Donald Trump jurará el lunes como presidente por segunda vez.
CNN  — 

Donald Trump, dijo que mantuvo una llamada telefónica “muy buena” con el presidente China, Xi Jinping, mientras el presidente electo de Estados Unidos se prepara para regresar a la Casa Blanca la próxima semana.

“Acabo de hablar con el presidente Xi Jinping de China”, escribió Trump en su plataforma de redes sociales, Truth Social. “Espero que resolvamos muchos problemas juntos y que comencemos de inmediato”.

Trump dijo que discutieron sobre comercio, fentanilo, TikTok y otros temas, y que la llamada fue “muy buena” para ambos países.

“¡El presidente Xi y yo haremos todo lo posible para que el mundo sea más pacífico y seguro!”, escribió.

En un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Xi dijo que él y Trump “dan gran importancia a las interacciones mutuas” y que “esperan un buen comienzo para la relación entre China y Estados Unidos” durante el segundo mandato de Trump.

La llamada telefónica, que se cree es la primera entre ambos desde que Trump dejó el cargo tras su primer mandato, se produce durante un momento tenso en las relaciones entre Washington y Beijing.

Poco después de la llamada, la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó que una controvertida prohibición de TikTok puede entrar en vigor el domingo, rechazando una apelación de la popular aplicación que afirmaba que la prohibición violaba la Primera Enmienda.

Anteriormente, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China dijo que Xi no asistiría a la investidura de Trump prevista para el lunes. En su lugar, el vicepresidente, Han Zheng, estará en la ceremonia en la ciudad de Washington como representante especial de Xi.

Xi envió a Trump un mensaje de felicitación después de su reelección en noviembre, diciéndole que Estados Unidos y China “ganan con la cooperación y pierden con la confrontación”, y dijo que esperaba que los dos países pudieran encontrar una manera “de llevarse bien”.

En una entrevista con NBC después de su reelección, Trump dijo que se llevó “muy bien” con Xi durante su tiempo en el cargo.

Pero la retórica de Trump no siempre ha sido tan amigable. Como candidato, Trump prometió aplicar aranceles del 60% a todos los productos procedentes de China. Como presidente electo, ha moderado sus afirmaciones y ha amenazado con aumentar los aranceles a los productos chinos en un 10% adicional hasta que Beijing impida el flujo de drogas ilegales a Estados Unidos.

Trump y Xi, en una ceremonia de bienvenida, en Beijing, el 9 de noviembre de 2017.

Entre los miembros del gabinete de Trump figuran varios destacados halcones en relación con China, entre ellos Marco Rubio, elegido secretario de Estado y actualmente sancionado por Beijing, y Pete Hegseth, el expresentador de Fox News elegido secretario de Defensa, que ha advertido que China está empeñada en derrotar a Estados Unidos y lograr la dominación global.

Sin embargo, un factor que complica las cosas es Elon Musk, el multimillonario fundador del gigante de los vehículos eléctricos Tesla, que fabrica más de la mitad de sus vehículos en China. Musk suele ser invitado a reunirse con funcionarios chinos durante sus viajes.

Haciéndose eco de algunos de los puntos de conversación de Beijing, Musk ha dicho en el pasado que los dos países pueden mantener una relación en la que todos ganen, en una clara ruptura con la actitud de suma cero de Trump.

A pesar de señalar las perspectivas de cooperación, Xi dijo a Trump que es “natural que dos grandes países con diferentes condiciones nacionales tengan algunos desacuerdos”, destacando “la cuestión de Taiwán”.

Beijing ha insistido con que considera a Taiwán un territorio separatista que debe ser “unificado” con su territorio continental, y que está dispuesto a utilizar la fuerza si es necesario.

Trump fue visto como un amigo de Taiwán durante su primer mandato, pero su retórica se ha endurecido desde entonces. Durante la campaña electoral, Trump afirmó que la democracia autónoma debería pagar más a Estados Unidos por su “protección” y que había “robado” el negocio de chips de Estados Unidos.

Nectar Gan y Steven Jiang, de CNN, contribuyeron con el reporte.