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La relación desconocida entre la diabetes y el alzhéimer
03:44 - Fuente: CNN

(CNN Español) – Cuba sigue siendo uno de los países líderes en el desarrollo farmacéutico en América Latina. Recientemente una vacuna cubana terapéutica contra el cáncer de pulmón fue sometida a pruebas en Estados Unidos, y científicos de ese país presentaron otra vacuna para reducir la carga viral en pacientes con VIH.

En esta oportunidad, el frente de batalla científico de los expertos cubanos se dirige a la enfermedad del Alzhéimer gracias al desarrollo de una medicina que busca detener el avance de esta enfermedad y mejorar la calidad de vida de quienes sufren este tipo de demencia.

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El ensayo clínico de una medicina llamada NeuroEpo empezará dentro de poco, y por primera vez se hará en humanos, según explicó al diario estatal Granma Leslie Pérez Ruiz, investigadora del Centro de Inmunología Molecular (CIM) de La Habana que desarrolló este medicamento.

El alzhéimer es una enfermedad degenerativa y no tiene cura.

“Sería la primera vez que se utilice en personas y hay que esperar los resultados”, dijo Pérez Ruiz a Granma.

La investigadora aclaró que la medicina “no evita el alzhéimer, ni lo elimina”, aunque los resultados preliminares han sido “alentadores” pues podrían cambiar el curso de la enfermedad. “Es decir, enlentecer el deterioro que inevitablemente el paciente sufre”.

El ensayo clínico con NeuroEpo —que en etapas experimentales ha demostrado tener un efecto neuroprotector— empezará en pacientes con estados iniciales de Alzheimer, según dijo a Granma Jorge Llibre Guerra, experto en Ciencias de la Unidad de Investigación en Trastornos Cognitivos y del Comportamiento, del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía de Cuba.

Las pruebas en humanos con NeuroEpo empezarán una vez el Centro para el Control de Medicamentos, ­Equipos y Dispositivos Médicos (CEMED) de su aprobación.

“Lo que queremos es ayudar a demorar ese proceso degenerativo y ­mejorar la calidad de vida de esa ­persona y de la familia”, explicó Pérez Ruiz en Granma.

Desde 1980 Cuba ha producido más del 70% de la medicación necesaria en el país y produjo sus propias vacunas para 21 enfermedades diferentes, según le dijo a CNN en agosto de 2016 Camilo Rodríguez, un investigador del CIM.

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Una enfermedad mortal

El alzhéimer es un tipo de demencia neurodegenerativa que no tiene cura. Su desarrollo produce la pérdida general de la memoria y las habilidades intelectuales.

Es una enfermedad que avanza lentamente que comienza con la pérdida de memoria y termina con daño cerebral severo.

Según la Organización Mundial de la Salud, es la séptima causa de muerte más común en el mundo, dejando 1,5 millones de muertos al año, según cifras de 2015 publicadas en un reporte de enero de este año.

La OMS calcula que entre 6,5% y 8,5% de las personas mayores de 60 años en el continente americano sufren algún tipo de demencia, una tendencia que podría duplicarse en 20 años, afectando a 14,8 millones de personas en 2030.

“En América Latina y el Caribe se dará el aumento más acelerado, ya que pasará de 3,4 millones de personas en 2010 a 7,6 millones en 2030, cifra que supera la proyección de 7,1 millones de personas con este trastorno en los Estados Unidos y Canadá”, auguró la OMS en 2015.

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Según un informe del Edward R. Roybal Institute on Aging de la Universidad del Sur de California y la red Latinos Against Alzheimer, el aumento es particularmente sorprendente entre los latinos que, como grupo, tiene un 50% más de probabilidades que los blancos no hispanos de Estados Unidos de desarrollar la enfermedad.

Entre tanto, en Estados Unidos el número de casos de alzhéimer está creciendo rápidamente en toda la población y podría casi triplicarse para 2050, llegando a 13,8 millones, según la Asociación de Alzheimer.

La edad avanzada, la historia familiar y la genética son los mayores factores de riesgo para la enfermedad de Alzhéimer, y nadie puede cambiarlos. Pero las condiciones inducidas por el estilo de vida que dañan el corazón o los vasos sanguíneos, como la presión arterial alta, apoplejía, diabetes, colesterol alto y enfermedades del corazón, también pueden contribuir, según la Asociación de Alzheimer.

Los síntomas de esta enfermedad son pérdida de la memoria, repetición de preguntas y frases, falta de criterio, no recordar dónde se dejan los artículos, cambios de ánimo y de personalidad, confusión, delirios y paranoia, pérdida de peso, dificultad para masticar, aumento del sueño y pérdida de control en los esfínteres, entre otros.