Da Nang, Vietnam (CNN) – El presidente de EE.UU. Donald Trump llevó su nacionalismo económico de línea dura a la cumbre de líderes del Pacífico este viernes, dando una dura reprimenda por las prácticas comerciales que han perjudicado a los trabajadores estadounidenses. Trump insistió en culpar a los expresidentes estadounidenses por ello.
“No vamos a dejar que se sigan aprovechando de Estados Unidos”, dijo Trump en un discurso al inicio de la Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico. “Siempre voy a poner a Estados Unidos primero, de la misma manera que espero que todos los que están en esta sala pongan a sus países primero”.
Fue un mensaje que ya es familiar y que fue dado ante una audiencia que aún se está acostumbrado a la visión proteccionista de Trump. Aunque Trump hace su debut durante este conjunto anual de reuniones, otros líderes esperan anunciar una renovada Alianza Trans-Pacífico —el histórico acuerdo comercial negociado por el presidente Obama pero eliminado por Trump— que no incluye a Estados Unidos.
Es una muestra de desafío contra un presidente de Estados Unidos que ha emitido una línea dura sobre el comercio durante su gira por Asia, pero no necesariamente contra los países que incurren en prácticas desleales.
Crítica a los expresidentes de Estados Unidos
Trump renovó sus críticas a los gobiernos anteriores este viernes, diciendo que ellos ignoraron los desequilibrios en las prácticas comerciales que permitieron que otros países se aprovecharan de Estados Unidos.
“El actual acuerdo desequilibrado no es aceptable”, dijo Trump. “No culpo a China o a cualquier país, de los cuales aquí hay muchos, por aprovecharse de Estados Unidos en el comercio. Si sus representantes son capaces de lograrlo, solo están haciendo su trabajo”.
“Deseo que gobiernos anteriores en mi país vieran lo que estaba pasando y hubieran hecho algo al respecto”, dijo Trump.
El comentario, que Trump hizo junto al presidente de China Xi Jinping para anunciar nuevos acuerdos entre empresas estadounidenses y chinas, rompió la larga tradición que tenían los presidentes de Estados Unidos de responsabilizar a sus contrapartes chinas del desequilibrio comercial.
Trump también presentó el nuevo enfoque del comercio de Estados Unidos, diciéndole a la audiencia que ya no perseguirá acuerdos comerciales multinacionales “que atan nuestras manos, someten nuestra soberanía y hacen que la aplicación significativa sea prácticamente imposible”.
“Haré acuerdos comerciales bilaterales con cualquier país indopacífica que quiera ser nuestro socio y que siga los principios del comercio justo y recíproco”, dijo Trump sin mencionar directamente el Acuerdo Transpacífico (TPP).
Los asistentes a la sala aplaudieron tras las palabras de Trump por el llamado que hizo a líderes mundiales de enfocarse en sus economías individuales, pero estas declaraciones —que hizo poco después de llegar a Vietnam— muestran las complicaciones de Trump hablando sobre comercio en una región que se habría beneficiado de un acuerdo comercial más amplio. Líderes vietnamitas querían que Estados Unidos se quedara en el TPP, esperando que su país en vía de desarrollo pudiera beneficiarse del acceso a los mercados comerciales.
Además, en un golpe táctico contra los líderes chinos, Trump dijo que Estados Unidos “no debería seguir tolerando el audaz robo de propiedad intelectual”.
“Confrontaremos las prácticas destructivas de forzar a las empresas a entregar su tecnología al estado y forzarlas a formar empresas conjuntas a cambio de acceso al mercado”, dijo Trump.
Durante mucho tiempo, las empresas de Estados Unidos se han quejado de que China no respeta la propiedad intelectual. A principios de este año, después de un decreto de Trump, el representante comercial de Estados Unidos Robert Lighthizer empezó una investigación por supuestas prácticas comerciales injustas de China.
Xi, hablando en el mismo evento de la APEC y poco después de Trump, no respondió al discurso de Trump pero dijo que la globalización económica se había vuelto una “tendencia histórica irreversible”.
“Con el telón de fondo de los desarrollos globales, la globalización económica también enfrenta nuevos ajustes de forma y de fondo”, dijo. “Al perseguir la globalización económica, debemos hacerla más abierta, más inclusiva, más balanceada, más equitativa y más benéfica para todos”.
Y mientras Trump escalaba su retórica sobre el comercio en Vietnam, seguía con su dura charla sobre Corea del Norte que ha definido su gira por Asia.
Después de alentar a cada país de la región a trabajar para combatir las ambiciones nucleares de Corea del Norte, Trump dijo que la región “no debe ser tomada como rehén de las retorcidas fantasías de conquista violenta de un dictador y del chantaje nuclear”.