(CNN Español) – Desde muy temprano, este viernes, ríos de personas caminaban hacia el puente Internacional de Tienditas, que recientemente fue rebautizado como el Puente de la Unidad. Este puente, que une Colombia y Venezuela, sería el epicentro de uno de los eventos más históricos de los últimos tiempos de la trillada crisis venezolana.
Miles y miles de venezolanos (también colombianos) recorrían kilómetros como quien busca llegar a la tierra prometida. Y no se trataba de un éxodo como el que han sufrido millones, sino el camino de la esperanza pues este concierto, para muchos, se trataba de algo histórico no solo por reunir a más de 300.000 personas, según estimaciones de los organizadores, sino por los más de 30 artistas que unieron sus voces para pedir libertad para Venezuela y el paso de la ayuda humanitaria desde Colombia.
Y en ese largo camino de casi dos kilómetros antes de entrar al concierto, una multitud de vendedores rodeaba a los asistentes vendiendo banderas venezolanas, camisetas con insultos a Maduro y gorras llamando “presidente” a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y quien es reconocido como presidente encargado por más de 50 países. Uno de los comerciantes gritaba “Maburro caerá” vendiendo gorras, mientras otro vendedor de aguas promocionaba el “Aguaidó, la que sí quita la sed”.
En el aire, brillaba una atmósfera de optimismo, no solo por el concierto gratuito financiado por el magnate británico Richard Branson —que estuvo en el concierto, habló ante la multitud y hasta manejó uno de los camiones de la UNGRD, pidiendo simbólicamente el paso de las ayudas al vecino país—, sino por el sentimiento de una multitud de que lo que pasaba allí era el regreso de la esperanza.
No es para menos: este 23 de febrero, solo un mes después de que el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela Juan Guaidó se declarara presidente interino de Venezuela, se realizará un gran operativo en cuatro puntos del país para pasar toneladas y toneladas de ayuda humanitaria, que incluye alimentos y medicinas.
Y ese sentimiento reverberó en todo el lugar, cuando sonaron las primeras melodías del concierto: los himnos nacionales de Colombia y de Venezuela, que le pusieron la piel de gallina a más de uno que los entonaron bajo un sol incandescente a 30 grados Centígrados.
“En este momento no están las cosas fáciles en Venezuela”, diría desde la tarima del Venezuela Aid Live uno de los participantes del concierto, cuando se conocía que dos personas murieron y 17 más fueron heridas en enfrentamientos entre civiles y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
FOTOS | Las mejores fotos del concierto Venezuela Aid Live
Reymar Perdomo, una artista venezolana que sufrió el desplazamiento forzado de Venezuela, abrió el concierto cantando a todo pulmón “Me Fui”, la canción con la que saltó a la fama, pero que también narra su tragedia y la de millones de venezolanos.
Y quizá la parte más emotiva de todo el concierto vino por cuenta de David Habif, el conferencista cristiano mexicano que con sus palabras hizo vibrar de euforia la frontera.
“Gracias por aguantar”, decía.
“Gracias por soportar el peso del dolor.
Gracias por soportar la indiferencia de tantos.
Gracias por no darte por vencido y curtirte en el terror.
Gracias por no darte por vencida.
Gracias porque hay que ser muy valientes para sonreír cuando estamos quebrados por dentro”, dijo este mexicano que hizo estremecer a dos países, y quizá a todo el mundo.
Muchos lloraron. Otros vibraron con la piel hecha un erizo.
“Señor Nicolás, recuerde bien este día. Porque serán sus propios aliados los que le morderán los tobillos”, agregó, en medio de la euforia de un público que para ese entonces ya estaba embelesado.
El día llegó a su fin con la presentación de artista tras artista que pedían paz y libertad para Venezuela y el ingreso de la ayuda humanitaria a Venezuela.
“Maduro, vete ya. Venezuela no es tuya es de los venezolanos. ¡Vete ya!”, gritó el cantante español Miguel Bosé, que para esa hora ya tenía un público de más de 300.000 asistentes.
Al final, una escena que pasará a la historia: dos cantantes venezolanos que se reconcilian con un abrazo y un Juan Guaidó llegando a la tarima a seguir alimentando la esperanza de sus connacionales, al asegurar que llegó a Colombia gracias a los militares.
El mensaje fue claro: fuerza, fe, esperanza y reconciliación para Venezuela.