El vicepresidente J. D. Vance juramentó al exsenador republicano Marco Rubio como secretario de Estado. Es el primero de los designados del presidente Donald Trump en asumir el cargo.
“Gracias, señor vicepresidente, por dedicar tiempo, han sido 72 horas muy ocupadas, tal vez más”, dijo Rubio después de prestar juramento. Agradeció a su esposa Jeanette Rubio por apoyarlo “en cada paso del camino”. También agradeció a sus hijos.
Rubio luego continuó diciendo que la prioridad de la política exterior de Trump será anteponer los intereses de Estados Unidos.
“En cuanto a las tareas futuras… el presidente Trump fue elegido para cumplir sus promesas y las va a cumplir. Y su principal promesa en materia de política exterior es que la prioridad del Departamento de Estado de Estados Unidos será Estados Unidos. Promoverá los intereses nacionales de este país”, dijo Rubio.
Apoyo bipartidista unánime
El Senado votó el lunes para confirmar a Marco Rubio como secretario de Estado del presidente Donald Trump, el primer funcionario de alto nivel del gabinete de la nueva administración que es aprobado por esa cámara legislativa.
La votación de confirmación tuvo lugar apenas horas después de que Trump fuera juramentado como presidente. La votación, abrumadoramente bipartidista, fue de 99 a 0 y ningún senador votó en contra de la nominación.
Rubio ha servido como senador republicano por Florida desde 2011, y su nominación recibió un fuerte apoyo de varios senadores demócratas, quienes dijeron que su colega estaba altamente calificado para el cargo.
Durante su audiencia de confirmación, la senadora de Nueva Hampshire Jeanne Shaheen, la demócrata de mayor rango en la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, dijo que Rubio estaba “bien calificado para servir como secretario de Estado”.
Rubio, de rival a aliado de Trump
Rubio pasó de adversario de Trump a aliado en los últimos años en un notable cambio político. Ahora, desempeñará un papel clave como funcionario de alto rango en la nueva administración de Trump.
Los dos tuvieron una amarga rivalidad durante las primarias presidenciales del Partido Republicano de 2016, cuando Rubio llamó a Trump un “estafador”, mientras que Trump lo llamó despectivamente “Pequeño Marco”.
Después de su fallida candidatura a la primaria presidencial del Partido Republicano en 2016, Rubio agudizó sus credenciales en política exterior como el republicano líder en la Comisión de Inteligencia del Senado, mientras construía relaciones en su partido y con el resto del partido.
El gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, nombró a la fiscal general estatal Ashley Moody para ocupar el puesto que dejará vacante Rubio.
Rubio delinea prioridades sobre China, Rusia y Ucrania
Durante las preguntas de los senadores en las audiencias de confirmación, Rubio expresó su apoyo a la OTAN, así como a una ley bipartidista que copatrocinó y que establece que Estados Unidos no puede retirarse de la alianza sin la aprobación del Senado o una ley del Congreso.
Rubio también habló sobre la necesidad de que Estados Unidos adopte una postura firme con respecto a China durante su audiencia de confirmación, y calificó al Partido Comunista Chino de adversario “potente” y “peligroso”.
“Son un adversario y competidor tecnológico, un competidor industrial, un competidor económico, un competidor geopolítico, un competidor científico ahora, en todos los ámbitos, es un desafío extraordinario y creo que definirá el siglo XXI”, dijo Rubio.
“Les hemos permitido salirse con la suya y, francamente, los chinos hicieron lo que cualquier país del mundo haría si tuvieran estas oportunidades: aprovecharon eso, así que ahora estamos lidiando con las ramificaciones de esto”, dijo.
“Gran parte de lo que necesitamos hacer para enfrentarnos a China está aquí en casa. No es solo en el extranjero, también está aquí en casa”, dijo. “Tenemos que reconstruir nuestra capacidad industrial nacional y tenemos que asegurarnos de que Estados Unidos no dependa de ninguna otra nación en particular para ninguna de nuestras cadenas de suministro críticas”.
En respuesta a preguntas sobre la guerra de Rusia contra Ucrania, Rubio dijo que es “poco realista creer” que Ucrania pueda hacer retroceder a las fuerzas rusas a donde estaban antes de la invasión de 2022 y que la posición oficial de Estados Unidos debería ser que la guerra debe terminar.
Rubio agregó que él y Trump están de acuerdo en que la guerra debe terminar y criticó a la administración Biden por no establecer un “objetivo final” claro para la guerra.
“Lo que (el presidente de Rusia) Vladimir Putin ha hecho es inaceptable, no hay duda al respecto, pero esta guerra tiene que terminar, y creo que debería ser la política oficial de Estados Unidos que queremos que termine”, dijo Rubio.
Con información de Jeremy Herb de CNN.