Publicaciones en redes sociales de Elon Musk y Vivek Ramaswamy argumentando a favor de la expansión del programa de visas para trabajadores altamente calificados han desatado un debate entre los seguidores del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, sobre cómo debería encajar el programa en la agresiva agenda de inmigración de la próxima administración.
Musk y Ramaswamy, a quienes Trump ha elegido para liderar su “departamento de eficiencia de Gobierno”, defendieron a las empresas que utilizan trabajadores con visas H-1B, argumentando que las empresas tecnológicas —incluidas las propiedad de Musk— dependen de los trabajadores extranjeros para operar. Pero su mensaje irritó a algunos de los defensores más leales de Trump que esperan que su administración reprima la inmigración y promueva la mano de obra estadounidense.
Trump restringió el acceso a visas para trabajadores extranjeros durante su primer mandato y ha apuntado al programa H-1B en comentarios anteriores. Pero durante la campaña de 2024, Trump mostró apertura para otorgar estatus legal a algunos trabajadores nacidos en el extranjero si se graduaron de una universidad estadounidense.
En una publicación en redes sociales el miércoles, Musk dijo que las empresas tecnológicas estadounidenses necesitan “el doble” de la cantidad de ingenieros que trabajan en EE.UU. hoy y comparó los beneficios del programa con un equipo deportivo profesional que recluta el mejor talento de todo el mundo.
“Si quieres que tu EQUIPO gane el campeonato, necesitas reclutar el mejor talento, dondequiera que esté. Eso permite que todo el EQUIPO gane”, escribió Musk en X.
“Me refiero a traer, a través de la inmigración legal, al ~0.1% del talento en ingeniería como algo esencial para que EE.UU. siga ganando”, escribió Musk en otra publicación, este jueves. “Pensar en Estados Unidos como un equipo profesional que ha estado ganando durante mucho tiempo y que quiere seguir ganando es la construcción mental correcta”.
Ramaswamy, un ciudadano estadounidense de primera generación cuyos padres inmigraron de la India, coincidió con Musk mientras defendía a las empresas que buscan mano de obra fuera de Estados Unidos, argumentando que las empresas tecnológicas contratan ingenieros que nacieron fuera de Estados Unidos o que nacieron de inmigrantes estadounidenses porque “la cultura estadounidense ha venerado la mediocridad sobre la excelencia”, citando representaciones de estudiantes inteligentes en comedias de televisión como “Boy Meets World”, “Saved By The Bell” y “Family Matters” como evidencia.
“Nuestra cultura estadounidense ha venerado la mediocridad sobre la excelencia durante demasiado tiempo (al menos desde los 90 y probablemente más). Eso no comienza en la universidad, comienza JOVEN”, escribió el jueves. “Una cultura que celebra a la reina del baile sobre el campeón de las olimpiadas de matemáticas, o al deportista sobre el valedictorian, no producirá los mejores ingenieros”.
El apoyo a los trabajadores extranjeros generó ataques de los partidarios del movimiento MAGA que están preocupados de que una expansión del programa H-1B podría socavar su deseo de ver la inmigración limitada bajo la administración de Trump. Los leales seguidores de Trump, como la activista de ultraderecha Laura Loomer, la comentarista conservadora Ann Coulter y el exrepresentante Matt Gaetz, han criticado a los dos empresarios tecnológicos por su postura.
“Recibimos a los hermanos tecnológicos cuando vinieron corriendo a nuestra dirección para evitar que la maestra de tercer grado eligiera el género de su hijo - y la evidente caída económica de Biden/Harris”, escribió Gaetz en una publicación en redes sociales el jueves. “No les pedimos que diseñaran una política de inmigración”.
Los comentarios de Musk y Ramaswamy también fueron condenados por la exembajadora en la ONU Nikki Haley, quien respondió a la publicación de Ramaswamy pidiendo a la próxima administración que priorice a los trabajadores estadounidenses sobre los trabajadores extranjeros.
“No hay nada de malo en los trabajadores estadounidenses o en la cultura estadounidense. Todo lo que tienes que hacer es mirar la frontera y ver cuántos quieren lo que tenemos. Deberíamos invertir y priorizar a los estadounidenses, no a los trabajadores extranjeros”, escribió Haley el jueves.
El programa de visas H-1B permite que 65.000 trabajadores altamente capacitados emigren a EE.UU. cada año para ocupar un empleo específico y otorga otras 20.000 visas a esos trabajadores que han obtenido un título avanzado en EE.UU. Los economistas han argumentado que el programa permite a las empresas estadounidenses mantener la competitividad y hacer crecer su negocio, creando más empleos en EE.UU. El programa a menudo se asocia con el sector tecnológico, donde las empresas tienen una alta demanda de trabajadores especializados. Musk ha dicho anteriormente que emigró a EE.UU. por primera vez con una visa H-1B.
Trump se ha opuesto anteriormente a las visas H-1B, criticándolas duramente durante su primera campaña presidencial como un vehículo para el “abuso”. En una declaración de 2016, Trump atacó el programa H-1B como un método para que las empresas estadounidenses trajeran trabajadores extranjeros al país “con el propósito explícito de sustituir a trabajadores estadounidenses por salarios más bajos”.
En 2020, Trump restringió el acceso a las visas H-1B en varias ocasiones, como parte del esfuerzo de la administración por frenar la inmigración legal, mientras respondía a las cambiantes condiciones económicas causadas por la pandemia de covid-19.
Pero en su campaña presidencial más reciente, Trump ha aparecido más tolerante con los extranjeros altamente capacitados que vienen a trabajar a EE.UU. En una entrevista de podcast en junio, Trump dijo que quiere otorgar residencia permanente a cualquier nacional extranjero que se gradúe de una universidad en EE.UU.
“Lo que quiero hacer, y lo que haré es: tú te gradúas de una universidad, creo que deberías obtener automáticamente, como parte de tu diploma, una tarjeta verde para poder quedarte en este país”, dijo Trump en el podcast “All In”.
El choque de Musk con miembros de la base de Trump sobre el tema de las visas marca otro capítulo en la creciente influencia del multimillonario tecnológico en la órbita del presidente electo. Después de que Musk liderara la oposición a un proyecto de ley de financiamiento del Gobierno bipartidista que fue finalmente descartado una vez que Trump se pronunció en contra, los demócratas comenzaron a etiquetar despectivamente al magnate tecnológico como “presidente Musk” para sugerir que Musk estaba dictando objetivos políticos a Trump. Durante unas declaraciones en una reunión de activistas conservadores en Arizona, el domingo, Trump respondió a los ataques de los demócratas.
“No, él no está tomando la presidencia. Me gusta tener personas inteligentes”, dijo. “Están en una nueva onda. ‘Rusia, Rusia, Rusia’, ‘Ucrania, Ucrania, Ucrania’, todas las diferentes falsedades. La nueva es ‘el presidente Trump ha cedido la presidencia a Elon Musk’. No, no, eso no está sucediendo”.