(CNN Español) – Venezuela sigue sumida en una espiral hacia una crisis humanitaria.
En las últimas semanas el país ha sido blanco de sanciones internacionales, entró en cese de pagos de sus deudas internacionales y los problemas internos como la crisis de la salud, la inflación y la crisis política siguen sin resolverse, mientras el gobierno culpa a EE.UU. por la supuesta “guerra económica” en su contra.
Estos son los cinco frentes que en las últimas semanas han profundizado la crisis en ese país.
1. Una ronda de sanciones
Este lunes, la Unión Europea impuso un embargo de armas contra Venezuela, y cualquier “material relacionado que pueda ser usado para la represión interna”, según un comunicado, y abrió la posibilidad de sancionar a algunos cargos políticos y militares.
En la resolución, los ministros de Exteriores de la Unión Europea mostraron su preocupación por la situación del país e hicieron un llamado al diálogo entre Gobierno y oposición, al respeto de las instituciones democráticas y a la libertad de los políticos presos.
“La responsabilidad primaria para terminar la crisis en Venezuela está en el país”, dijo la Unión Europea en el comunicado en el que anunció las sanciones, agregando que “reitera su total apoyo a los esfuerzos regionales e internacionales para encontrar una solución duradera a la crisis”.
El gobierno de Venezuela repudió las sanciones del Consejo Europeo a través de un comunicado, y aseguró que esa entidad está subordinándose a Estados Unidos, que también impuso otra ronda de sanciones hace unas semanas.
“Ninguna acción injerencista subordinada a @realDonaldTrump hará que abandonemos el camino del Diálogo y la Paz”, escribió el Ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Jorge Arreaza.
Las sanciones de la Unión Europea llegan pocos días después de que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos impusiera otra ronda de sanciones contra funcionarios de Venezuela, después de las polémicas elecciones de gobernadores del 15 de octubre.
“Estos individuos están asociados con socavar el proceso electoral, con la censura de medios o con la corrupción en los programas de administración de alimentos en Venezuela”, dijo Estados Unidos en un comunicado de prensa en el que anunció las sanciones.
El Departamento del Tesoro ya había emitido una amplia gama de sanciones contra el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y varios de sus funcionarios después de que se instalara la Asamblea Nacional Constituyente.
Sobre esas sanciones, Arreaza dijo que se trata de acciones que hacen parte “de la sistemática campaña de agresión del gobierno de EE.UU. contra Venezuela”, cuyo objetivo es “generar desestabilización y violencia en nuestro país”.
2. Venezuela entró en cese de pagos
El país entró en cese de pagos este lunes. Ese incumplimiento en el pago de la deuda puede desencadenar una serie de eventos peligrosos que podrían agravar la escasez de alimentos y servicios médicos en Venezuela.
Y como Venezuela no tiene el dinero para pagar a todos sus tenedores de bonos en este momento, los inversionistas tendrían derecho a apoderarse de los activos del país, principalmente barriles de petróleo, fuera de sus fronteras. Y si eso pasa, la escasez de alimentos y suministros médicos empeoraría rápidamente.
Aunque el presidente Nicolás Maduro culpe de sus problemas de deuda —y su incapacidad de pago— a una larga “guerra económica” emprendida por Estados Unidos, lo cierto es que también le debe dinero a dos de sus aliados, Chinay Rusia, así como a proveedores de servicios petroleros, líneas aéreas de EE.UU. y muchas otras entidades.
El banco central de la nación solo tiene 9.600 millones de dólares en reservas, ya que a lo largo de los años ha agotado lentamente su cuenta bancaria para realizar pagos.
3. Escasez de petróleo
Además de la amenaza latente que tiene el petróleo con los tenedores de deuda, la baja producción de crudo está por convertirse en otro dolor de cabeza.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reveló en su más reciente informe que el país latinoamericano sólo produjo 1.955 millones de barriles al día durante octubre. Una cifra que está por debajo de la producción registrada en agosto y septiembre de este año: 2.100 millones diarios y 2.085 millones diarios, respectivamente.
