(CNN) — La exnuera de Ariel Castro nunca se sintió cómoda cerca del hombre que mantuvo a tres jóvenes secuestradas en una casa de Cleveland durante una década.
Monica Stephens, quien estuvo casada con Anthony, el hijo de Castro, dijo que nunca entabló una relación cercana con Castro, principalmente a causa de las historias inquietantes acerca de él que su exesposo y su exsuegra relataban.
“Nunca sentí el deseo de conocerlo profundamente”, dijo Stephens a Piers Morgan de CNN. “Tanto mi exesposo como su madre me habían contado que los golpeaba, los encerraba en la casa, los trataba como rehenes… así que nunca sentí el deseo de conocerlo. No tenía esa especie de aura de suegro, ¿saben?”
Stephens dijo que le habían dicho que Castro supuestamente había agredido a Anthony Castro desde que era niño y que hasta había golpeado a su esposa, Grimilda Figueroa, cuando convalecía de una cirugía cerebral.
“A pesar de todo, seguía golpeándola. La golpeó en la cabeza. No sé si la pateó o si la golpeó con un tubo”, dijo. “No creo que pueda comprender lo horribles que eran algunas de las historias”. Stephens señala que le dijeron que además de las golpizas, Castro “jugaba juegos mentales” con los miembros de la familia.
Durante su matrimonio, Stephens visitó a Ariel Castro acompañada de Anthony. Ella había escuchado que él mantenía las cosas bajo llave “obsesivamente” en su casa, y eso la puso nerviosa durante su breve visita.
“No creo que hayamos estado allí más de 20 minutos. No era algo usual. Creo que es la única vez que he estado ahí. Ariel Castro siempre me puso nerviosa, pero pensé que era porque estaba prejuzgando”, dijo. “Como dije, se lo atribuía a las cosas que había escuchado acerca de él”. Stephens dijo que no escuchó ningún ruido inusual cuando estuvo en la casa.
Las tres mujeres que estuvieron cautivas en la casa —Amanda Berry, Gina DeJesus y Michelle Knight— han declarado que quieren privacidad para reconectarse con sus familias. Tampoco darán entrevistas a los medios hasta que termine el juicio penal en contra de Castro.
Berry y DeJesus recibieron alegres bienvenidas con sus familias la semana pasada. Se desconoce el paradero de Knight. Ella no se ha reunido con su familia, pero una fuente cercana a la investigación dijo a CNN que “está en un lugar seguro y está cómoda”.
Un amigo de la familia de una de las mujeres secuestradas por 10 años en Cleveland, dijo que el hombre acusado por los secuestros, Ariel Castro, la utilizaba como “saco de boxeo”.
La fuente dijo que Castro abusó de Michelle Knight de todas las maneras y con todo tipo de objetos, incluyendo pesas de mano. Como resultado, sufrió pérdida de visión, daños de articulaciones y musculares, y tiene varios problemas físicos.
El amigo también corroboró que las tres mujeres retenidas fueron tratadas de manera distinta, aunque mal en general. Amanda Berry fue tratada mejor por Castro que las otras dos jóvenes, Knight y Gina DeJesus. Las tres tienen bajo peso, pero la afirmación de que sufren de “malnutrición severa” podría ser una exageración, según el amigo.
Castro, un conductor de autobús y músico de 52 años, se enfrenta a cargos de violación y secuestro en relación con el prolongado cautiverio de las mujeres.
Según los reportes policiales iniciales, las mujeres relataron a los investigadores que estuvieron encadenadas en el sótano de la casa, pero que después las trasladaron a las habitaciones del segundo piso. Se les permitió salir de la casa en dos ocasiones y por un lapso breve, según el documento.