Washington (CNN) – Las noticias de la Casa Blanca son las siguientes: a pesar de todas las insinuaciones legales en su contra, el presidente de EE.UU. Donald Trump quiere sentarse y ser entrevistado por el fiscal especial Bob Mueller.
“Cree que puede resolver esto”, dijo una persona familiarizada con el pensamiento de Trump a Sara Murray de CNN. “No se da cuenta de lo que está en juego”.
Todo esto es psicológico para Trump. Piénsalo.
Él cree hasta el fondo de su corazón que es 100% completamente inocente de cualquier cosa que tenga que ver con la interferencia de Rusia en las elecciones o cualquier posible problema con su campaña.
Cuando la califica de una “caza de brujas” y un “engaño”, lo dice en relación con él mismo. “Soy el presidente y no hice nada malo” es lo que Trump realmente está diciendo. “¿La gente debajo de mí? ¿Quién sabe? Pero soy inocente y esto es toda una distracción” seguiría.
Ahora recuerda que Trump se cree a sí mismo como su mejor defensor en todas las cosas: negocios, política y, sí, la ley. Ya ha expresado su frustración en múltiples ocasiones sobre lo lento que se mueve este proceso.
En su opinión, la mejor (¿única?) manera de resolver el problema de la investigación de Mueller es sentarse con Mueller, sin importar lo que digan los abogados (demasiado cautelosos).
Piensa en ello de esta manera. Trump es un gran televidente. Entonces sabes que está familiarizado con las 100 repeticiones de “Ley y orden” actualmente en el aire. ¿En cuántos de esos casos el acusado totalmente inocente no declara para defenderse?
Están cerca del 0%.
No hacerlo —en las artes dramáticas— es una señal segura de que (a) estás ocultando algo, (b) eres culpable o (c) ambos.
En el mundo real, por supuesto, muchas personas no testifican, por todo tipo de razones, incluida la posibilidad de que se incriminen a sí mismas o porque puedan ser testigos menos que estelares y realmente perjudicar su caso.
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Pero Trump tiene la bendición de una confianza perfecta en sí mismo y, por lo tanto, no le preocupan ninguno de esos temas. ¡Es inocente! ¿De qué tiene que preocuparse por incriminarse a sí mismo o por no ayudar a su causa?
Luego está el elemento mano-a-mano de un enfrentamiento con Mueller que Trump claramente disfruta. Ha leído toda la prensa positiva sobre Mueller: cómo es el hombre más inteligente, más dedicado y más confiable en la aplicación de la ley. Cómo su integridad es incuestionable. Cómo nunca podría embarcarse en una cacería de brujas partidista.
Eso carcome a Trump. Sus instintos naturales son derribar estos ídolos que la gente tiene. Jeb Bush. Barack Obama. John McCain. En la mente de Trump, él derrotó a todas estas personas, y muchas más, a su tamaño cuando se enfrentaron a él. Es casi seguro que quiere hacer de Mueller el nombre más reciente en su pared de trofeos. Y no puede hacer eso si no se sienta con Mueller.
Agrégalo todo y combínalo con el hecho de que Trump casi siempre obtiene lo que quiere, y hay muchas razones para creer que ignorará los consejos de sus abogados y presionará para que encontrarse con Mueller.
Dos hombres entran, un hombre sale y todo eso.
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