(CNN) — Mientras familiares comenzaron a decir adiós a los niños muertos, los investigadores en Connnecticut siguieron este lunes intentando entender qué ocurrió, y analizaron las armas y la computadora del joven de 20 años que terminó con las vidas de los menores.

En días recientes, las autoridades han establecido que Adam Lanza realizó disparos para entrar a la escuela primaria Sandy Hook de Netwtown. Dentro, se acabó varios cargadores de 30 balas al usar un rifle AR-15 Bushmaster para matar a seis adultos y 20 niños en dos salones de clase. Cada una de las víctimas recibió varios disparos antes de que Lanza utilizara una pistola para quitarse la vida.

Pero hasta ahora, las autoridades no han dado un motivo. Sin embargo, buscan entre los restos de una computadora destruida en la casa del atacante, con la esperanza de encontrar pistas sobre su comportamiento.

Las autoridades también están analizando la historia de Lanza con las armas de fuego. Tres armas fueron encontradas en su cuerpo, un rifle de asalto y dos pistolas, mientras que otra pistola fue encontrada en su auto, según Paul Vance, vocero de la policía de Connecticut.

Todas las armas eran de su madre, Nancy Lanza, que fue encontrada muerta en su casa el pasado viernes tras la masacre. Ella coleccionaba armas, las disparaba y acudía a campos de tiros, según la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuegos y Explosivos.

Nancy Lanza y su hijo inclusive fueron juntos a un campo de tiro hace aproximadamente unos seis meses, según la oficina.

Más allá de dar a conocer esto, los investigadores continuaron herméticos este lunes sobre la investigación. Cientos de oficiales estatales, detectives y otro personal analizan cada bala disparada, examinan el historial médico del atacante y están hablando con testigos, según Vance.

Los investigadores planean interrogar a dos adultos que sufrieron heridas en sus piernas, y que se encuentran en un hospital, “cuando sea medicamente apropiado”, según Vance.

Los primeros funerales

La angustia causada por el ataque fue visible este lunes afuera de la funeraria de Newtown, a donde jóvenes y adultos llegaron para despedir a Jack Pinto, de seis años.

Uno de los ídolos de Pinto, Victor Cruz de los Gigantes de Nueva York, ofreció su tributo al niño en un juego este domingo al escribir “Jack Pinto Mi Héroe” en su calzado. El jugador de la NFL se dijo sorprendido de que la familia eligió sepultar al niño con una camiseta de Cruz.

“No sé ni cómo ponerlo en palabras”, dijo Cruz.

El niño de seis años era un atleta en potencia. Antes de su muerte, ya había tenido su primera lucha, y había ganado una medalla.

Muchos de sus compañeros de su equipo de lucha lucieron medallas durante su funeral. Otros, muchos de ellos de su edad, fueron a Newtown vistiendo camisetas deportivas. Los asistentes eran demasiados para la funeraria, y la línea para ver el cuerpo del niño salía hasta la calle.

Jack no fue el único niño que fue recordado este lunes. Noah Pozner, otro niño de seis años, podía obtener lo que quisiera con solo mover sus grandes pestañas, según sus padres.

Noah amaba jugar con sus hermanos, especialmente con su gemela. Ellos todavía no saben cómo murió Noah, según una tía del niño.

“¿Cómo les dices que así murió su hermano?”, dice Victoria Haller. “Es realmente impensable”.

Este martes será el funeral de Jessica Rekos. El próximo jueves será el de Benjamin Wheeler, y el viernes el de Madeleine Hsu. Todos tenían seis años de edad.

Adam Lanza tenía problemas psicológicos

Cuando era director de seguridad de las escuelas públicas de Newtown, Richard Novia conoció a Adam Lanza. En la preparatoria, el joven tenía problemas psicológicos y a veces “se sumergía en su pequeño mundo”, según Novia.

Pero nunca vio venir a la masacre del viernes pasado.

“Interactué con ese joven diariamente por varios años”, dijo Novia a Nancy Grace de HLN, el canal hermano de CNN. “Y lo que puedo decir es que no hubo indicación de que él pudiera realizar un acto atroz”.

Lanza trabajó con Novia en el club de tecnología de la preparatoria de Newtown, y su madre, a quien veía como muy preocupada por sus hijos, a veces tomaba parte en las actividades.

Según las autoridades locales, Adam Lanza no tenía conexión alguna con la escuela a la que atacó. Cynthia Jaroszewksi, sin embargo, dijo a CNN que Lanza alguna vez fue a esa escuela, y que estuvo en clases de primer y tercer grado junto con su hija, Rebecca.

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