(CNN) – Whitefish Energy, una compañía de servicios públicos diminuta y desconocida del estado de Montana, en Estados Unidos, está en medio de una controversia desde la semana pasada después de que se anunciara que había llegado a Puerto Rico con un contrato de 300 millones de dólares para ayudar a reparar la red eléctrica de la isla, que quedó devastada tras el paso del huracán María, hace más de un mes.
Se trata del contrato más grande otorgado para la recuperación de Puerto Rico tras el paso del poderoso ciclón. Ya varios congresistas de Estados Unidos pidieron que se revise cómo fue que esta pequeña empresa, con solo dos empleados cuando María tocó tierra en Puerto Rico, fue escogida por encima de empresas más grandes y con más experiencia.
Este lunes, el FBI abrió una investigación preliminar sobre el millonario contrato, según lo confirmó una fuente con conocimiento sobre el tema. Sin embargo, la oficina de la agencia en San Juan, Puerto Rico no corroboró ni negó dicha información. El portavoz de Whitefish, Ken Luce, le aseguró a CNN que aún no tienen conocimiento de esta investigación, pero que la compañía “está comprometida a cooperar completamente con cualquier indagación o investigación”. También señaló que el proceso de contratación con la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico fue apropiada. El Wall Street Journal fue el primero en reportar sobre la investigación del FBI.
¿Cómo empezó el proceso con Whitefish?
Las semillas del polémico acuerdo se sembraron después de que el huracán Irma azotara el Caribe y el estado de Florida a principios de septiembre pasado.
Ricardo Ramos, presidente de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico, le dijo a CNN que buscaba contratistas para reparar la red eléctrica. Whitefish era una de las siete compañías que competían por ese contrato.
El director ejecutivo de Whitefish, Andy Techmanski, contactó a Ramos para hablarle de las “destrezas especiales” de su pequeña compañía: reparación de infraestructura en zonas rurales y terrenos accidentados y montañosos, según el vocero de Whitefish Ken Luce.
Pero Irma apenas rozó a Puerto Rico y causó un daño mínimo en la isla, así que en ese momento no fue necesario llegar a ningún acuerdo.
‘Tomamos el llamado y aquí estamos’
Menos de dos semanas después, la historia fue distinta. El huracán María fue un ciclón devastador de categoría 5 y dejó a millones de hogares de la isla incomunicados, sin energía eléctrica y sin agua potable. Techmanski volvió a llamar a Ramos para ofrecerle ayuda con la esperanza de que ahora sí podría lograr un contrato, según le dijo a CNN el vocero de Whitefish.
“Todo lo que puedo decir es que tomamos el llamado y aquí estamos”, le dijo Techmanski a CNN la semana pasada. “Nos llamamos mutuamente”.
En una entrevista con HLN este viernes, Luce describió a Techmanski como un emprendedor que subió a un avión cuando nadie más “estaba interesado en hacer negocios con la compañía de energía eléctrica de Puerto Rico porque estaba en la quiebra”.
Techmanski voló a la isla el 26 de septiembre y se reunió con funcionarios de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico para discutir cómo restaurar la electricidad.
Según Luce, sentados en una sala de conferencias con muy poca luz, Techmanski y los funcionarios usaron la luz de sus teléfonos celulares para comenzar a esbozar los planes para reconstruir la devastada red eléctrica de la isla.
La empresa Power Secure, que era el otro competidor, pedía un anticipo de 25 millones de dólares para hacer el trabajo.
Techmanski, en cambio, no pidió ningún pago anticipado. Además, aceptó encargarse de la logística, el alojamiento y la alimentación de los cientos de trabajadores necesarios para reparar las líneas eléctricas, según Ramos.
La Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico –que se declaró en bancarrota y tiene una deuda de 9.000 millones de dólares– hubiera podido pedirle ayuda a la Asociación Estadounidense de Empresas Públicas de Electricidad, una red que provee ayuda a otras compañías durante cortes de energía generalizados. Eso fue lo que Texas y Florida hicieron tras el paso de los huracanes Harvey e Irma, respectivamente.
Pero según le dijo Ramos a HLN la semana pasada, los estados más cercanos a Puerto Rico ya estaban lidiando con sus propios esfuerzos de reconstrucción tras el paso de Harvey y de Irma, y él creyó que no podrían responder rápidamente a las necesidades de la isla. Además, dijo que la empresa tampoco hubiera podido pagar los costos de utilizar la red.
En cambio, Ramos escogió a Whitefish Energy y firmó el contrato el mismo día que Techmanski voló a Puerto Rico. Whitefish comenzó a trabajar en la isla menos de una semana después, el 2 de octubre pasado.
Ya con el contrato firmado, Techmanski se dio cuenta de que iba a necesitar ayuda para obtener recursos y equipos rápidamente en la isla y contactó al secretario del Interior de EE.UU. Ryan Zinke, quien también es de Montana.
La oficina de Zinke admitió haber recibido un correo electrónico de Techmanski, pero dijo que nadie tomó ninguna medida después de eso.
Este viernes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca Sarah Sanders les dijo a los periodistas que el presidente Donald Trump le preguntó directamente a Zinke si había estado involucrado de alguna manera en el contrato y que Zinke le dijo que no.
“Este contrato fue hecho por las autoridades locales de Puerto Rico, ningún miembro del gobierno federal jugó ningún papel en su firma”, dijo Sanders.
Pocas horas después, Zinke tuiteó su propia declaración, en la que asegura que no tiene ningún nexo con Whitefish y que tampoco tuvo que ver en que se ganara el contrato. Agregó que todas las grabaciones “probarán que no estuve involucrado”.
“Solo en el Washington elitista se considera que venir de una pequeña ciudad es un crimen”, dijo Zinke.
A las dudas de varios congresistas sobre si los precios pactados son razonables o no, se suma otra preocupación porque en el polémico contrato hay una cláusula que impide que la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico, el director de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), el gobierno de Puerto Rico y la Contraloría General de EE.UU. auditen el costo y las ganancias de las tarifas planteadas en el mismo.
Luce le dijo a CNN que esa cláusula es parte del “lenguaje contractual estándar”, pero se comprometió a trabajar con los legisladores para responder todas sus dudas.
“Hemos sido transparentes en todo lo que hemos hecho en la isla y entendemos esas preguntas”, señaló.
Whitefish ya tiene más de 300 empleados en Puerto Rico y dice que llegarán 700 empleados más en los próximos días. Un crecimiento tan rápido es típico entre las compañías de servicios públicos cuando se adjudican grandes contratos.
Ramos, el presidente ejecutivo de la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico, dice que no se arrepiente del contrato con Whitefish, a pesar de la polémica que ha levantado. “Si retrocediéramos en el tiempo, lo volvería a firmar”, le dijo Ramos a CNN.
Según él, escoger a Whitefish fue la decisión más rentable, pues la empresa accedió a recibir el pago en cuotas después de terminar el trabajo, inspeccionado y aprobado por la Autoridad de Energía Eléctrica de Puerto Rico.
“Tenemos una crisis humanitaria y tenemos que movernos rápido”, manifestwó Ramos, y agregó que Whitefish Energy “está haciendo un gran trabajo”.