(CNNMoney) – La única fuente de efectivo que queda en Venezuela se está agotando rápidamente, mientras el país enfrenta deudas cada vez mayores, violentas protestas políticas y ciudadanos que aguantan por la escasez de alimentos.
El petróleo representa casi todas las exportaciones venezolanas. Y con el país en plena crisis, ese producto es lo único que puede vender.
Pero la producción de petróleo está por el piso: alcanzó los niveles más bajos desde 1989 –excluyendo una huelga petrolera en 2002–, según la información recopilada por el profesor Francisco Monaldi, de la Universidad Rice.
La producción lleva cayendo durante 10 de los últimos 11 años, según las estadísticas de la British Petroleum. Además, en el primer semestre de 2017 disminuyó drásticamente con un 12%, comparado al mismo período del año pasado, como lo registraron las cifras de la OPEP reveladas este miércoles.
El principal problema está en que los proveedores de servicios petroleros, como Halliburton y Baker Hughes, redujeron la extracción del líquido hasta que el presidente Nicolás Maduro les pague los millones de dólares que reportan las cuentas sin cancelar.
Venezuela debe por separado cerca de 5.000 millones de dólares en pagos que no se han realizado a la deuda con los inversionistas este año. Así que los temores de que el país sea incapaz de saldar esas cuentas está creciendo. En la misma línea, este martes el índice Standard & Poor disminuyó aún más la calificación crediticia de la nación, dejándola en los peores niveles.
“Esto es mucho peor de lo que esperábamos”, sostuvo Monaldi, exconsultor del Banco Mundial. “Se necesita realmente tener algún talento especial para destruir una economía de esta manera”, comentó.
Venezuela tiene más petróleo que cualquier otro país en el mundo. Pero la nación sudamericana está sufriendo una crisis económica autoinfligida. El gasto excesivo del gobierno, la mala administración de los recursos naturales y la corrupción empujaron la empujaron a una recesión en 2014.
Durante meses, la oposición política del país ha organizado protestas callejeras contra el presidente Maduro, alegando que abandonó la democracia y que está violando los derechos humanos. Hasta la fecha, casi 100 venezolanos han muerto durante manifestaciones y enfrentamientos con la policía, que empezaron a finales de marzo.
Al tiempo, la caída en picada de la producción petrolera significa que Venezuela tiene menos dinero para despachar los alimentos que necesitan sus habitantes y que los precios de cualquier alimento disponible están disparados, ya que la moneda local se considera prácticamente sin valor.
En el medio de todo esto, los venezolanos aguantan hambre de manera severa. Aquellos que viven en extrema pobreza perdieron 8,6 kilos en promedio el año pasado, debido a la escasez de alimentos, según una encuesta nacional. Las personas están optan o por cruzar la frontera con Colombia para poder comprar papel higiénico. Los venezolanos son ahora los mayores solicitantes de asilo en Estados Unidos, por encima de los ciudadanos de China y México.
Y si empiezas a retirar las capas del problema petrolero, el panorama empeora. Aunque el país produce 1,9 millones de barriles por día, sólo está recibiendo pagos por una cifra que oscila entre los 700.000 y 800.000 barriles al día, aseguran los expertos.
Ahora, Venezuela está pagando los préstamos que tiene con China y Rusia al enviarles petróleo gratis. La gasolina, además, cuesta muy poco en el país, ya que el gobierno esencialmente subsidia el costo para los conductores.
Como las ventas de petróleo disminuyen, el dinero también se está agotando. Venezuela sólo tiene 10.000 millones de dólares en reservas: una cantidad escalofriantemente baja. Para 2015, tenía 20.000 millones y en 2011 acumulaba 30.000 millones, como lo exhiben datos del banco central.
“Es realmente malo”, explica Russ Dallen, gerente y socio de Caracas Capital, una firma con sede en Miami. “No pueden invertir dinero, no pueden pagar a sus proveedores … Sigue yendo en círculos hacia el desagüe”.