(CNN Español) – ‘Jesús Santrich’, un exmiembro del Estado Mayor de las FARC, fue una de las fichas claves de la guerrilla de las FARC en el proceso de paz con el Gobierno de Colombia, según las autoridades colombianas.
Su imagen quedó en la memoria colectiva de los colombianos, cuando en la instalación de los diálogos de paz en Oslo, Noruega, en octubre de 2012, respondió lleno de cinismo y burla, dicen muchos, a la pregunta de si las FARC les pedirían perdón a las víctimas.
“Quizás, quizás, quizás”, dijo él entre risas, recordando una popular canción cubana, vestido con una chaqueta gris, bufanda y gafas oscuras, abrazado por uno de sus compañeros, Iván Márquez. No dijo más y se fue.
Seusis Pausivas Hernández, que es el nombre verdadero del exguerrillero, fue uno de los delegados de las FARC en los diálogos con el gobierno de Colombia. Nació en Tuleviejo, Sucre, el 30 de julio de 1966, según la circular roja de Interpol. Desde muy joven tuvo afinidad con el Partido Comunista, uniéndose a las juventudes de ese partido, e hizo estudios de Ciencias Sociales y un posgrado en Historia, según un corto perfil suyo publicado en la página de la Fundación Paz y Reconciliación.
Santrich, de 52 años, perdió la vista muy joven debido a una enfermedad degenerativa conocida como Síndrome de Leber: “La fui perdiendo poco a poco, hace muchos años”, le dijo el propio Santrich al periodista colombiano Daniel Samper Ospina.
“Eso fue como cuando cae la tarde: lentamente”, le relató en una entrevista en agosto de 2016 al periodista Jorge Enrique Botero sobre su ceguera. “A los 14 años yo no veía muy bien y tuve que usar lentes, pero cuando ya estaba en la universidad se me fue cerrando el campo visual en los dos ojos. Hasta que hace unos seis años el ojo derecho se me apagó totalmente”.
Sus nombres, Seusis Pausivas provienen de dos pintores griegos del siglo IV antes de Cristo, según contó a la W Radio. Además le gusta pintar a través de una técnica en alto relieve que utiliza y gracias a la memoria del color que tiene, según explicó a ese medio.
Medios locales relatan que entró a las FARC los 21 años y se unió al Frente 19 de las FARC, que opera en la costa caribe colombiana, al norte del país. Gracias a su formación política, llegó a ser dirigir el Bloque Caribe de las FARC y a ocupar un puesto en el Estado Mayor de las FARC, el máximo órgano decisorio de ese grupo armado, dice PARES.
El exguerrillero era ficha clave en las relaciones de las FARC con Venezuela, pues antes del inicio de los diálogos en Cuba vivía en la frontera entre Colombia y Venezuela, según relata La Silla Vacía. Santrich es “un fiel seguidor de Hugo Chávez y su Movimiento Bolivariano”, agrega el medio.
Santrich hace parte de la Comisión de Seguimiento, Impulso y Verificación a la Implementación del Acuerdo de Paz, CSIVI y es uno de los designados por las FARC para ocupar una de las 10 curules en el Congreso, según fue el acuerdo de paz.
Los medios locales describen a ‘Santrich’ como “el rebelde” y como uno de los más “radicales e intransigentes” miembros del grupo negociador durante el proceso de paz y resaltan que en los últimos años ha hecho “comentarios fuera de lugar”, como por ejemplo el que hizo sobre los menores de edad reclutados por las FARC.
“No hay menores reclutados, los hay en situación de protección, y no los entregaremos para que sean judicializados”, tuiteó ‘Santrich’.
En junio de 2017, Santrich se unió a la huelga de hambre de más de 1.500 guerrilleros que se declararon en desobediencia, pidiendo la libertad de 2.500 guerrilleros que permanecían en las cárceles y que debían ser liberados por cuenta del acuerdo firmado.
Este lunes, las autoridades de Colombia lo detuvieron en su casa en el occidente de Bogotá acusado de narcotráfico. Su detención, según el fiscal general de Colombia Néstor Humberto Martínez, se dio en cumplimiento una circular roja emitida por Interpol en Lyon, Francia.
Según la acusación formal del Gran Jurado de la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, Santrich “conspiró con otros para producir y distribuir aproximadamente 10.000 kilogramos de cocaína en Colombia para ser importada a Estados Unidos y otros lugares”.
Su detención fue posible de acuerdo con los acuerdos de La Habana, según dijo el presidente Juan Manuel Santos, que sostiene que “quien cometa un delito después de la firma del acuerdo final será sometido a la jurisdicción ordinaria por los nuevos delitos cometidos”.
Según la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, en caso de que Santrich sea condenado, podría pagar una condena de mínimo 10 años de prisión y una condena máxima de cadena perpetua por cada cargo que se le acusa.
El partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, movimiento político en el que derivó el grupo armado tras el proceso de paz con el gobierno, rechazó el arresto de ‘Santrich’ a través de su cuenta de Twitter. Citando al también líder de ese partido Luciano Marín Arango, conocido como alias Iván Márquez, señaló que la detención es un “montaje” y que es “el peor momento” que atraviesa “el proceso de paz”.
El exjefe guerrillero permanece privado de su libertad y tendrá derecho a un juicio, sin embargo, en caso de que se pruebe que en efecto cometió estos delitos de los que se le acusa después de la firma del acuerdo de paz, podría ser sujeto de extradición a Estados Unidos.
“Si cumplido el debido proceso –y con pruebas irrefutables— hay lugar a la extradición por delitos cometidos después de la firma del Acuerdo, no me temblará la mano para autorizarla, previo el concepto de la Corte Suprema”.