Por Miguel Márquez, CNN

Los Ángeles (CNN) – Lily Dionne tenía una semana en Hollywood cuando respondió a un anuncio publicado en Craigslist, el cual buscaba actores para una película de acción y aventuras titulado Desert Warrior (Guerrero del desierto).

Ahora, Dionne dice que se siente traicionada por el cineasta californiano, quien convirtió la película de bajo presupuesto con una trama muy desgastada en una una producción de corte antiislámico que provocó la indignación de grupos islámicos extremistas, con resultados violentos en algunas partes del mundo musulmán.

Cuando aparecieron las noticias de que turbas violentas atacaron el consulado de Estados Unidos en la ciudad libia de Bengasi, provocando la muerte del embajador Chris Stevens y otros tres estadounidenses, la actriz se sintió abrumada.

“Temblé cuando me enteré. No tenía ni idea”, dijo Dionne a CNN este domingo. “Esta era una película que pensé que nadie vería”.

Dionne conocía al cineasta por el nombre de Sam Bacile. Sin embargo, funcionarios federales dicen que su nombre es Nakoula Basseley Nakoula, un convicto con antecedentes de utilizar alias para ocultar sus acciones.

Consideran que Nakoula es el cineasta que está detrás de Innocence of Muslims (La inocencia de los musulmanes) una película amateur que retrata al profeta Mahoma como mujeriego, bufón, asesino cruel y abusador de menores. El Islam prohíbe categóricamente cualquier imagen de Mahoma, y la blasfemia es un tabú incendiario en el mundo musulmán.

La película, respaldada por grupos extremos antiislámicos de Estados Unidos, es un proyecto de bajo presupuesto que fue ignorado cuando en julio fueron publicados los avances promocionales de la película a través de YouTube.

La televisión egipcia transmitió ciertos segmentos del filme que provocaron las protestas violentas en Egipto, Yemen, Túnez, Marruecos, Sudán, Irán, Iraq, Israel y los territorios palestinos.

El personal fue “muy mal informado”

Dionne fue una de los 79 actores e integrantes del equipo de trabajo que dicen haber sido “muy mal informados” cuando en julio de 2011 respondieron al llamado de casting para una película que fue descrita como “una aventura histórica en el desierto de Arabia”. El anuncio apareció en Craigslist, la revista Backstage y otras publicaciones.

Pero desde un inicio, Dionne dijo que el elenco y el equipo realizador tenía una serie de preguntas, entre ellas por qué el personaje principal de una película histórica tenía un nombre occidental.

“Nos preguntamos de qué se trataba. Seguían diciendo George. Y nos quedamos con cara de ‘esto es el Medio Oriente hace 2.000 años. ¿Quién es George?’”, dijo.

Dice que nunca escuchó hablar de política o religión al hombre que conocía como Bacile. Después de que terminó de grabarse en locación, Dionne dijo que ella y otros fueron llevados a doblar la cinta.

“Llevaron a los actores a la post (producción) y los hacían decir palabras específicas. Como por ejemplo ‘Mahoma’. Era aislado. No estaba en contexto”, dijo. “Decían ‘di Mahoma’ y ellos (los actores) decían, ¿por qué ‘di Mahoma’?”

Cuando se terminó de hacer la película, ya no se trataba sobre un hombre llamado George con una aventura en el desierto, sino más bien una película antiislámica del profeta Mahoma. “Él sabía lo que hacía. Nos timó a todos”, dijo Dionne.

Otra actriz, Cindy García, dijo que la semana pasada habló con el productor después de que comenzaron los disturbios. “(El productor) dijo que escribió el guión porque quiere que los musulmanes dejen de matar”, dijo García. “No tenía ni idea de que estaba haciendo todo esto”.

Los 79 integrantes del elenco y el equipo de trabajo publicaron un comunicado diciendo que estaban “extremadamente molestos y con la sensación de que el productor se aprovechó de la situación”.

Los trabajadores dijeron que se encontraban “conmocionados por el drástico cambio de guión y por las mentiras que les dijo a todos los involucrados. Estamos muy entristecidos por las tragedias que han ocurrido”.

Cuando apareció por primera vez la noticia de su película, el cineasta, identificándose como Bacile, dijo al Wall Street Journal que él era israelí-estadounidense, de 52 años, y desarrollador de bienes raíces procedente de California. Dijo que donantes judíos dieron 5 millones de dólares para financiar su película.

