(CNNMoney) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido fuertemente criticado esta semana por retuitear videos antimusulmanes explícitos. Pero, ¿por qué los permitió Twitter en primer lugar?
Este contenido fue publicado inicialmente por Jayda Fransen, una de las líderes del partido de extrema derecha Britain First. En los videos aparecen ataques violentos y la destrucción de una estatua de la Virgen María.
También parecen violar los términos de uso publicados por Twitter. La red social le advierte a sus usuarios: “No puedes promover la violencia, amenazar u hostigar a otras personas por motivos de raza, etnia, origen nacional, orientación sexual, género, identidad de género, afiliación religiosa, edad, discapacidad o enfermedad grave”.
Cuando se preguntó por qué las publicaciones originales no habían sido eliminadas, un portavoz de Twitter respondió: “Para ayudar a garantizar que las personas tengan la oportunidad de observar todos los lados sobre un tema, es posible que en raras ocasiones permitamos que el contenido o comportamiento polémico –que de otra manera podría violar nuestras reglas– permanezca en nuestro servicio, porque creemos que existe un interés público legítimo en su disponibilidad”.
El portavoz añadió que “cada situación se evalúa caso por caso y finalmente es decidida por un equipo interfuncional”. También rechazó responder preguntas adicionales por parte de CNNMoney.
Sin embargo, Twitter parece haber reconocido que estos tuits son “material sensible”, lo que significa que contienen “algunas formas de violencia explícita o contenido para adultos”. A aquellos usuarios que tienen sus cuentas configuradas para evitar “material sensible” se les advierte que los videos pueden incluir este tipo de imágenes, además de tener que hacer clic antes de poder ver el contenido.
Ninguno de los videos fue grabado en Gran Bretaña y dos de ellos corresponden a 2015 y 2013.
El tercero pretende mostrar a un joven que es “inmigrante musulmán”, mientras ataca a un niño con muletas. Sin embargo, la Fiscalía de Holanda señaló que el incidente ocurrió en mayo pasado y que el sospechoso nació y creció en los Países Bajos. La entidad se negó a comentar sobre su religión porque es menor de edad.
Twitter, que durante mucho tiempo ha alabado la libertad de expresión, también ha sido criticado por no tomar medidas efectivas contra el acoso y el discurso de odio en su plataforma.
El director ejecutivo de la red social, Jack Dorsey, se comprometió el mes pasado a implementar normas más agresivas para detener el acoso.
Los cambios incluyen planes para catalogar las imágenes y símbolos de odio como “material sensible”. Además, Twitter indicó que tomaría acciones contra las organizaciones que usan la violencia para promover sus causas.
En noviembre de 2016, Fransen fue declarada culpable de acoso religioso agravado, después de agredir de una mujer musulmana que llevaba un hiyab.
Las críticas contra Trump por retuitear este contenido Fransen trascendieron las fronteras de Estados Unidos: en Gran Bretaña han reprobado este comportamiento.
La primera ministra del país, Theresa May condenó la decisión del presidente estadounidense. Aseguró que estaba “mal” compartir videos de un grupo que “busca dividir a las comunidades a través de narrativas de odio que propagan mentiras y alimentan las tensiones”.
El líder de la oposición, Jeremy Corbyn, calificó los mensajes de “abominables, peligrosos y una amenaza para nuestra sociedad”.
Trump también enfrentó un bombardeo de críticas en el Parlamento, algo sin precedentes para un presidente de Estados Unidos.
Los legisladores lo llamaron “racista”, “fascista” y “malvado”. Uno incluso dijo que Trump debería ser acusado de incitar al odio racial si ingresa al país.