(CNN) – Cerca de 2,6 millones de bebés mueren en el mundo cada año antes de cumplir un mes de vida.
En algunos países estas trágicas muertes ocurren más frecuentemente que en otros.
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Un reporte de Unicef divulgado este martes clasifica a los países de acuerdo con las tasas de mortalidad neonatal registradas en 2016.
Pakistán es el país con la mayor cantidad de muertes de recién nacidos. 1 de cada 22 bebés no llega a cumplir un mes.
Japón, al contrario, encabeza la lista de los diez países con la menor tasa de mortalidad de recién nacidos. De cada 1.111 bebés, sólo uno pierde la vida pocos días después de nacer.
Estados Unidos y Reino Unido, según el reporte de Unicef, tienen estadísticas superiores a países como Cuba, Alemania, Israel, Corea del Sur y Singapur.
Realidades totalmente opuestas
Los datos del informe provienen del Grupo Interinstitucional de las Naciones Unidas sobre la Estimación de la Mortalidad en la Niñez y fueron recabados entre 1990 (en algunos países incluso antes) y 2016.
Los diez países con mayor tasa de mortalidad neonatal en 2016 fueron:
Paquistán
República Centroafricana
Afganistán
Somalia
Lesoto
Guinea-Bissau
Sudán del Sur
Costa de Marfil
Mali
Chad
Las precarias condiciones de los centros de salud en estos países son un factor determinante para el elevado número de muertes de recién nacidos, asegura el doctor Stefan Peterson, jefe de salud de UNICEF quien condujo el análisis técnico y revisó el informe.
Muchos de esos países son azotados por guerras, cuentan con centros de salud con acceso limitado al agua potable o han sido afectados por desastres naturales, dice Peterson.
Por otro lado, los países que experimentan menos muertes en bebés son:
Japón
Islandia
Singapur
Finlandia
Eslovenia
Estonia
Chipre
Corea del Sur
Noruega
Luxemburgo
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Los factores asociados
“Son países donde ha habido desde hace tiempo la voluntad de hacer frente al tema de la calidad del cuidado materno y neonatal”, dice Peterson. Menciona la educación a las futuras madres, el abordaje del embarazo en adolescentes y servicios de salud centrados en la labor de las parteras.
La pobreza pareciera ser otro factor relacionado con la supervivencia neonatal, concluye Unicef.
En promedio, en los países donde las familias tienen altos ingresos la tasa de mortalidad es de 1 por cada 333 bebés, mientras que en aquellas naciones de bajos ingresos, muere uno por cada 37 recién nacidos.
La importancia de lavarse las manos
Nacimientos prematuros, complicaciones en el parto, infecciones como sepsis, meningitis y neumonía son algunas de las principales causas de la mortalidad neonatal, señala el informe de Unicef. Muchas de ellas son prevenibles o tratables.
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Reducir esas muertes, según Unicef, implica garantizarle a las familias acceso al agua potable y centros de salud funcionales donde tanto madre como recién nacidos dispongan de medicamentos vitales y equipos médicos. También es clave educar a las mujeres para que demanden y reciban cuidados de salud de calidad.
“Eso empieza con la posibilidad de que las parteras puedan lavarse las manos, dispongan de electricidad al momento del alumbramiento y cuente con los medicamentos básicos”, dice Peterson.