Una mujer española fue corneada hasta la muerte por un elefante mientras bañaba al animal en un santuario en el sur de Tailandia el viernes, según la Policía local.
Blanca Ojanguren García, de 22 años, y su novio estaban bañando a un elefante en el centro de atención de elefantes de Koh Yao cuando el animal pareció “entrar en pánico” y la atravesó con su colmillo, dijo la Policía a CNN.
Bañar elefantes en santuarios de animales es una actividad popular entre los turistas en Tailandia, que alberga poblaciones tanto salvajes como domesticadas.
Ojanguren García estaba de visita en Tailandia con su novio y la pareja había estado de excursión en el centro de la isla Koh Yao Yai durante su estancia en la popular isla turística tailandesa de Phuket, según dijo a CNN el jefe de Policía del distrito de Koh Yao, Charan Bangprasert. El propietario del centro informó a la Policía sobre el incidente el viernes y se está llevando a cabo una investigación, dijo el jefe de Policía.
CNN se puso en contacto con el centro de cuidado de elefantes y con la embajada de España en Tailandia para solicitar comentarios.
Los elefantes, el animal nacional de Tailandia, han visto su población salvaje disminuir en las últimas décadas debido a las amenazas del turismo, la tala, la caza furtiva y la invasión humana de los hábitats de los elefantes.
Los expertos estiman que la población de elefantes salvajes en Tailandia ha disminuido a entre 3.000 y 4.000, lo que supone un descenso respecto de los más de 100.000 que había a principios del siglo XX.
Mientras tanto, el número de elefantes cautivos ha aumentado un 134% entre 2010 y 2020, y se estima que alrededor de 2.800 elefantes se encuentran retenidos en Tailandia en lugares turísticos, según la organización internacional sin fines de lucro World Animal Protection.
La organización benéfica ha pedido que la industria del turismo no explote a los elefantes y que se ponga fin a la cría en cautiverio, expresando su alarma por las condiciones en las que se mantienen a muchos de ellos, incluido el aislamiento.
“Los elefantes son animales muy inteligentes con capacidad de pensamientos y emociones complejos”, afirmó la organización benéfica en un informe de 2020. “Manejar elefantes es extremadamente riesgoso y pone de relieve su falta de idoneidad para entornos de cautiverio, especialmente cuando están en contacto directo con personas”.
Helen Regan de CNN contribuyó a este informe.