No obstante, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel dijo que no tenían registro de alguien que se llamara Sam Bacile con ciudadanía israelí.

“Este hombre es totalmente anónimo. En este momento, nadie puede confirmar que posea la ciudadanía israelí. Si la tuviera, no estamos involucrados”, dijo el vocero del ministerio, Yigal Palmor.

Una búsqueda hecha por CNN sobre registros públicos relacionados con Bacile no halló mención anterior de alguien con el nombre de Sam Bacile, y los gremios de directores y escritores no lo tenían registrado.

En la entrevista para el WSJ, el cineasta describió a su película como “un esfuerzo político para hacer notar la hipocresía del islam”. El director agregó que “el islam es un cáncer”, y que el mensaje de su película es político, no religioso. CNN no ha podido hablar con el cineasta.

Un integrante del personal de producción que trabajó en la película en sus primeras etapas, dijo a CNN que en los papeles llenados para el Sindicato de Actores SAG dio un nombre completamente diferente: Abenob Nakoula Bassely.

Pensó que el cineasta era un cristiano copto y cuando los dos hablaron por teléfono durante la producción, el cineasta dijo que estaba en Alejandría, Egipto, recaudando dinero para la película. En Egipto, en las últimas décadas han surgido tensiones entre los musulmanes y la minoría de cristianos coptos.

Otro integrante del personal que trabajó en la película dijo que también conocía al productor como Sam Bassil. Así es como firmó un cheque personal para pagarle al personal.

Estaba casado y tenía dos hijos. La hija ayudó durante la producción e incluso llevó comida en unas cuantas ocasiones, dijo el integrante del personal. Por cuestiones de seguridad, el integrante del personal tampoco quiso que se revelara su nombre.

Los antecedentes penales de Nakoula

En los días posteriores, las autoridades federales han confirmado que el hombre que se hace llamar Bacile es, en realidad, Nakoula, un hombre con antecedentes penales y con historial de utilizar alias.

Nakoula fue declarado culpable de fraude bancario en 2010 y pasó un año en la prisión federal de Lompoc, California, antes de quedar en libertad condicional por cinco años. Según registros de los tribunales, el cineasta empleó por lo menos 17 nombres falsos.

Durante el fin de semana, Nakoula fue interrogado por las autoridades federales de libertad condicional, las cuales están llevando a cabo una revisión de su caso para determinar si se violó alguna de las condiciones impuestas a su libertad condicional.

Karen Redmond, vocera de la Oficina Administrativa de los Tribunales Federales de EE.UU., no ofreció detalles de por qué o cuándo inició la revisión de la libertad condicional o sobre cuánto tiempo tomaría el proceso.

Mientras esté bajo libertad condicional, Nakoula no puede tener acceso a computadoras o cualquier dispositivo que tenga acceso a internet sin la aprobación de su agente encargado de la libertad condicional.

Los términos en los que se encuentra esa resolución también establecen que no puede “utilizar, para cualquier propósito o de cualquier manera, ningún nombre que no sea su verdadero nombre legal o nombres sin la previa aprobación por escrito del agente encargado de la libertad condicional”.

El activista anti musulmán Steve Klein, quien declaró haber sido consultor del guión para la película, dijo que el cineasta le contó que su idea era hacer una película que revelaría “hechos, evidencias y pruebas” sobre el profeta Mahoma a las personas que consideraba musulmanes radicales.

“Nuestra intención era llegar a la pequeña minoría de gente muy peligrosa en California e intentar horrorizarlos tras comprender qué tan peligroso es el islam”, dijo Klein. “Sabíamos que iba a provocar algo de fricción, si alguien le prestaba atención”, agregó.

Pero cuando Klein fue a la proyección de la película en un cine en Los Ángeles, no había nadie. “Fue un fiasco, un desastre”, dijo. Los avances de la película estaban ya en internet. Eran segmentos centrados en el profeta Mahoma y publicados bajo el título, Inocencia de Mahoma.

Los cortos de la película fueron traducidos al árabe, y la televisión egipcia transmitió ciertos segmentos. La furia estalló y desde entonces no se ha visto a Nakoula, resguardado con su familia en su casa, en Cerritos, California, lugar al que se han dado cita los periodistas para buscar información sobre su escurridizo pasado.

Amanda Watts y Michael Martínez, de CNN, contribuyeron a este reporte.