaciones de principios de semana. Los legisladores de los estados agrícolas han argumentado que la ayuda es desesperadamente necesaria, ya que los agricultores de Estados Unidos se enfrentan a precios más bajos de los productos básicos y mayores costos de los suministros.

El acuerdo de gasto también habría prorrogado la ley agrícola, un amplio paquete que regula muchos programas de asistencia agrícola y nutricional. Normalmente, la ley se renueva cada cinco años, pero la versión más reciente se aprobó en 2018 y la prórroga expiró a finales de septiembre.

Se aproxima un cierre del Gobierno

Los legisladores tienen hasta la medianoche del viernes para financiar al gobierno federal, al menos temporalmente, para evitar un cierre. Dado que el Congreso no ha aprobado los créditos para ninguna agencia, todas se verían afectadas.

La Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca está enviando directrices adicionales a las agencias federales sobre los preparativos para el cierre, dijo un funcionario del gobierno a CNN.

Cada departamento y agencia tiene su propio conjunto de planes y procedimientos para un cierre. Los planes incluyen cuántos empleados serán suspendidos, qué empleados se consideran esenciales y trabajarán sin sueldo, cuánto tiempo se tardará en reducir las operaciones en las horas previas al cierre y qué actividades se detendrán. Estos planes pueden variar de un cierre a otro.

El impacto de un cierre difiere en cada ocasión, pero las consecuencias podrían sentirse pronto. Cientos de miles de trabajadores federales estarían de baja, mientras que cientos de miles de empleados esenciales tendrían que presentarse a trabajar. Ninguno cobraría.

“Un cierre del gobierno supondría un golpe devastador para los trabajadores federales y los millones de ciudadanos que dependen de los servicios esenciales del gobierno”, dijo Everett Kelley, presidente nacional de la Federación Estadounidense de Empleados del Gobierno, que representa a más de 800.000 empleados federales civiles.

“Estos patrióticos funcionarios son la columna vertebral de nuestra nación: inspeccionan nuestros alimentos, protegen nuestras fronteras, garantizan la seguridad de los viajes durante las vacaciones y prestan ayuda a las víctimas de catástrofes”, continuó Kelley. “Más de 642.000 de ellos son veteranos de nuestras fuerzas armadas. Permitir que se queden sin sueldo durante las fiestas es inaceptable”.

Cierres anteriores han provocado el cierre de parques nacionales y museos, han causado estragos en el Servicio de Impuestos Internos justo antes del inicio de la temporada de presentación de impuestos y han retrasado algunos préstamos federales a compradores de viviendas y pequeñas empresas, entre otros efectos. Aunque los controladores aéreos tienen que permanecer en sus puestos de trabajo, muchos se dieron de baja por enfermedad durante el último cierre, lo que interrumpió los vuelos.

Sin embargo, algunas agencias pueden continuar ciertas operaciones, y seguir pagando a sus empleados, con otras fuentes de financiación.

Además, algunas funciones esenciales de la Administración continúan aunque el Gobierno cierre. En particular, los beneficiarios de la Seguridad Social recibirían sus pagos mensuales, y las prestaciones de Medicare y Medicaid continuarían.

Las agencias gubernamentales tuvieron que prepararse varias veces para un cierre durante el último año fiscal, ya que el Congreso se negó repetidamente a aprobar un plan de financiación completo antes de aprobarlo finalmente en marzo.

El cierre prolongado de Trump

Durante su primer mandato, Trump presidió el cierre de gobierno más largo en cuatro décadas. El impasse de 35 días, que cerró parte del gobierno justo antes de la Navidad en 2018, terminó a finales de enero cuando Trump acordó una medida de financiación temporal que no incluía miles de millones de dólares para un muro fronterizo.

Sin embargo, el cierre causó estragos en muchos estadounidenses y empleados federales, incluso causando retrasos en los vuelos, cancelando audiencias de inmigración y dificultando que algunas familias obtengan préstamos estudiantiles.

– Betsy Klein de CNN contribuyó a este reporte.