Y la caída también es histórica: Venezuela no alcanzaba un nivel tan bajo desde 1989, cuando produjo 1.909 millones de barriles al día. De hecho, los datos históricos que maneja el Ministerio del Poder Popular y del Petróleo revelan que la década de los 80 fue especialmente difícil en la producción de petróleo para el país. Los peores años fueron 1985 con 1.681 millones de barriles al día y 1986 con 1.792 millones de barriles diarios.
4. Crisis de salud y escasez de medicinas
A los problemas económicos de Venezuela, se le suma la crisis de la salud, pues la inflación vertiginosa —que según el Fondo Monetario Internacional está en 652% en 2017— ha creado escasez extrema de alimentos, medicinas y otros elementos esenciales.
A principios de noviembre, el gobierno anunció un plan de vacunación masiva para combatir la difteria, una enfermedad que había sido considerada como erradicada desde hace más de dos décadas.
Se trata de una enfermedad infecciosa aguda provocada por un bacilo que afecta nariz, garganta, y la laringe generando dificultades respiratorias.
El Observatorio Venezolano de la Salud denunció que actualmente hay 500 casos de esa enfermedad en todo el país. Y el ministro de Salud, Luis López, aseguró que dichos casos “son controlables” y que se pueden “eliminar con la aplicación de la vacuna”, de la cual el país tiene las dosis “necesarias”.
Y mientras el Observatorio Venezolano de la Salud, una organización no gubernamental, dice que la rápida propagación de la enfermedad se da por falta de vacunas, la Federación Farmacéutica de Venezuela dice que la escasez de medicamentos alcanza el 90% en todo el país.
5. Crisis política y diálogo “en suspenso”
Otro frente que profundiza la crisis en el país es la incertidumbre sobre el proceso de diálogo para alcanzar una salida negociada la crisis.
La semana pasada, la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) informó que “está en suspenso la reunión prevista para este miércoles 15 en República Dominicana” pues el gobierno del presidente Nicolás Maduro no autorizó la presencia de los cancilleres de los países latinoamericanos en dicha reunión.
Y el suspenso continúa, pues aunque el presidente Nicolás Maduro dijera el domingo que los partidos opositores sí irán a la mesa de diálogo, el líder de la oposición Luis Florido, negó que este miércoles se reinicie el diálogo en República Dominicana pues “no invitaron a los cancilleres” de México, Chile, Paraguay, Bolivia y Nicaragua que serían los garantes del cumplimiento de los acuerdos que realicen.
Aunque se han hecho intentos para acercar posturas entre las partes, ninguno de los intentos para solucionar las diferencias irreconciliables ha dado fruto.
Así ha ocurrido en las últimas rondas de diálogo que se han adelantado desde hace tres años: en 2014 los diálogos se realizaron en el marco de las protestas antigubernamentales con mediación del Vaticano. En 2016 hubo dos intentos de diálogo: después del triunfo de la MUD en las elecciones parlamentarias de 2015 y a finales de 2016; y en recientemente en 2017 hubo rondas de diálogo entre septiembre y octubre de 2017 en República Dominicana. Todas estas sin ningún resultado.
Y como si la división entre gobierno y oposición no fuera suficiente, la coalición antigubernamental llegará fragmentada a las elecciones de diciembre, convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente, en las que se elegirán 335 alcaldes.
Mientras algunos asumieron el reto de los comicios, otros adversarios del oficialismo sostienen que el poder electoral no es confiable y advierten que no participarán.
Y algunos sectores de la oposición han pedido adelantar las elecciones presidenciales que según lo establece la Constitución venezolana, están programadas para finales de 2018.
– Con información de Osmary Hernández de CNN en Venezuela; Kay Guerrero en Atlanta y Patrick Gillespie, de CNNMoney.