(CNN) – El gobierno federal de Estados Unidos se dirige hacia su reapertura, después de que los senadores demócratas se unieran en gran medida a sus colegas republicanos para votar por una propuesta que financiará el gobierno hasta el próximo 8 de febrero a cambio de una promesa del líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, de abordar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) rápidamente.
Los grandes ganadores de esta decisión son los empleados federales que ahora podrán regresar a sus trabajos, así como el público estadounidense que puede ver a los funcionarios electos trabajando de hecho para ellos. Menos afortunados son los beneficiarios de DACA, quienes continúan en el limbo ahora que el Congreso extendió el plazo un par de semanas más. Los permisos emitidos para este programa –que otorga un estado de protección a los niños que fueron llevados Estados Unidos por inmigrantes indocumentados y han vivido la mayoría de sus vidas en este país– comenzarán a expirar a principios de marzo, luego de que el presidente Donald Trump cancelara el programa el otoño pasado.
Pero, como siempre ocurre con estas decisiones de alto riesgo –y alto perfil–, también hay una serie de consecuencias políticas. Este es el vistazo de algunos de los otros ganadores y perdedores –menos obvios– en todo este panorama.
GANADORES
Mitch McConnell: el líder de la mayoría del Senado se negó a acordar una promesa fuerte y rápida con los demócratas acerca de que obtendrían un votación para DACA. En la noche de este domingo, el congresista dijo que su “intención” era poner sobre la mesa dicho programa. Los demócratas palidecieron, asegurando que no él había ido lo suficientemente lejos como para asegurarles una votación. Este lunes, horas antes de votar para reabrir el gobierno, McConnell fue nuevamente al Senado y repitió su lenguaje de “intención”.
A pesar de la falta de cambio en la posición de McConnell, los demócratas se unieron, confiando en que el líder de la mayoría cumplirá su palabra. ¡Lo que podría hacer! Pero, intentar realizar algo no es lo mismo que, de hecho, lograrlo. McConnell, el siempre hábil negociador, trazó una línea y se negó a borrarla incluso en medio del juego de culpabilidad por cierre. Y él ganó.
Lindsey Graham: el senador de Carolina del Sur fue quien lideró los esfuerzos para llegar a un acuerdo. Su propuesta de tres semanas que buscaba reabrir el gobierno terminó siendo la legislación clave para el truco. También surgió como un intermediario honesto, dispuesto a llamar tanto a republicanos como demócratas. Alguien que, en medio todo esto, puede construir un puente entre las dos partes dentro del Senado. Además, Graham fue reelegido en 2014, lo que significa que no tiene que preocuparse por la posibilidad de una seria pelea en las primarias para trabajar en el Capitolio hasta el 2020.
Demócratas en campaña en 2018: hay 10 demócratas que buscan la reelección para 2018 en estados donde Trump ganó en 2016: incluidos cinco en los que su victoria fue de dos dígitos. Ese grupo –el senador Joe Manchin de Virginia Occidental, así como Heidi Heitkamp de Dakota del Norte, Joe Donnelly de Indiana y otros– lideró el esfuerzo para llegar a un acuerdo con McConnell. Y ellos ganaron. Lo que, teóricamente, los protegería de ser culpados por un prolongado cierre gubernamental.
Moderados: en medio de la votación por la resolución continua, los senadores Joe Manchin y Susan Collins, republicana de Maine, dieron una alegre conferencia de prensa en la que promocionaron una nueva era de cooperación bipartidista en el Senado. Y, justo antes de la votación, el senador de Illinois Dick Durbin, un demócrata, también comentó cómo los últimos días de negociación no solo representan la forma en que el Senado debería funcionar, sino que también presagió una nueva era de cooperación. Considérame muy escéptico. Pero, hoy, los moderados obtuvieron un acuerdo. Ellos ganaron.
Davos: si el gobierno hubiera continuando en cierre, Trump habría tenido que cancelar su viaje de alto perfil al Foro Económico Mundial en Suiza esta semana. Ahora, el presidente seguramente irá, y hará que su discurso en Davos, Suiza, sea algo imperdible para personas de todo el mundo.
PERDEDORES
Chuck Schumer: durante gran parte del fin de semana, el demócrata de Nueva York mantuvo una línea dura frente a lo que su partido necesitaba escuchar de los republicanos para firmar la resolución continua que reabriría el gobierno. En la noche del sábado, Schumer le dijo esto a nuestro colega Manu Raju: “Necesitamos un buen acuerdo bipartidista que nos permita obtener un buen número para defendernos, conseguir un buen número de no defensa, contar con un voto en el proyecto de los “dreamers” y hacerlo y lidiar con los desastres también. Hay mucho por hacer y nuestros colegas republicanos nos han enviado solo un una resolución continua que no soluciona las cosas”. Schumer también dijo que no podía apoyar un proyecto de ley de tres semanas. Y, sin embargo, terminó firmando la resolución por ese periodo sin nada más que la garantía de McConnell de que DACA se trataría en un “campo de juego nivelado”. ¿Ah?
Demócratas en campaña para 2020: las preferencias de los senadores como Kamala Harris de California, Cory Booker de Nueva Jersey, Kirsten Gillibrand de Nueva York, Bernie Sanders de Vermont y Elizabeth Warren de Massachusetts pasaron de largo ante los líderes de su partido y un grupo de demócratas que buscan la reelección para 2018 en estados donde Trump ganó en 2016. Como Paul Kane de The Washington Post resaltó en Twitter, Harris y Warren estuvieron entre los primeros dos votos en contra en la resolución continua. Esta no es la última pelea en la batalla por el control de la dirección del Partido Demócrata, que se dirige a las elecciones de 2020. Pero, sí es una pelea. Y una que los liberales perdieron.
La Cámara de Representantes: por enésima vez, la cámara inferior fue anulada completamente de la negociación. El Senado cerró un acuerdo y después simplemente le dijo a la Cámara, esencialmente, “hagan lo que les estamos diciendo y aprueben esto”. Ser el hermanito menor no es muy divertido.