El Gobierno de Biden anunció el último tramo de ayuda militar que enviará a Ucrania, por un valor de unos US$ 500 millones, antes de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca.
Se esperaba que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, detallara la cifra en la última reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania liderado por Estados Unidos en la base aérea de Ramstein en Alemania.
El último paquete llega en un momento en que la Casa Blanca se prepara para anunciar otra ronda de sanciones contra Rusia, prevista para finales de esta semana. Los funcionarios estadounidenses afirmaron que están tratando de dar a Ucrania la mayor influencia posible antes de las posibles negociaciones para poner fin a la guerra este año. Se había esperado que la Casa Blanca pudiera imponer más sanciones a Rusia antes de la inminente investidura y en medio de la persistente presión ucraniana.
La ayuda de seguridad anunciada este jueves bajo la Autoridad Presidencial de Reducción (PDA, por sus siglas en inglés) tiene un valor estimado de US$ 500 millones e incluye misiles para defensa aérea, municiones aire-tierra y equipos para el uso por parte de Ucrania de aviones de combate F-16.
Las reservas de armamento y municiones en Ucrania son estables por ahora, según funcionarios estadounidenses, aunque Estados Unidos cree que hay graves problemas de personal en Ucrania. Se espera que se entregue todo el dinero restante que el Congreso ha asignado a Ucrania. Sin embargo, eso no significa que toda la Autoridad Presidencial de Reducción de los Fondos para Ucrania se haya utilizado antes de que el presidente Joe Biden deje el cargo.
Biden tenía previsto reunirse con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, el viernes en Roma para lo que probablemente sería su último encuentro, pero la Casa Blanca anunció el miércoles por la noche que cancelaba el viaje para centrarse en los incendios forestales que arrasan California.
La reunión entre Biden y Zelensky habría tenido lugar poco más de un mes antes del tercer aniversario de la invasión rusa a Ucrania, y la administración está ansiosa por destacar el apoyo de Estados Unidos a Ucrania durante el tiempo que le queda a Biden en el cargo. Los funcionarios de la administración sostienen que tanto el gobierno estadounidense como el ucraniano anticiparon que podría haber negociaciones con Moscú en la primera parte de 2025, independientemente de quién ganara las elecciones estadounidenses, y su objetivo era empoderar aún más a Ucrania antes de las posibles conversaciones.
Más temprano el miércoles, el enviado entrante del presidente electo Donald Trump para Ucrania y Rusia, Keith Kellogg, dijo a Fox News que espera tener una “solución resoluble” entre las dos partes dentro de los 100 días de que Trump asuma el cargo.
Los funcionarios estadounidenses afirman que las sanciones impuestas por Estados Unidos a Rusia han contribuido a debilitar significativamente la economía rusa, con una inflación y unas tasas de interés en alza y una capacidad cada vez menor de Rusia para competir económicamente a largo plazo. Las últimas sanciones que se espera que se anuncien, cuyos objetivos no están claros, se están discutiendo (pero no coordinando) con los funcionarios entrantes de Trump, aunque la próxima administración se encargará de aplicarlas.
La administración Biden ha otorgado a Ucrania más de US$ 65.000 millones en ayuda desde que comenzó la guerra a fines de febrero de 2022.